jueves, 27 de junio de 2019

SERPIENTE DE METAL

El caligrama, mi caligrama propone el tren como símbolo de huido de cuanto nos oprime y viaje a la esperanza atravesando un paisaje de tránsito entre lo que nos reprime y lo que nos libera e implícito en ello mismo, un viaje introspectivo hacia reconocernos a nosotros en aquello que nos identifica como voluntad y voluntad de serse en lo que nos complace y apetece frente a aquello que nos niega, nos rutiniza.

El tren y el paisaje de montañas sin vegetación, árido como todo aquello que nos reprime, nos duele, nos cuesta y nos disgusta, incluida la urgencia cotidiana, y el tren de la liberación en su tránsito hacia nosotros mismos. Sus negras letras, mayúsculas son gritos de liberación.

Desde el tren saltamos al paisaje para seguir el recorrido de mi poema, siguiendo el sentido de las agujas del reloj para concluir a nuestra derecha con un mensaje de liberación y esperanza con el renacimiento de uno mismo como voluntad y deseo de ser.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

domingo, 23 de junio de 2019

SOS, LA TIERRA ESTÁ ENFERMA DE MUERTE

Caligrama, en imagen y poema, reflejan por igual el drama contemporáneo que no es más que el resultado de nuestra acción acumulada desde nuestra aparición como especie en el Planeta que nos ha creado y el resumen de lo que realmente somos, una plaga, una enfermedad que está acabando con la Tierra. Ya nos hemos instalado en el cambio climático y su deriva hacia la desertización de la superficie terrestre, la fulminante y dramática pérdida y extinción de multitud de especies de animales, la sequía pertinaz, el aumento de las temperatura, el deshielo de los polos, la contaminación atmosférica, la proliferación de basuras indestructibles que invaden el mar y la superficie terrestre...

Precisamente la imagen de este pictocaligrama se centro en la destrucción de nuestros mares con la proliferación de enormes islas de plástico y la evidencia de animales atrapados en ellos, envenenados y desorientados... La muestras son múltiples, la imagen es clara e imagen y poema son claros en la denuncia de nuestra acción y la urgencia innegable de tomar conciencia del problema e intentar mitigarlo, porque la solución real y completa, dudo mucho que pueda darse...

Un terrible cáncer mata la Tierra.
Una especie que se cree Dios viviente
e ignora que es de Satán su patente,
con la misma vanidad que este encierra.

Se cree el Señor del cielo y la tierra
y de todo cuanto plante simiente,
viva, exista o sea posible fuente
de riqueza, ignorando cuanto yerra

ni cuanto pone en peligro la vida
del Planeta que lo creó y alimenta.
Su ambición no tiene límite alguno.

Su vida abrió y hace crecer la herida
que su codicia y violencia aumenta...
Imposible es poner freno ninguno

a este ser ciego a su poder nocivo.
Destruir y destruir,,, un reguero
de muerte es ya su rastro más certero
desde que fue consciente de estar vivo.

Un ser cruel, egoísta, expeditivo,
que se creyó inteligente, sincero,
olvidando ser calculador, fiero
como sentimental e irreflexivo.

Tras de sí fue dejando ruinas, ira,
corrupción y montañas de basura
indestructible...: plásticos, papel...

radiación, enfermedades, locura...
armas abominables... y delira
esconder un dios bajo su piel

que arreglará este estropicio sin freno
cuando siquiera es capaz de escuchar
al distinto como de respetar
su cultura, ni propiedad. Un truco

de ira le precede y secunda obsceno
a este ser empeñado en dominar
cuanto conoce en cielo, tierra y mar,
que un día creó el trinitrotolueno,

la bomba atómica para la paz
y se empeñó en crear élites blancas
y pobreza y miseria en los demás.

Que viste su odio con antifaz
y vive montado sobre las ancas
del vasallo, bailando a su compás...

ignorante, alienado y obediente.
Un consumidor nato e inconsciente,
comprador de cuanto su amo le ofrece
en pos de una comodidad superflua.
Tener y tener: placer del presente
cuyo narcótico nos adormece
de felicidad fútil e insaciable.
Es el elixir, fuente inagotable
de acumular basura indestructible
que ha hecho del Mundo material fungible,
pasto para la muerte del Planeta
y prueba de nuestra destrucción completa
con nuestro mundo como combustible.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

viernes, 14 de junio de 2019

MÍMESIS CLIMÁTICA

Sin duda podemos ser un perfecto espejo del clima. La abundancia de Sol, da más horas de vida, los países soleados ponen color a sus días, se vive en la calle y son más dados a la alegría, a la fiesta, a solazarse al sol en el dolce far niente, no de la pereza, sino de la despreocupación de aquello que nos agobia, desrepresionándose al calor de nuestro Astro Rey, en una terraza, paseando. Consecuentemente, cuando las horas de Sol son menos, la luz es menor, el cielo está encapotado y aumenta el frío, se tiende a cobijarse bajo techo, en casa o en el trabajo, hay más tiempo para la reflexión, para el estudio, `para la rutina, para el sueño como para agobiarse de sí mismo, deprimirse y tender a lo intimo como a lo dramático... filosofía, pero no vida... Como Serrat, yo también soy mediterráneo, vivo en la calle, me gusta pasear, disfrutar del color y la vida, la buena vida en contacto con los amigos y los seres queridos...

Los días encapotados, lluviosos se nos asocian a tristeza, a melancolía lo mismo que los lluviosos, grises y tediosos... fríos y ajenos, dignos de encerrarse en casa con una copa de vino o de coñac a la luz de la lumbre de la chimenea...

El caligrama, refleja fielmente el concepto... La imagen de un hombre cualquiera con aspecto decaído, brazos, caídos y rostro de aspecto indiferente, abstraído y de alguna manera APÁTICO A LO QUE EL DÍA LE OFRECE sirve perfectamente como envase del poema, casi sin recovecos ni juegos visuales... solo gritos con sentido simbólico y dobles sentidos afines al contenido y la imagen...

Así reza mi poema:

Incesante.
El cielo gris plomo
hería la ciudad.
Yo, sentado, esperaba
un rayo de Sol y de esperanza
que nunca vino.
Tampoco 
la lluvia con su traje
vítreo VINO.
Sólo esta tristeza
gris plomo
acudió ese día gris
de tedio INFINITO.
Nos maldijo
de tristeza,
arrastrando los minutos y las horas
de plomo,
Melancolía.
Nostalgia.
Las horas
se estiran de otoño
en PRIMAVERA

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 10 de junio de 2019

DE ENTRE LAS MUSAS CELESTES

De siempre que las musas de la inspiración son mujeres, caprichosas, bellas, hipnóticas, que, como el agua, precisan de claridad y transparencia para mostrarse en la hermosura imantadora de su ensoñación. Su aparición borra todo otro atisbo y su sinuoso cuerpo ofrece  todo el mar sensible de sus curvas en excitante e intenso viaje hasta procrear el Arte como plasmación definitiva de la idea. En su sugestión se cabalga el viaje de los sentidos, el éxtasis del sinespacio y el sintiempo que fabula la creatura fusión de su belleza y tu energía fogosa y ofuscada con hacerlo real, más allá de la abstracta ensoñación de tu mente y acaba en la concreción donde se fusionan imagen y poema, donde fusiono imagen y poema en el pictocaligrama que aquí veía... Si quieres saber lo que dice, esquía en las sinuosidades del numen, en los contornos de su cuerpo y hallarás su pleno sentido, de izquierda a derecha, de abajo a arriba y de arriba a abajo... La inspiración es esto y no deja de ser un juego que el receptor debe seguir para hacerse partícipe de la creación y hacerla suya... Nosotros solo fuimos soporte, inspiración, sugestión, evocación... sugerencia... ¡Dale tu propio sentido y así le darás la vida que el papel o la pantalla aprisionan en el tiempo y en el espacio!... ¡Libéralos y crea!... Esta musa aún puede ser más bella... Vívela y la harás belleza tuya.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

domingo, 2 de junio de 2019

PREVISIBLE CONDENA: AUGURIO

Un caligrama de recorrido alterna el poema con caligramas locales en donde se deduce un momento condenado a la extinción en donde la Humanidad se aboca a un lento y progresivo holocausto que comienza por los más desamparados pero que concluirá en todos a partir del odio de los nacionalismos que se levantan en una actualidad histerizada de patriotas y egoístas ciegos a las miserias ajenas.Los símbolos utilizados en las imágenes caligramáticas son claros: la hélice del tiempo, las dos calaveras humanas, la serpiente de la Naturaleza y la de la naturaleza humana, la escalera que desciende al averno de los sufrimientos, el péndulo que describe la espada de Damócles y la guadaña de la Muerte...

Los malos augurios fluyen desde el agotamiento de la Tierra, el Cambio Climático, la irreversible contaminación del Planeta y el creciente éxito de los nacionalismos, patriotismos exacerbados, la xenofobia, los movimientos extremistas de deriva fascista y nazi... las perspectivas no son precisamente buenas y los síntomas derivan rápidamente hacia la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial si los gobiernos histéricos de Trump, Putin, Bolsonaro, Salvini y un larguísimo etcétera, auspiciados por votantes de su misma idiosincrasia no se aplacan de tolerancia...

Así reza el poema que lo constituye, mi poema:

Arrastra la corriente
hélices sangrientas.
MUERTE SOBRE MUERTE
se hila
la TÉNEBRE ESCALERA.

Tu abismo excava,
                agujas, espinas,
                                espadas, sables...

cuerpos  rotos sobre la grava,
                lágrimas de diamante, danzarinas,
                          sombras de espectros inconfesables.

Una SERPIENTE ARRASTRA SINUOSA
su hambre asesina
                                       sobre el negro cristal de asfalto.
Teje la ciudad su telaraña de cobalto.
Rubíes de dolor, gritos
                                                                    de eléctrica maraña:

El péndulo del horror.
Trazan su guadaña
la miseria, el odio... lo alimentan;
la ignorancia lo devora;
poco importa que mientan
sus instintos,
la Muerte juega con su hora
y está enamorada de infelices, forasteros y distintos.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ