jueves, 26 de diciembre de 2019

RELLOTGE

El pictocaligrama, mi pictocaligrama, incide sobre la simbología del tiempo: bailarina y compás. Brazos y piernas de la bailarina configuran sendos relojes en su giro en los que los brazos y las piernas son las respectivas manecillas del reloj. La bailariba, como el compás, el ritmo del reloj, el giro de sus manecillas, flotan en el aire y el giro de ella traza un reloj que llora sobre un paisaje de geometría pura. La supuesta línea del horizonte la marca un abismo que termina una llanura con árbolos geométricos sin matices. Un plumier cerrado de madera guarda los secretos de la vida y asemeja un ataúd y más allá del abismo, las mopntañas son troncos de cono, pirámides, pirámides truncadas como síntesis de los cuerpos que ejemplariza. Y para culminar el abstractismo surreal implícito. El Astro que lo ilumina es una bombilla que vuela en el espacio... Un espacio iluminado sin matices ni nubes, todo luz.

La imagen muestra una imagen aérea en donde el paisaje se extiende bajo los cuerpos voladores: la bailarina que baila sobre el reloj que llora, el compás... y, a lo lejos, un Sol-bombilla ilumina esplendente la imagen del pictocaligrama.

El poema, mi catalán, en catalán, relata el simbolismo del tiempo en paralelo a la imagen y reza así:

El temps és una vertiginossa ballarina
que gira la seva bogeria segoan a segon.

I és una ballarina clàssica que gira
minut a minut cada hora.

Iés una ballarina autómata,
de marbre blanc, i cor que batega
al segon i en mig dia
fa lentament el seu vol.

I és una suma imparable
que és mou segon a segon
i vança del zero al zero
sense detenir-se ni un cop.
És tenaç, maquinal, persuasiu
i és un carceler invencible i fidel...:
el millor corredor de fons.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

El poema, pues, describe el funcioamiento de un reloj equiparado a una bailarina que és, a su vez, un automata, cuyos giros, como en el reloj, precisos, constantes y tozudos, duran 12 horas sin desajustarse, con la implacabilidad propia del tiempo, exacto y frío.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ 

lunes, 23 de diciembre de 2019

DRAGO

El drago canario, Una especie autóctona canaria, endémica, arcaica y espectacular, sirve aquí como símbolo de l paso del tiempo, la vida, eternizable y perenne del sin tiempo. El árbol humanizado reflexiona sobre la memoria del tiempo convertido en Sin Tiempo.

El poema, mi poema, como mi pictocaligrama, incide y relata, en catalán la reflexión del drago, basado en la memoria de un superviviente que ha perdido incluso sus iguales y cuya vida longeva ha igualado la impresión del paso del tiempo, como un narcótico que adormila y equipara las sensaciones, convirtiéndolas en equivalentes como una de las expresiones características del Sin Tiempo en la sensación de que, aunque el tiempo sigue, todo sigue igual, como si fuese un mismo instante prolongado hasta el infinito.

Así dice el poema:
Ja no m'enrecordo de quan era una llavor:
Fa tant de temps
que les arrels resten nacortitzades
d'humitat i de fredor!...
Tant de temps 
a aquesta tant fort ancorades
que res recordo d'aquells brots menuts,
i les primeres fulles verdes.

De mi varen sortir uns tentacles retorçuts
amb llantols pilosos i toçuts
que s'endinsaven a la terra freda i humida
i una tija que buscava el Sol i l'aire lliure
i la llum que espavila la vida.

Crèixer va ser un esforç inacabat.
Encara continuu creixent.
Ho he fent durant més de mil anys...
Per mi no existeix res que sigui urgent
quan el temps s'arrossega parsimoniosament
i semblen iguals els dies i les nits,
les trinades dels ocells ferits
d'amor i l'ulular del vent
ferotge i embogit,
si no fos perquè, si els més fa Sol, d'altres plou
o fa vent,,, La neu o la calamarsa ens ve de nou
en aquesta terra que els volcans han parit.
Pares, tiets, fills, nets... La majoria són morts,
però jo aguanto el que sigui...
Ni de morir m'enrecordo
clavat en aquest llit
de terra fosca, gris marronossa
filla de la lava ja rocossa.
I és que no deixo de ser un ésser prehistòric,
altiu, petri, majestuós, endèmic, peculiar
i inconfussible...

El meu cos, escolpit d'anys, es retorça,
dures són les escames de l'escorça,
pétrees i ferides de surcs profonds
i la copa, verda i altiva
corona aquestes branques poderoses
ressistint el dies que Kronos i Kairós
fabrica de monotonia irreflexiva
o d'ira capritxossa i destructiva
i clima molest, de patir com un gos.

Kronos es va oblidar de mi i d'aquestes
illes farcides d'espècies com jo,
endèmiques fumejades de volcans
d'encastellades crestes
i pell de lava endurida
i de bombes poroses per la ferida
del magma ardent
com per la fúria dels huracans, 
però mimades de Sol
revifador
que ens omple de serenor
que fa enlairar el vol
de la imaginació somiadora.

Visc la longevitat
sense adonar-me, adormit
de temps i el meu cos gegant
és ja un guerrer impassible
que sobreviu al seu oblit
amb Kairós batallant
una eternitat imppossible.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


domingo, 22 de diciembre de 2019

TRÁNSITO COMÚN DE LOS HUMANOS VIVOS

El tiempo es una vorágine representada por un tornado furibundo para representar simbólicamente mi tiempo, mi vida, tu tiempo, tu vida... la vida de cualquier ser humano y en el vértigo torbellino, un renacuajo es quien nada entre placenta en el seno de la madre, será bebé desnudo y desvalido. La infancia, jugará loca peonza mientras crece de energía pura para ser molino adolescente, al viento de las ideas, las sensaciones, los goces y las desgracias multiplicadas por el dramatismo juvenil. La ingenuidad aún pura te hará bailarina de tus deseos, tus conquistas, tus impulsos, tus ideas, que marcarán tu compás... Eres tú mismo cuando ardes en el fuego ardiente del amor pasional que te arrastrará hasta la seguridad del control de tu vida. El vértigo del tiempo es ya un helicóptero. Te has establecido, trabajo, una familia... rutina que, ventilador disipa en urgencias y obligaciones tus ideales... Atrapado en el Sistema, la madurez avanza hasta convertir en el animal de carga que arrastra tu vida, tu mundo... Sobrevives, te sobrevives a ti mismo acarreando tu madurez  hasta agotar tus fuerzas, tus ilusiones, tus principios y convertirte en un náufrago de tu vida y de cuanto acontece... Alcanzas la vejez agotado y cedes el mando a la juventud de tus hijos, si los tienes, o de los jóvenes si no los tienes... Tu vida es un rodillo que hará un rodillo de ti mismo... La vejez hará de ti tedio, agotamientpo, olvido que se prepara para la moribundez y la muerte... donde se completará tu ciclo, mi ciclo, nuestro ciclo... el ciclo de todos y cada uno de los humanos, que fueron, han sido, son y serán...

La imagen relata el pictograma caligramático como un tornado en la dramática tormenta. Los símbolos del ciclo vital giran en el cono del tornado vertiginosos. La Tierra es un paisaje en blanco y negro, a merced del Tiempo y el Tiempo, es, amén del tornado donde gira eléctrico el tiempo hecho reloj entre rayos y una oscuridad tenebrosa. El cielo azul y las llamas de la pasión son el único color de la imagen... La Naturaleza y la pasión... dos símbolos vitales, el de lo perenne y el de lo concreto...

El poema se explica en el mismo sentido de la imagen, reforzando su contenido. Mi imagen caligramática, mi poema se dicen en versos así:

Del limbo huevo, pez que en caverna
nada, alumbró el dolor, nació muñeco
que lloró al ver el Mundo un reloj nuevo
de sangre y carne sobre huesos blandos.

Creció peonza mareada en juegos
y aprendió de libros y de espejos
para hacerse llama de pasión y fuego
y ya era molino de aspas al viento
moliéndose a sí mismo, harina blanca
de rostro juvenil, dinamitero.

Aún cándido, giraba bailarina
de brazos manecillas de su tiempo
y piernas de compás de altivo vértigo
que tornado giraba con eléctrico
impulso las dos aspas de su hélice
de helicóptero vigía y viajero...

Y conoció el Sol de la Luna Llena
y se hizo planeta enamorado
que fue labrando en piedra su armonía.
Un rodillo apisonadora tenaz
que aplastando en rutina sus días
y de esa harina gris de tedio y hastío
fue naciendo el cansancio y el olvido.

Descubrió que su esqueleto era de piedra
caliza, pero hueco por dentro,
duro y frágil cristal perecedero
y renacieron los caprichos de niño
mientras araba su mente y su cuerpo
y un alud de fría y dorada arena
atrapada en la jaula de cristal
estrangulado, sepultaba entera
su vida en granos caídos al pozo 
donde, polvo o ceniza, ya no somos
sino pasto del sedimento antiguo,
polvo al polvo al que todos nos unimos.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

miércoles, 4 de diciembre de 2019

TU PROPIA RED TE ATRAPA


Volvemos a la identidad de la Vida concreta con su propio Tiempo. El pictocaligrama, en este caso, claramente diferenciador de la imagen concreta de la araña y el hombre amenazado de ser devorado, como exclusivo dibujo más la telaraña, también imagen, como sustentadora del poema, mi poema como mi pictocaligrama presenta la imagen simbólica de como la Vida de cualquier ser humano, se convierte en la araña que teje o urde la telaraña que nos va atrapando en sus urgencias, rutinas y hábitos hasta hacernos incapaces de salir de estas, desembarazarse y dar mayor libertad a un Libre Albedrío condicionado y determinado por el peso de las vivencias, la experiencia, los conocimientos adquiridos, las relaciones sociales, el trabajo y los hábitos, así como todo el entorno, la sociedad que nos rodea, el Sistema que nos impone sus urgencias y su relación con el momento histórico que vivimos. Atrapados por nuestra vida, que es también nuestro tiempo, esta acaba determinando hasta el momento de nuestra muerte... Creamos la vida al vivirla, pero esta se adueña de nosotros y no nosotros de ella y acabamos siendo víctimas de nuestra propia identidad y nuestra propia esencia...

El poema redunda en este relato como la imagen en el simbolismo de su contenido, imponiendo el simbolismo de vivir entendido como la esencia existencialista, el dolor de vivir, más allá del vivencialismo que proponía hacernos protagonistas de ella, conductores de nuestra nave...

La exposición de la misma en el poema va más allá de la clara imagen del desdoblamiento de la vida, como tenebrosa tarántula y como cuerpo humano y carácter y psicología que nos identifica como identidad diferenciada y personal (el cuerpo del hombre) y hace que la red de la telaraña repita el poema varias veces en la misma, como radios sustentadores, como círculos concéntricos que pasan una y mil veces por la misma vivencia y que la viven y sienten de una forma diferente por la experiencia anterior acumulada y que además se marcan por los quebraderos o complicaciones de determinadas vivencias representadas por los zigzags que recosen nuestras vidas para seguir su transcurso con la existencia, en lo posible, bajo parámetros similares (pero las huellas de estos eventos son imposibles de negar, de olvidar y menos de borrar porque son eventos que marcan irreversiblemente nuestras vidas y se convierten en detonantes de lo que prosiga en el transcurso vital).

Bajo estos parámetros de simbolismo temático, el poema, mi poema reza así:

La vida es una larga soga
que va trenzando de vivencias
y de éstas, lía y hace nudos
perennes y guarda fotografías.
La soga se hace elástica y traidora 
y crece eterna mientras se elabora,
pues, de vivencias, se hace telaraña
y ella es la araña y tú la perpetua mosca.

Puentes que trazará radiales,
que sostienen el pensamiento
desde el pozo orondo de su boca
y el tiempo, traza las hélices crecientes,
concéntricas y pegajosas,
que del vértigo inicial, la experiencia
tornará lento y, paulatinamente,
en parsimonioso aunque lo sientas
cada vez más acelerado.
Cuando acabe, te devorará,
caníbal de ti mismo...
y el viento de años, lustros y decadas
y siglos y milenios borrará
la red que te tejiste
deshilvanada de olvidos.
Nadie sabrá que viviste.
Serás un grano de arena más
que el océano del Tiempo 
acaricia, golpea, lava...
y se pierde en el infinito.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 2 de diciembre de 2019

NEO "BEATUS ILLE"

El clásico tópico de Horacio que contraponía la vida urbana, agitada, superficial, interesada, rutinaria y asfixiante, que los renacentistas de la Contrarreforma asociaron, no sin cierta razón, con viciada, pecaminosa y corrupta, a la vida rural, sana, en armonía, pura, que permitía la contemplación de la Naturaleza, la degustación de esta y la asunción de la paz exterior de la Naturaleza con la paz interior y la armonía entre hombre y Naturaleza, sensibilidad física y fisiológica con la anímica es la que los románticos y neorrománticos, como ecologistas y contraculturales, pacifistas y ahora antisistemas asociamos con la Libertad del individuo, asociada y sumada a las ya asumidas virtudes que apuntaba el tópico horaciano como el anacoretismo antiguo y medieval y la ascética y mística de la Contrarreforma... ¡Y qué mayor sensación simbólica de Libertad y de dominio de sí mismo y del mundo que nos rodea que el vuelo, el planeo solemne, majestuoso y mayestático de una rapaz como el águila real sobre los roquedos, bosques y praderas de una zona alpina de alta montaña!... Ese ansia de Libertad es la que muestra y simboliza este mi pictograma caligramático, en diseño del águila en vuelo rasante sobre las altas cumbres y el poema, mi poema, que lo integra, reforzando la imagen del águila, dueña del paisaje que observa y escruta minuciosamente.

Así dice el poema que lo integra, en este caso, en catalán, que huye, en altivo y majestuoso vuelo del paisaje urbano, dominado por el hombre para sobrevolar los campos y definitivamente los montes y peñas de la alta montaña para sentir a pleno pulmón es Libertad incompatible con la, polucionada,  rutinaria, tediosa y asfixiante vida urbana:

Volar sobre l'aspre paisatge humà.
L'immòbil ramat d'edificis pasturant
atrapat per camins i carreteres
de negra asfalt i per camps freds con àrids,
farcits de plàstics i llaunes oxidades
per fugir cap a la Llibertat de la Natura.

Planejar sobre el paisatge immens i obert
sense fi com un àliga real
de vol solemne i silenci absolut,
observant-ho tot, contemplant la bellesa
de la infinita planície, on juguen
les aigües parsimonioses dels rius calms;
els roquissars de les altives montanyes
on els rius saltarins d'agües cristal·lines
transiten angostos congosts de murs
impossibles i plens de verals umbrívols,
els imponents penya-segats i els boscos
atapeïts d'arbres gegants d'un vert
hipnòtic i volar i volar com àngel
que surca la pau, lliure, el concert
de la veritable bellesa de la Terra.

L'elixir de la vida és contemplar
allò que la Natura ens ofereix,
sentir el silenci per comprendre-ho
tot, per així estimar-ho i gaudir-ho,
per menjar-ho i beure-ho amb plaer
sibarita, aquesta eterna obra d'Art
que el temps i l'espai, amdós, ens regalen
per fusionar el temps i el sense temps
en un mateix instant del sense fi

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

El poema propone pues, en un vuela una escapada de angustiosa rutina del hastío y superficialidad urbana a la Libertad, la Paz, la Belleza y la Pureza que la contemplación de la Naturaleza agreste ofrece por sí misma en su hipnótica visión y en la degustación de su belleza y paz inmensas. Una huída de la urgencia para encontrarse a sí mismo en armonía con el espacio incontaminado que nos dio la vida y al que debemos nuestro origen y nuestra esencia primigenia y con ella, la Libertad que perdimos camino del egoísmo, la comodidad y la superficialidad del mundo que nos hemos construido creyendo acercarnos hacia la supuesta perfección cuando en realidad nos construíamos la prisión que acaba asfixiándonos sino acaba siendo también la causa de nuestro propio exterminio con la de nuestro propio entorno y la del Planeta entero.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ 


domingo, 24 de noviembre de 2019

RELOJ VIGILANTE Y ASESINO

El tiempo es el carril donde, en su encrucijada con el espacio, se inscribe cuanto existe física o mentalmente. El Tiempo se concretiza en la vida de cada uno de los humanos, como de los demás seres vivos, inscrito en la relatividad cronoespacial con que cada uno de los seres vivos los percibimos avanzando desde nuestra gestación, nuestro nacimiento, la vida en cada uno de los momentos vividos y, por lo mismo, hasta su límite físico, la muerte, y la muerte definitiva o mental en el olvido de quienes nos conocieron o nos valoraron por nuestras obras y las relaciones con los demás seres vivos, objetos, situaciones, lugares que compartimos. Por lo mismo, es nuestro creador origen como nuestro asesino cuando completamos nuestra vida. Bajo esta concepción, Tiempo concreto o personal = Vida (vivida), se inscribe la concepción y símbolo que se significa en imagen como un despertador (aquel que nos despierta en los acontecimientos que significan nuestra vida) y este se describe a sí mismo con el poema. Mi diseño reloj y mi poema concretizan mi caligrama y este se dice, en lo concreto de mi percepción, como un reloj al acecho de cuanto ocurre para señalar la hora definitiva en que despertamos a nuestra conclusión o muerte (por eso es nuestro creador y nuestro asesino). La vida, mi vida es percibida como un continuo girar y girar de acontecimientos que no dejan de repetirse, la rutina de cada día, como la rutina de las estaciones que se repiten y transcurren en el devenir reiterativo de cada vida, la de las edades que pasamos con todos los puntos comunes a cualquier vida de un ser vivo, como la reiteración de acontecimientos y fiestas, la rutina del trabajo, de nuestros hábitos que, a pesar de ser únicos, no dejan de seguir unas pautas que los equiparan y otros que lo diferencian por la coetaneidad espacio tiempo y la experiencia acumulada. Esa reiteración de vueltas y vueltas que el tiempo da es la que equipara el tiempo y nuestra vida a un molino que va haciendo harina de nuestras vivencias y, a la par, abriendo la divergencia-convergencia de nuestras vidas (divergente, creciente en vivencias, experiencias vitales, conocimientos adquiridos, relaciones sociales en nuestra infancia, más amplia en nuestra juventud y primera madurez hasta llegar al punto de inflexión en que se convierte en convergente y decreciente en nuestra madurez posterior a nuestra plenitud, la vejez y, definitivamente la muerte. También por lo mismo, la vejez se asemeja a una adolescencia caminando a la niñez y a la dependencia absoluta de los demás, como cuando éramos bebés).

Como los asnos en la noria o los caballitos de un carrusel, tiramos de nuestra vida sintiéndola, tras la plenitud, como una carga cada vez más pesada que nos asfixia cada vez más en una vida cada vez más condicionada por el pasado acumulado y un presente cada vez más menguante en sus opciones...

La vida se puebla de costumbres y hábitos y se hace rutinaria, predecible y gris... Es nuestro creciente olvido, nuestra pérdida de protagonismo ante nuestro entorno cercano por la falta de novedad y de alicientes, cuando la vida ya es mera supervivencia en el camino y nuestra existencia, dejarse llevar por el presente hasta la meta consabida, la muerte, a la que nos resistimos a llegar hasta que nos sentimos apáticos, un náufrago de nuestra propia vida arrastrada por una corriente que nos supera... Es la vejez en que, nuestra paulatina consumición, nos lleva a aceptar nuestro destino... Más que nunca nos reconocemos prescindibles y dejamos que el reloj, nuestro reloj, el que lleva el tránsito de nuestra vida, nos maree hasta ese timbrazo terminal que nos despierte del sueño de nuestra existencia y nuestra vida.

La Vida, como concretización de nuestro tiempo individual, el reloj que somos cada uno. No nos da respiro, De hecho, no nos lo dio nunca, pero solo con ese cansancio que asoma patente en nuestra madurez que se encamina a la vejez (y no digamos en la vejez y su creciente decrepitud), somos conscientes de eso como de que hemos ido arrastrando nuestra vida durante el transcurso de la misma y la empezamos a percibir como un peso que nos agota y nos asfixia. Del juego al placer, del placer a la experiencia y la efectividad armónica y de esta a la rutina que paulatinamente nos mostrará el cansancio y el hastío de vivir sin más aliciente que las urgencias de la propia supervivencia... Ni siquiera percibimos la vida como vivencia; Estamos, transitamos pero no conducimos nuestra vida. De maquinistas de la locomotora vital hemos ido evolucionando a pasajeros y a sentirnos paulatinamente en meras maletas que acompañan a la vida (Somos y estamos, pero no vivimos... No disfrutamos nuestra vida, transitamos y soportamos si no la sufrimos)...

Esa es la sensación de la madurez transitando a la vejez, ese cansancio, ese hastío que identifica mi ahora, mi presente, es lo que refleja el caligrama, mi caligrama, cuyo poema, mi poema, reza:

A vueltas va girando el tiempo su molino
y yo tirando de él, tenaz, pero aburrido...
Vueltas y más vueltas me tienen ya en olvido.
Parejos son los recovecos del camino.

Siquiera un alivio, o un buen trago de vino.
Arrastrar y arrastrarme, sentirme molido,
seguir y seguir hasta perder el sentido
y no saber más que la muerte es mi destino.

Venir, sobrevivir sin siquiera alicientes,
arado por el molino reloj que, terco,
harina va haciendo de ilusiones, goces,

planes, proyectos, satisfacciones pendientes
a los que la vida mató o puso cerco
y escéptico o insensible soporto sus coces.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

jueves, 14 de noviembre de 2019

CORDÓN UMBILICAL

El caligrama muestra un cargador de móvil. Conformado por mi diseño y mi poema aludiendo a la importancia excesiva, la dependencia absoluta que ha representado este avance tecnológico, cargado, sin duda de virtudes, pero también de una dependencia absoluta que anula la reflexión, la capacidad intelectiva y la voluntad de los usuarios hasta la estupidización absoluta...

El cable de conexión se ha convertido en una soga que asfixia la voluntad del usuario y le arrastra a la banalización de la Realidad en aras de una conexión prioritaria con la sociedad tal que le arrastra al consumo, a la anulación del libre albedrío, a no discriminar la información recibida, a la sobreinformación, a la pérdida de criterio de enjuiciamiento, pero sobre todo a la escaparatización de su vida en un mundo en el que, para existir, lo importante es la continua presencia renunciando a la esencia e idiosincrasia de uno mismo. Una originalidad estúpida e irracional, un desmedido afán de protagonismo, una mímesis de aquello que triunfa o esta de moda, lo desborda y malea todo haciendo de un útil, un verdugo y, esencialmente, un medio ideal para la estupización de masas.

Como si se tratara de un imán en su minarete, el móvil, alimentado por las redes sociales, internet, facebook, WhasApp y compañía ha convertido al móvil y cuanto muestra en un Alá al que se le rinde culto sin sospechar la nonada, la aniquilación de la personalidad que produce en los usuarios...

Diseñó de imagen y poema confluyen en esta definición.

Así reza el poema que lo integra, mi poema:
Por esta soga nos unimos al Sistema
y cargamos las cadenas del ahora,
y con esta soga nos marcan la hora,
nuestros gustos como nuestro lema
plasmado en la luz de una pantalla
hipnótica que en nuestra vista estalla

de mágicos propósitos banales
y nos habla en boca de conocidos,
parientes, amigos, desconocidos...
siempre con mensajes subliminales...
Teléfono micrordenador, 
es ya nuestro invisible torturador.

Adictivo: WhatsApp, redes sociales,
facebook, twitter, internet, GPS...
una comunicación ya sin cese...
Esponjas de información, ventanales
de cuanto, sin filtro, se nos aboca.
Lo que nos dice, va de boca en boca

sin juicio moral, sin pudor ninguno,
sin discriminar verdad o mentira,
realidad o ficción que delira...
Es un tótem de todo lo oportuno
que se nos muestra sibilinamente
para atar al Sistema nuestra mente.

Amazon, wallapop... cuenta bancaria, 
bitcoins,paypal... y dinero de viento,
publicidad continua, webs sin cuento,
wikipedia, venta hipotecaria,
navegadores del infierno y cielo,
fuego, cemento, asfalto y hielo.

Tú también estás en venta de datos
y ni siquiera te enteras de quién
los mira y los usa para su bien,
ni cuáles serán sus oscuros tratos,
pero es seguro que el poder los sabe
y que de todos saben cuanto cabe...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

De paso, el poema delata el uso que hacen organizaciones criminales, estafadores y, sobre todo, los poderes fácticos (politicos, económicos, comerciales..) con nuestros, con la ignorancia de que los poseen, cuántos y quiénes, ni mucho menos qué hacen con ellos y, por supuesto, sin nuestra aquiescencia. 

miércoles, 13 de noviembre de 2019

BALLARINA


Retomamos la encrucijada entre el tiempo y el giro de una bailarina clásica equivalente al tópico de la donna angellicata. Mi poema en catalán engarza con imagen de la bailarina en su giro infinito para hacerse etérea. Este caligrama de mi factura está compuesto pot mi poema en las sombras del cuerpo y algunas del vuelo del tutú y reza así:

Voltes i voltes de vertigen dona
la dona blanca que esquia el gel
de marbre. I és que és un angel del cel
que escriu la dança en lletra rodona.

Cal·ligrafia dels estels tan bona
que escriu metàfores de cotó fidel
als núvols del firmament mentre sona
la música aguda d'un violoncel...

Terpsícore que Aphrodita si orbita
del seu donzell eterna margarida...
Gira i gira, papallona exquisida,

rellotge de les mans, sense hora dita,
tiralínees de les cames... Vlten
al pas de l'harmonia dels que ho escolten.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

domingo, 3 de noviembre de 2019

CÁNCER I

Un monstruo anda suelto, quizás lo creamos hace tiempo pero la tecnología lo ha acelerado como la destrucción del Medio Ambiente y el clima. Es un monstruo voraz, un asesino metódico e implacable que te va deshaciendo sin piedad hasta hacerte un ser desconocido, cansado y abocado a la muerte... No le importa desaparecer contigo... Hay otros cuerpo, muchos, todos y va carcomiendo los vivos... Es un parásito temible y un luchador invencible y siniestro que se ha adueñado del Mundo.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 28 de octubre de 2019

ORÁCULO: DE LO QUE ANUNCIAN LAS TORMENTAS

El viento brama,
            abofetea, empuja...
                     Airado, furibundo...
                                con su estela de nubes
blancas, grises,
densas, estatuas celestes...
como un rebaño siguiendo a la furia..

Un Sol intermitente
se cubre y se descubre.

Una semana de turbas,
de ira y banderas...
Una semana de piedras contratadas
y procesiones propuestas desde el minarete
de la furia y la riqueza.
Y ahora, en tormentas, lo barre la Naturaleza
con su furia desatada.

Viento, agua de pasión
y enervada de flechas y espadas
de la eléctrica batalla...

Tras dos días de locura...
(rayos, cortinas de agua en cascada,
nieve, granizo en blancas balas...)
de Naturaleza furibunda
con tornados de vértigo y desmesura
con sus peonzas de ira
y sus bofetadas de viento...
la calma deja una postal
dramática de caos y de ruinas,
de pérdidas de vidas,
en cuerpo, o en negocios y casas,
carreteras mordidas y resquebrajadas
y en cosechas sepultadas,
negadas en su esencia,
perdidas junto con la paciencia
que les dio la vida...

Otoño es otoño...: ¿¡Quién lo duda!?...
Hasta las gentes, encendidas,
queman, airadas, sus frustraciones,
y gritan sus imposibles...
Llueven adoquines
y pasean en procesión muchedumbres.

Los sordos no dialogan
aunque estén unos frente a otros
mirándose a la cara...
y una riada de ira
arrancó los puentes con furia
para hacer furia el diluvio
y la sangre y su veneno
en la turbulenta riada.
Todos gritan pero ninguno se escucha.
Todos callan ahora,
cuando el vendaval se aleja...
dejando atrás el eco de los gritos
y el paso de la marabunta...

Perdidos,
perdidos como los deseos
y los sueños incumplibles...

Nadie escucha a quien no quiere,
Nadie quiere lo que oye
si no es lo que él dice y le agrada...

Gritos como piedras,
fuego airado, furioso...
lava que será piedra,
tiempo enfriado,
plasma que lento corre
para alimentar la tierra
de ira e incomprensión,
fermento de dinamita
y fusión de uranio...

Sin saberlo siquiera...
¡Todos estamos presos!
Y el tiempo es el peor carcelero...
La furia llama a la furia
y la histeria siempre estuvo en los extremos.
Por cien que gritan, callan miles,
decenas de miles, cientos de miles,
que nunca airearon banderas
con la sangre como enseña...

Hay una rebelión que desfila
y otra mayor que ni habla.
Un babel de lenguas encontradizas,
muchas de ellas, viperinas.

Los ricos se rebelan
y los pobres, marginados, ni gritan.
No existen para los acomodados
que invaden las calles
con sus banderas de opulencia...
pero ellos, los pobres, los marginados,
hacinados en guetos,
ni siquiera musitan,
ni pueden, porque tampoco les dejan...

Ellos ven los desfiles de ricos,
marabuntas de banderas
y pancartas de insultos
que les insultan
y pancartas de protesta.
Pero ellos son esclavos.
Para los acomodados no cuentan...

Ellos en sus bloques de pisos
de suciedad y miseria...
hacinados
en sus lóbregas colmenas
de extrarradio,
expulsados como mierda,
tildados de xarnegos desde antaño
y amordazados,
son los que sufren el paro,
los desheredados,
 subhumanos que soportan la miseria
y las migajas que dejan
los que portan las banderas...

¡Ha de llover!...
Ha de llover mucho,
un diluvio tras otro de verdad meridiana
para que la gente comprenda
(y el Mundo todo)
quiénes son los presos más presos,
quiénes soportan el paro,
quiénes son despreciados ni oídos
y en qué versión y en qué lengua...
y en qué tierra de cuatro barras
y en qué magnitud de odio y desprecio
los ricos los ningunean.

Gritan los ciudadanos,
                        los parias a su rutina... 
¡A trabajar a lomo partido
y a bajar en pleitesía la cabeza!...

Ignorantes, incultos... quizás...
Emigrantes todos y a la fuerza
del hambre, la necesidad y la miseria...
y muchos, claro está,
¡qué otra les queda!...
delincuentes clandestinos,
pero esclavos sin saberlo, seguro...
Y para ende, 
también los quieren apátridas...
¡No vaya a ser que, que,
recordando su origen,
añoren otra tierra y otra miseria,
y otros señores déspotas
que les hablen en su lengua!...
Y descubran que aquí,
siguen siendo siervos de la gleba
y pecheros y paganos de la tierra
como siempre lo fueron:
Desheredados  de ella
por las gentes de aquí,
que aunque no lo digan,
siguen llamándoles forasteros...
Jamás los quisieron
ni gente de la tierra los hicieron...
aunque ya no lo recuerden sus hijos
ni se les cuente a sus nietos...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ



martes, 22 de octubre de 2019

TRANSCRIPCIÓN DE LA DÈCIMA IV DE LA HABITACIÓN DEL PROCURADOR DEL CASTELL DE CUBELLES

Con motivo de las Jornadas de Patrimonio de Europa, este 13 de octubre del presente 2019, el Ayuntamiento de Cubelles realizó sus Jornadas del Patrimonio de Cubelles, que se realizaron en tres días consecutivos: viernes 11 de octubre, sábado 12 de octubre y domingo 13 de octubre, con distintas actividades (teatro, danza, actuaciones musicales, visita al castillo de Cubelles, recitación de poesías de poetas locales, exposición de obras del grupo CREACubelles, de artistas de Cubelles, de los cuales formo parte, visita al yacimiento arqueológico de la Mota de Cubelles y de la Font de la Canya, en Avinyonet, visita al Museo Arqueológica de Avinyonet y cata de vinos del Penedés), amén de la participación en la exposición de obras del grupo CREACubelles (en el castillo y en el Safareigs (Lavadero público), se me pidió que participara también con poemas. 

Las obras pictopoéticas presentadas por mí en exposició, como miembro del grupo (al que también pertenecen y expusieron conmigo ese día, los también miembros del grupo CREA, María José Collantes, Nacho Vizcaíno, Josep Oliva, Arantxa Manrique, Esther Pérez, Pere Casanoves, y yo, Manuel Millán Cascalló) eran tres caligramas (ya publicados los tres en este blog), el caligrama múltiple Amanecer (Renacimiento), que incluye cuatro caligramas, tres efigies del poeta Juan Boscán Almogáver (Joan Boscà i Almugàver), quien introduce la poesía renacentista italianizante en lengua castellana y pública da a conocer la obra del gran poeta y amigo Garcilaso de la Vega (publica toda la obra conocida de este autor), y que comprende los caligramas Ioanes Boschá, Joan Boschá, Joan Boscà, Juan Boscán (caligrama en catalán) y los caligramas Juan Boscán, retrato y Juan Boscán IV (ambos, en castellano), así como el caligrama Descriptio puellae III y los caligramas Locus amoenus III (pictograma caligramático en castellano) y el recientemente publicado Eterna pluja del temps pictocaligrama en catalán) aderezado con mis explicaciones sobre la figura de Joan Boscà y su relación con el castillo de Cubelles (del que fue su propietario y aún se conserva, en la Habitación de la Torre, su escudo nobiliario) en la clave central de la misma, sobre las características de la poesía renacentista junto con la lectura de algunos de los poemas integrantes de mis caligramas.

Amén de esta, mi aportación a la lectura poética de autores de la localidad de Cubelles, como poeta de tal localidad que soy, constaba de la lectura de un poema mío en catalán, En boca de Boscà, en donde a modo de locus amoenus y beatus ille, ponía en boca de Boscán la descripción del paisaje del Cubelles de la época en que él vivió, recitado en la entrada del castillo por Jean-François Silvente Muñoz, y una glosa de la Dècima IV hallada en las paredes de la Habitació del Procurador en la Planta Noble del propio Castell de Cubelles y su respuesta (en esta caso mía)

La estrofa escrita en la pared y en muy mal estado es actualmente invisible a simple vista, salvo el título y la palabra FINIS, pero, según el tratamiento dado por los expertos que la tienen en estudio, da una visión más perceptible:


Se trata de una poesía de temática religiosa dedicada a la Virgen María y a los sacerdotes (pastores) y santos que cuidan del rebaño de fieles al Señor, con la ayuda de los ángeles. El poema está escrito en catalán con ortografía arcaica y subjetiva. La transcripción original servida por el grupo de estudio del poema sigue lo que muestra, en lo posible y era la siguiente:

DÈCIMA IV

Esta la vella (...)
del casto amor (...)
que al ramat (...)
encomenada por lo cel mes
dolços son (...) los
pastors ab sas ovellas los
angels son centinellas
que las guardan (...)
(...) perque lo llop que las 
Espia no emporti a
Alguna de ellas FINIS

De lo trascrito se deduce su temática religiosa general, el uso de un catalán arcaico con muchos paralelismos, sino transcripciones con el castellano (probablemente en formación), como casto amor y las terminaciones femeninas en -as, así como el uso de términos del latín eclesiástico, ab  o FINIS. Ni puntos ni acentos y bastantes palabras difícilmente transcribibles del texto original que han sido marcadas por el signo (...) .

Como se me encargó una glosa del poema descubierto y escrito, propuse que amén de la lectura y explicación del poema, lo correcto, como paralelismo a la época y al propio Juan Boscán, respondiendo a la Epístola a Juan Boscán de Diego Hurtado de Mendoza con su Epístola Respuesta de Juan Boscán a Don Diego de Mendoça era responder a esta Décima IV con una décima equivalente propia y con la misma temática, aderezado con la explicación pertinente del caso a los presentes a dicha lectura.

Desconocía entonces el estado de la transcripción, que me fue proporcionado por el propio Ayuntamiento.

Para poder realizar mi respuesta, me vi en la obligación de completar la transcripción de la décima original a partir de la fotografía del texto original y la transcripción de este facilitada por el equipo y estudié el texto hasta llegar a descubrir totalmente el texto. Está claro que la estrofa se inscribe en una serie de iguales de las cuales no quedan datos bibliográficos, que el texto de la pared fue escrito a finales del XVII o principios del XVIII no siendo el único texto religioso que aparece en el castillo. Otro es claramente un texto musical que aparece con partitura. 

Lo primero que hay que tener en cuenta, sabiendo ya su temática y tratamiento, es que la décima o espinela es una estrofa característicamente castellana creada y armonizada por el músico y poeta, también dramaturgo gótico-renacentista Vicente Espinel, gran compositor de guitarra, vihuela, zanfoña y otros instrumentos de cuerda y que su décima o espinela (nombre este que alude a dicho autor) era de temática religiosa, amorosa o elegíaca que se recitaba o cantaba acompañada de instrumentos de cuerda típica del Renacimiento y Barroco. De influencia italiana, era una estrofa de diez versos octosílabos que riman en consonante conformando dos quintillas no encadenadas y, por tanto, tetrarrima...

Visto esto, lo primero que observamos es que el escrito tiene diez versos de arte menor que no riman y la razón es que, quien lo escribió es que los versos, que escritos en medida catalana serían heptasílabos no respetaban la medida al encajar en el recuadro por posible ignorancia poética de quien lo transcribió originalmente y por eso, en muchos de ellos se acaba con lo que, en realidad sería el inicio del verso siguiente. Y ello se descubría con la lectura del mismo y la observación de las penúltimas palabras de bastantes versos.

Teniendo en cuenta la temática, el tratamiento del texto, los trazos visibles de las palabras no transcritas, los tópicos mencionados en el poema y que se trataba de una décima con la composición propia de esta llegué a la conclusión de que el texto real de la misma, ya convertida en verdadera  décima sería la siguiente

TRANSCRIPCIÓN DE MANUEL MILLÁN CASCALLÓ DE LA DÈCIMA IV  del castell de Cubelles

Esta la (b)ella (donna aprés)
del casto amor (i ampare)
que al ramat (el Senyor pare)
encomana por lo cel mes.
Dolços son (d'ajuda mes)
los pastors ab sas ovellas.
Los angels son centinellas
que las guardan ((nit) (i dia))
perque lo llop que las espia
no emporti a alguna de ellas

FINIS

No hay duda de que el casto amor al que se refiere es el Buen Amor al que se refería Juan Ruíz, Arcipreste de Hita en su El Libro del Buen Amor y que la dama que, como los pastores, cuida del rebaño (ramat) del Señor, casta, luego irgen es la propia Virgen María (y la iglesia de Cubelles se llama Santa María y está, como estuvo, dedicado a la Virgen y a la tradición mariana.

Teniendo en cuenta esto, ya podía responder con una décima o espinela de cosecha propia y en catalán con idéntica temática

DÉCIMA DE MANUEL MILLÁN CASCALLÓ RESPUESTA A LA DÉCIMA IV DEL CASTELL DE CUBELLES

Àngel, pastor, verge i mare...
coneix bé el camí del cel,
guardant el ramat del Pare
i llüent com un estel,
guía de la llum i ampare.
Els pastors que la segueixen
amb ovelles obedients
d'àngels guardians penitents
s'acompanyen i gaudeixen,
fugint els llops impertinents

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

 



domingo, 29 de septiembre de 2019

ETERNA PLUJA DEL TEMPS

 
Este mi pictocaligrama representa el paso del tiempo como una lluvia de tiempos relativos e individuales... Una lluvia de relojes, uno por existencia que presentan la vida de cada uno y que, al estrellarse contra el suelo dejarán de existir de la misma que la etérea nube de Kronos les dio esencia y los lanzó al aéreo abismo de la vida.

El poema, mi poema, en catalán, deambula entre las nubes y sus hijos, los relojes, como hijos abandonados por el tiempo a su suerte, que llueven (concentrándose en los tres relojes en primer plano) y reza así:

Plou, el temps plou
com un plor infinit
de rellotges
de tota mena
i de cadascú.

Plou, el temps plou
sense fi
i a tot l'Univers.

Llàgrimes de diamant,
perles de cada temps, 
perles de cada vida,
de cada ser existent.

Plou i plou.
A tota la Terra plou
i arreu... plou i plou.

Corra un gran riu
impetuós
d'ànimes sense cos.

Plou i plou,
arreu plou
sense fi.

Segons, minuts,
estones senceres
i lapsus sense nex...

Hores, dies,
setmanes, messos,
anys... vides senceres
i temps que ens sembla etern
i que no ho és pas...

Des d'el Big Bang, plou
i plou sense fi...
Sortosament plou
aquest plor infinit
d'nstants...

Un riu mil·lenari de temps
busca el mar de l'infinit,
els astres navegant el buit
de la negra eternitat
d'aquest pou,
d'aquest abisme de nit
que sembla no arribar
mai a cap sòl contundent.

I van caient els rellotges,
els rellotges de tota mena,
com van caure en el passat,
com caurem en el futur
i com caurem cada dia
des de que el temps és temps.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

sábado, 14 de septiembre de 2019

ÁRBOL MILENARIO

Si hay alguna representación viva que presente de forma certera la sensación del paso del tiempo en un ser vivo es la de un de esos árboles milenarios de cuerpos (tallos) nudosos y retorcidos y amplios y numerosos tentáculos (raíces) hincados firmemente a la tierra y con ella, a la vida misma. Cada año añade una nueva pared, un anillo y su inmenso y bello corpachón es toda una proclama de la lucha por la vida... Su aspecto adquiere una estampa dramática y espectral como solemne y contundente de fuerza y tenacidad brutal... Es el tiempo eternizable, capaz de unir a la rutina cotidiana, la supervivencia a la brutal fuerza de la naturaleza, soportando nevadas, ventiscas, tormentas, diluvios, el fuego, los temblores de tierra, rayos, huracanes, aridez, plagas de animales, sequías, herbívoros voraces y al hombre... sobre todo al hombre ambicioso y ciego al tiempo, la paz y la belleza, con sus guerras, sus ansias de explotación, la polución... Como la roca misma, soporta todo y nos soporta elata e impertérrita.

Mi pictocaligrama es claro en la imagen del árbol milenario con su tallo gigante y bravío como lo es el poema, mi poema que lo integra:

Retorcido de años y años, de antaño...
La corteza crespa, el torso abultado...
Su pelaje de hojas ya está cansado...
y cada año hace su anillo castaño

Ya murieron otros de su rebaño
verde y en el mismo bosque olvidado
y siempre con arbustos a su lado.
Árbol milenario, vive sin daño

su vejez. No le hirió el rayo asesino
con esa eléctrica espada de fuego
y aún deja sus hojas temblar de viento...

Su tronco esculpido de años, sino
de los labrados por el apego
al suelo en el que nacieron... Su asiento..

Sus raíces clavadas en la tierra,
manos que escarban la epidermis fría
buscando su origen en la porfía
mineral de la vida que se entierra

de siglos mientras crece y se emperra
en respirar al aire libre día a día,
que a intensas bocanadas, sentía
revitalizar la savia con se encierra

cada hálito de su arbórea vida...
¡Tantas vidas a su lado han transcurrido
que ya no recuerda sus rostros ciertos!

Parece que dormita pero no olvida
vivir la intensidad con que ha vivido
y aún mantiene sus ojos despiertos.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

martes, 10 de septiembre de 2019

LA HÉLICE INFINITA

La hélice infinita es un caligrama local de recorrido en el que se presenta el paso del tiempo, simbolizado por el reloj (la hélice infinita que, en su locura infinita, no para de rotar, marcando el deambular sincronizado de nuestra vida.), equiparado al transcurso de nuestras vidas.

El caligrama que constituye el reloj de cada una de nuestras vidas, se instala en la cabecera y a la izquierda, como un membrete de nuestra vida, como si esta fuera una empresa, nuestra empresa y a la izquierda, la siniestra, que marca su inicio, su transcurso y recorrido y su fin.

El texto que encabeza el caligrama, en mayúsculas, como un grito, una llamada, tiene su continuación poemática en el poema, en letra inteligible y clara...

Gírese (como indica el círculo que encierra la esfera del reloj) desde donde indica GIRA siguiendo el sentido de la agujas del reloj, el círculo de la esfera y luego, en la esfera acabe y empiece, girando en el mismo sentido, desde la E contenida en la O y acábese en la susodicha vocal y salte a la aguja horaria y termine en el minutero (en minúsculas) para continuar en el verso que continúa el poema y así completará mi poema (y caligrama), que no es otro que este:

GIRA LOCA MARIONETA DEL DESTINO.
TU RULETA LOCA ESCRIBES
TERCO AIRE del tiempo
el vaso de la vida,
tu ataúd de cuerpo.
Tantas veces lo llena,
lo bebe bebe tu energía
y ahogas tu suerte
como escribes tus penas.
Lo que vives de día,
en él se desvanece,
marcado de giros
que se pierden
mientras tu memoria las mece
de apilados olvidos
en el pozo del pasado
del que nadie sale vivo
ni vuelve resucitado.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

martes, 3 de septiembre de 2019

TIEMPO PARADOJA DE ANTÍTESIS

El Tiempo es una paradoja de la absoluta. El Tiempo que se equipara a la vida y donde el hecho es convertido en vivencia única que se equipara a su interpretación y que desde su inicio, que quizás siquiera existió, equiparó a todos y cada uno de los tiempos  de todos y cada uno de los seres vivos que vivieron, viven y vivirán y en todas y cada uno de los objetos, paisajes, elementos orográficos y astros que existieron, existen y existirán, al vacío que integra el cosmos y todos y cada uno de los anticosmos posibles o ciertos. Invisible su reloj de arena gira cada vez que siente vacío el cubilete superior y lleno el inferior para volver sobre sí mismo y volver a empezar innumerables veces, quizás infinitas en este mundo en el que el microcosmos, el mesocosmos y el macrocosmos se equiparan en su funcionamiento, se necesitan esencialmente en su existencia y se interfieren en su esencia y su funcionamiento. Esta paradoja que alimenta su antítesis entre la sin medida de la eternidad y acronía del espacio infinito y del sinespacio con la minuciosa armonía y medida del tiempo de la Vida y lo Finito, allí donde se fusionan Heráclito y Parménides en la ausencia de movimientos y cambios con la exclusividad de que todo se mueve y su estabilidad es el resultado de la constante mutabilidad imperceptible a nuestra interpretación.

Lo posible y lo imposible acaban siendo un engaño de nuestra percepción sensorial y su transcripción racional del hecho y más de la acumulación seriada y concatenada de sucesivos hechos interpretables por nuestros sentidos y por cada uno de nosotros sin que podamos evitar el peso de la experiencia en la interpretación de un hecho perceptiblemente similar, sea idéntico o simplemente similar hasta casi la identidad.

El pictocaligrama, mi pictocaligrama, incide en esta percepción paradójica y antitética del tiempo y en la adaptación sensorial del hecho y el espacio percibido (como la desproporción de los objetos o la percepción recta de la curvo, como las líneas de arado vistas a través del vidrio del reloj de arena, dejando una línea difuminada entre la percepción sensorial objetiva y la objetiva de la Realidad Física)...

El poema que lo integra, mi poema incide en esta visión y reflexión sobre el Tiempo y la acronía del Sin Tiempo Kronos-Akronos). Pero no es el único viaje que propone el poema. Asimilada la Vida al tiempo personal e intransferible de cada uno de los vivientes, se instala en como percibir la Vida y la vivencia para que sean una sensación constructiva y plena para hacer de cada uno el dueño de su tiempo y de su vivencia y de la vivencia éxtasis de existencia:

El Tiempo y su algoritmo legendario,
suma restando pues resta sumando
la paradoja de su noria andando,
molino que de harina hará sudario

y es para cada uno su calvario
y de todos el espacio, remando
al finiquito con todos porfiando
por cada uno y por todos. Rosario,

cadena que se engarza al infinito,
acero de sus vidas maniatado.
Reptar, volar, correr solo un espacio

y cada vida con su propio grito
y su silencio de olvido sembrado.
Vivir deprisa, mas sentir despacio.

Mas cuanto vives, lo vivido es Vida...
Vayan dolor y tedio como aprecio
pues el gozo se hace corto y es de necio
perderlo por la sangre de una herida.

¡Vívelo, que la Vida ya se olvida
del placer al que se niega su precio
y del dolor que exagera de recio
cuando poca es en verdad su medida.

Futuro del presente atropellado,
tan súbito que al ser se hace pesado
sin degustarlo apenas en su zumo.

Por eso el Carpe diem antes que humo
pregona que vivir es necesario
antes de que consumes tu sudario.

Y vives si caminas y si sientes,
intensamente hasta el tedio mismo.
Tanto mejor si no odias pues su abismo
no tiene cura sino mil serpientes

que te devoran junto a tus simientes...
La envidia, la ambición, son cataclismo
y la venganza es otro paroxismo
que deja el odio siempre entre tus dientes.

Destierra la ira y toda la violencia
y deja que el amor, la inteligencia,
la memoria de todo lo vivido

llenen tu vida, tu pasión, tu nido
y vive degustando cuanto vives.
Pues viviendo, Vida es lo que recibes.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ




jueves, 29 de agosto de 2019

QUIZÁS BUSCASTE UN SUEÑO IMPOSIBLE

En un mundo dominado por la imagen y postrado ante ella, dominado por la presencia y que ha postergado a la esencia de las cosas a su nonada, en un mundo obsesionado por la mostración de sí mismo, de lo que posee, de lo que hace, en el que vive para y en el escaparate de las redes sociales para hacer predominar la presencia y en el que la imagen supone la suplantación de la Realidad por la idealidad mostrando vivir y pertenecer a un mundo paradisíaco en el que uno ha de ser admirado por aquellos que le ven y le siguen, la platonización de los sentimientos, placeres y situaciones acaba siendo una prisión de uno mismo, reo de su apariencia y de su presencia renunciando hasta a uno mismo, lo que desea y lo que vive. La imagen suplanta a la verdadera vivencia.

La objetualización de todos y cada uno de los atrapados en este escaparatismo vivencial en el que si no apareces en internet o en las redes sociales es que no existes y existir se ha convertido en aparecer en público, sea como sea, aunque sea cometiendo o perpetrando, una barbaridad, por otro lado, siempre tomada como una hazaña digna de imitar por millones de papanatas que viven para la imagen como el original al que copian.

En un mundo así, amén de lo que se haga, se compre, se deguste... el cuerpo se ha convertido en una obsesión como instrumento supino de la perfección de la imagen, de la presenca. Ya lo ha venido siendo, e in crescendo, para la mujer pero ya se prodiga en hombres y se instala más allá de la edad y del lugar en que vivamos en nuestro amplio mapamundi... Pero una sociedad sin esencia y surtida y henchida de protagonismo y egoísmo sin fin no puede ser más que una máquina de crear frustración al no equivaler ni la perfección corporal ni la platonización del entorno con lo que buenamente tenemos y podemos conseguir con el Paraíso imaginario, solo puede crear seres islas propicios a la soledad...

Esa soledad se multiplica proporcionalmente con la edad y la falta de metas conseguidas,... Todo nos parece poco y lejano a lo exquisito deseado tanto momentánea como perennemente. Nuestro cuerpo nunca será perfecto del todo (y frecuentemente cada vez lo será menos si lo agosta la edad y la física natural, el agotamiento y la imposibilidad de encontrar supermanes, superwomans ni paraísos en la Tierra) por mucho que lo musculemos, sometamos a dietas maravillosas, potingues mágicos, sesiones de rayos UVA, operaciones de cirugía plástica con siliconas y botos y toda clase de zurcidos tensionadores de piel y con frecuencia a ello se ha sumado el escepticismo, el alejamiento... quizás el abandono, la separación, el divorcio y hasta la viudedad.

A pesar de ello, la inercia y la ilusión de encontrar un trébol de cuatro hojas, una joya, quizás la perfecta media naranja hace a más de uno seguir picoteando en busca de lo imposible... Y ello ocurre a hombres y mujeres y prescindiendo de su tendencia sexual... En realidad forma parte de buscarse a uno mismo, de completarse a uno mismo en lo que le falta y en lo que desea... Por eso, en la imagen de este mi pictocaligrama, es una mujer que representa mejor tópicamente esta encrucijada vivencial que el hombre puede vivir también en total equivalencia.

Obsesionada por la búsqueda de perfección y de un amor equivalente a su platonismo se ha lanzado al mercado, quizás volviendo a los pubs y discotecas, quizás en las redes sociales en donde se conciertan citas entre gente que busca media su media naranja y en agencias destinadas a ello y especializadas en ello o grupos de singles o quizás en todo ello... para encontrar que la convergencia de fines no es siempre lo que más abunda y sí otros intereses más directos y prosaicos en el fondo más previsibles... no el amor sino directamente el sexo... un riesgo para el que hay que estar preparado y que evaluar en sus consecuencias personales. 

Así lo refleja mi poema, el poema que conforma el cabello y las sombras corporales del caligrama:

Marcada de otro origen,
tu hipnosis sensitiva,
ese imán de labios escarlata
como aviso.
BUSCABAS un cielo
en ese mundo esquivo,
un beso exquisito
y encontraste un hombre ciego,
un lobo hambriento
sin otro propósito real
que el velero de tu cuerpo
desnudo y sensual,
una victoria del deseo
del que era esclavo y reo.
Y aún si fuera del placer
sibarita y no un jinete del viento,
hallarías en su ser
una delicada promesa
y no un caníbal sin freno
que ardió en ti en un suspiro
como esos besos de olvido
con que te das al desenfreno
de tu apuesta del momento.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

sábado, 24 de agosto de 2019

ARCÁNGELES DEL POSTIEMPO

Este pictocaligrama, mi pictocaligrama, presente la imagen de un buitre gris oteando a sus pies las posíbles víctimas de su banquete de carroña. Las suyas y las de sus congéneres. Buscando pues un cadáver este arcángel limpiador de la muerte, este desinfectante de carne putrefacta, por lo mismo como representante claro de la muerte, de la que se convierte en su comensal ha tenido siempre una injusta mala prensa. Incapaz absolutamente de cazar como muestran algunos vídeos mentiroso y trucados de ganaderos interesados en cobrar por los corderos, cabritos o becerras los estipendios de los supuestos desmanes de lobos, osos o buitres y en culpabilizarles de todo a los supuestos carniceros salvajes...

Este arcángel de la Muerte o la Parca agiliza el olvido de los animales vertebrados (hombre incluido) limpiando de carroña los lugares donde habita. Su aspecto asimilado a lo desagradable se le deduce de este parentesco con la muerte y de su graznido (de ahí que, como los córvidos, se las considere aves de mal agüero, que preconizan y adivinan la muerte), pero volando, planeando es un ave, como todas las rapaces, majestuosa, de vuelo bellísimo, silencioso, solemne...

Si la imagen ya es clara en esa relación con la muerte. Mi poema, el poema que lo integra, redunda en esta relación con en esa majestuosidad de su vuelo... Un ángel, un arcángel de la Muerte a la que seguirá el postiempo, en contraposición al Tiempo de Vida y por lo mismo, tan arcángel dKronos-Saturno, el Tiempo, como de la Muerte o Parca que indica el final de la Vida y la vuelta a la Tierra, ya hueso próximo a la piedra calcárea misma, a la que acabará integrándose, como fósil, como química de composición o como ambas. Tanta es así, que la vida es asimilada me tafórica y simbólicamente, a su tiempo de vivencia como los relojes que la miden y estos, invisibles a los círculos que los buitres trazan en su vuelo.Y dice así:

Ojo avizor otea la llanura...
Relojes y relojes invisibles
en el cielo escribe de incomprensibles
tiempos que se agotan en la textura
millonaria de las vidas que aún viven
y ellos, matemáticamente escriben

sus nombres uno a uno sentenciados...
Infinitos arcángeles umbríos,
definidores del postiempo, fríos,
calculadores, echando los dados.
Gira el solemne baile de la muerte,
ruletas con la bola de la suerte

aciaga y avistado el cuerpo fútil
y percibido el hedor del siniestro,
ejecutan la orden de su maestro
Kronos cuando se ha cumplido el tiempo útil.
Solemnes vuelan ya en las alturas,
tenaces, buscando criaturas.

Y estas conocen su cruel sentencia,
escrita en el instante que nacieron.
DE ello se olvidaron mientras vivieron,
mas Kronos nunca olvida esa incidencia.
Sus arcángeles te buscan hambrientos.
Te vigilan silenciosos a cientos.

De las heridas de los roquedales
se lanzan majestuosos al vacío,
surgidos de algún antro siempre umbrío
silenciosos espectros fantasmales,
limpiadores de la putrefacción,
buscando en la carroña su razón.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ