jueves, 26 de diciembre de 2019

RELLOTGE

El pictocaligrama, mi pictocaligrama, incide sobre la simbología del tiempo: bailarina y compás. Brazos y piernas de la bailarina configuran sendos relojes en su giro en los que los brazos y las piernas son las respectivas manecillas del reloj. La bailariba, como el compás, el ritmo del reloj, el giro de sus manecillas, flotan en el aire y el giro de ella traza un reloj que llora sobre un paisaje de geometría pura. La supuesta línea del horizonte la marca un abismo que termina una llanura con árbolos geométricos sin matices. Un plumier cerrado de madera guarda los secretos de la vida y asemeja un ataúd y más allá del abismo, las mopntañas son troncos de cono, pirámides, pirámides truncadas como síntesis de los cuerpos que ejemplariza. Y para culminar el abstractismo surreal implícito. El Astro que lo ilumina es una bombilla que vuela en el espacio... Un espacio iluminado sin matices ni nubes, todo luz.

La imagen muestra una imagen aérea en donde el paisaje se extiende bajo los cuerpos voladores: la bailarina que baila sobre el reloj que llora, el compás... y, a lo lejos, un Sol-bombilla ilumina esplendente la imagen del pictocaligrama.

El poema, mi catalán, en catalán, relata el simbolismo del tiempo en paralelo a la imagen y reza así:

El temps és una vertiginossa ballarina
que gira la seva bogeria segoan a segon.

I és una ballarina clàssica que gira
minut a minut cada hora.

Iés una ballarina autómata,
de marbre blanc, i cor que batega
al segon i en mig dia
fa lentament el seu vol.

I és una suma imparable
que és mou segon a segon
i vança del zero al zero
sense detenir-se ni un cop.
És tenaç, maquinal, persuasiu
i és un carceler invencible i fidel...:
el millor corredor de fons.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

El poema, pues, describe el funcioamiento de un reloj equiparado a una bailarina que és, a su vez, un automata, cuyos giros, como en el reloj, precisos, constantes y tozudos, duran 12 horas sin desajustarse, con la implacabilidad propia del tiempo, exacto y frío.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ 

lunes, 23 de diciembre de 2019

DRAGO

El drago canario, Una especie autóctona canaria, endémica, arcaica y espectacular, sirve aquí como símbolo de l paso del tiempo, la vida, eternizable y perenne del sin tiempo. El árbol humanizado reflexiona sobre la memoria del tiempo convertido en Sin Tiempo.

El poema, mi poema, como mi pictocaligrama, incide y relata, en catalán la reflexión del drago, basado en la memoria de un superviviente que ha perdido incluso sus iguales y cuya vida longeva ha igualado la impresión del paso del tiempo, como un narcótico que adormila y equipara las sensaciones, convirtiéndolas en equivalentes como una de las expresiones características del Sin Tiempo en la sensación de que, aunque el tiempo sigue, todo sigue igual, como si fuese un mismo instante prolongado hasta el infinito.

Así dice el poema:
Ja no m'enrecordo de quan era una llavor:
Fa tant de temps
que les arrels resten nacortitzades
d'humitat i de fredor!...
Tant de temps 
a aquesta tant fort ancorades
que res recordo d'aquells brots menuts,
i les primeres fulles verdes.

De mi varen sortir uns tentacles retorçuts
amb llantols pilosos i toçuts
que s'endinsaven a la terra freda i humida
i una tija que buscava el Sol i l'aire lliure
i la llum que espavila la vida.

Crèixer va ser un esforç inacabat.
Encara continuu creixent.
Ho he fent durant més de mil anys...
Per mi no existeix res que sigui urgent
quan el temps s'arrossega parsimoniosament
i semblen iguals els dies i les nits,
les trinades dels ocells ferits
d'amor i l'ulular del vent
ferotge i embogit,
si no fos perquè, si els més fa Sol, d'altres plou
o fa vent,,, La neu o la calamarsa ens ve de nou
en aquesta terra que els volcans han parit.
Pares, tiets, fills, nets... La majoria són morts,
però jo aguanto el que sigui...
Ni de morir m'enrecordo
clavat en aquest llit
de terra fosca, gris marronossa
filla de la lava ja rocossa.
I és que no deixo de ser un ésser prehistòric,
altiu, petri, majestuós, endèmic, peculiar
i inconfussible...

El meu cos, escolpit d'anys, es retorça,
dures són les escames de l'escorça,
pétrees i ferides de surcs profonds
i la copa, verda i altiva
corona aquestes branques poderoses
ressistint el dies que Kronos i Kairós
fabrica de monotonia irreflexiva
o d'ira capritxossa i destructiva
i clima molest, de patir com un gos.

Kronos es va oblidar de mi i d'aquestes
illes farcides d'espècies com jo,
endèmiques fumejades de volcans
d'encastellades crestes
i pell de lava endurida
i de bombes poroses per la ferida
del magma ardent
com per la fúria dels huracans, 
però mimades de Sol
revifador
que ens omple de serenor
que fa enlairar el vol
de la imaginació somiadora.

Visc la longevitat
sense adonar-me, adormit
de temps i el meu cos gegant
és ja un guerrer impassible
que sobreviu al seu oblit
amb Kairós batallant
una eternitat imppossible.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


domingo, 22 de diciembre de 2019

TRÁNSITO COMÚN DE LOS HUMANOS VIVOS

El tiempo es una vorágine representada por un tornado furibundo para representar simbólicamente mi tiempo, mi vida, tu tiempo, tu vida... la vida de cualquier ser humano y en el vértigo torbellino, un renacuajo es quien nada entre placenta en el seno de la madre, será bebé desnudo y desvalido. La infancia, jugará loca peonza mientras crece de energía pura para ser molino adolescente, al viento de las ideas, las sensaciones, los goces y las desgracias multiplicadas por el dramatismo juvenil. La ingenuidad aún pura te hará bailarina de tus deseos, tus conquistas, tus impulsos, tus ideas, que marcarán tu compás... Eres tú mismo cuando ardes en el fuego ardiente del amor pasional que te arrastrará hasta la seguridad del control de tu vida. El vértigo del tiempo es ya un helicóptero. Te has establecido, trabajo, una familia... rutina que, ventilador disipa en urgencias y obligaciones tus ideales... Atrapado en el Sistema, la madurez avanza hasta convertir en el animal de carga que arrastra tu vida, tu mundo... Sobrevives, te sobrevives a ti mismo acarreando tu madurez  hasta agotar tus fuerzas, tus ilusiones, tus principios y convertirte en un náufrago de tu vida y de cuanto acontece... Alcanzas la vejez agotado y cedes el mando a la juventud de tus hijos, si los tienes, o de los jóvenes si no los tienes... Tu vida es un rodillo que hará un rodillo de ti mismo... La vejez hará de ti tedio, agotamientpo, olvido que se prepara para la moribundez y la muerte... donde se completará tu ciclo, mi ciclo, nuestro ciclo... el ciclo de todos y cada uno de los humanos, que fueron, han sido, son y serán...

La imagen relata el pictograma caligramático como un tornado en la dramática tormenta. Los símbolos del ciclo vital giran en el cono del tornado vertiginosos. La Tierra es un paisaje en blanco y negro, a merced del Tiempo y el Tiempo, es, amén del tornado donde gira eléctrico el tiempo hecho reloj entre rayos y una oscuridad tenebrosa. El cielo azul y las llamas de la pasión son el único color de la imagen... La Naturaleza y la pasión... dos símbolos vitales, el de lo perenne y el de lo concreto...

El poema se explica en el mismo sentido de la imagen, reforzando su contenido. Mi imagen caligramática, mi poema se dicen en versos así:

Del limbo huevo, pez que en caverna
nada, alumbró el dolor, nació muñeco
que lloró al ver el Mundo un reloj nuevo
de sangre y carne sobre huesos blandos.

Creció peonza mareada en juegos
y aprendió de libros y de espejos
para hacerse llama de pasión y fuego
y ya era molino de aspas al viento
moliéndose a sí mismo, harina blanca
de rostro juvenil, dinamitero.

Aún cándido, giraba bailarina
de brazos manecillas de su tiempo
y piernas de compás de altivo vértigo
que tornado giraba con eléctrico
impulso las dos aspas de su hélice
de helicóptero vigía y viajero...

Y conoció el Sol de la Luna Llena
y se hizo planeta enamorado
que fue labrando en piedra su armonía.
Un rodillo apisonadora tenaz
que aplastando en rutina sus días
y de esa harina gris de tedio y hastío
fue naciendo el cansancio y el olvido.

Descubrió que su esqueleto era de piedra
caliza, pero hueco por dentro,
duro y frágil cristal perecedero
y renacieron los caprichos de niño
mientras araba su mente y su cuerpo
y un alud de fría y dorada arena
atrapada en la jaula de cristal
estrangulado, sepultaba entera
su vida en granos caídos al pozo 
donde, polvo o ceniza, ya no somos
sino pasto del sedimento antiguo,
polvo al polvo al que todos nos unimos.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

miércoles, 4 de diciembre de 2019

TU PROPIA RED TE ATRAPA


Volvemos a la identidad de la Vida concreta con su propio Tiempo. El pictocaligrama, en este caso, claramente diferenciador de la imagen concreta de la araña y el hombre amenazado de ser devorado, como exclusivo dibujo más la telaraña, también imagen, como sustentadora del poema, mi poema como mi pictocaligrama presenta la imagen simbólica de como la Vida de cualquier ser humano, se convierte en la araña que teje o urde la telaraña que nos va atrapando en sus urgencias, rutinas y hábitos hasta hacernos incapaces de salir de estas, desembarazarse y dar mayor libertad a un Libre Albedrío condicionado y determinado por el peso de las vivencias, la experiencia, los conocimientos adquiridos, las relaciones sociales, el trabajo y los hábitos, así como todo el entorno, la sociedad que nos rodea, el Sistema que nos impone sus urgencias y su relación con el momento histórico que vivimos. Atrapados por nuestra vida, que es también nuestro tiempo, esta acaba determinando hasta el momento de nuestra muerte... Creamos la vida al vivirla, pero esta se adueña de nosotros y no nosotros de ella y acabamos siendo víctimas de nuestra propia identidad y nuestra propia esencia...

El poema redunda en este relato como la imagen en el simbolismo de su contenido, imponiendo el simbolismo de vivir entendido como la esencia existencialista, el dolor de vivir, más allá del vivencialismo que proponía hacernos protagonistas de ella, conductores de nuestra nave...

La exposición de la misma en el poema va más allá de la clara imagen del desdoblamiento de la vida, como tenebrosa tarántula y como cuerpo humano y carácter y psicología que nos identifica como identidad diferenciada y personal (el cuerpo del hombre) y hace que la red de la telaraña repita el poema varias veces en la misma, como radios sustentadores, como círculos concéntricos que pasan una y mil veces por la misma vivencia y que la viven y sienten de una forma diferente por la experiencia anterior acumulada y que además se marcan por los quebraderos o complicaciones de determinadas vivencias representadas por los zigzags que recosen nuestras vidas para seguir su transcurso con la existencia, en lo posible, bajo parámetros similares (pero las huellas de estos eventos son imposibles de negar, de olvidar y menos de borrar porque son eventos que marcan irreversiblemente nuestras vidas y se convierten en detonantes de lo que prosiga en el transcurso vital).

Bajo estos parámetros de simbolismo temático, el poema, mi poema reza así:

La vida es una larga soga
que va trenzando de vivencias
y de éstas, lía y hace nudos
perennes y guarda fotografías.
La soga se hace elástica y traidora 
y crece eterna mientras se elabora,
pues, de vivencias, se hace telaraña
y ella es la araña y tú la perpetua mosca.

Puentes que trazará radiales,
que sostienen el pensamiento
desde el pozo orondo de su boca
y el tiempo, traza las hélices crecientes,
concéntricas y pegajosas,
que del vértigo inicial, la experiencia
tornará lento y, paulatinamente,
en parsimonioso aunque lo sientas
cada vez más acelerado.
Cuando acabe, te devorará,
caníbal de ti mismo...
y el viento de años, lustros y decadas
y siglos y milenios borrará
la red que te tejiste
deshilvanada de olvidos.
Nadie sabrá que viviste.
Serás un grano de arena más
que el océano del Tiempo 
acaricia, golpea, lava...
y se pierde en el infinito.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 2 de diciembre de 2019

NEO "BEATUS ILLE"

El clásico tópico de Horacio que contraponía la vida urbana, agitada, superficial, interesada, rutinaria y asfixiante, que los renacentistas de la Contrarreforma asociaron, no sin cierta razón, con viciada, pecaminosa y corrupta, a la vida rural, sana, en armonía, pura, que permitía la contemplación de la Naturaleza, la degustación de esta y la asunción de la paz exterior de la Naturaleza con la paz interior y la armonía entre hombre y Naturaleza, sensibilidad física y fisiológica con la anímica es la que los románticos y neorrománticos, como ecologistas y contraculturales, pacifistas y ahora antisistemas asociamos con la Libertad del individuo, asociada y sumada a las ya asumidas virtudes que apuntaba el tópico horaciano como el anacoretismo antiguo y medieval y la ascética y mística de la Contrarreforma... ¡Y qué mayor sensación simbólica de Libertad y de dominio de sí mismo y del mundo que nos rodea que el vuelo, el planeo solemne, majestuoso y mayestático de una rapaz como el águila real sobre los roquedos, bosques y praderas de una zona alpina de alta montaña!... Ese ansia de Libertad es la que muestra y simboliza este mi pictograma caligramático, en diseño del águila en vuelo rasante sobre las altas cumbres y el poema, mi poema, que lo integra, reforzando la imagen del águila, dueña del paisaje que observa y escruta minuciosamente.

Así dice el poema que lo integra, en este caso, en catalán, que huye, en altivo y majestuoso vuelo del paisaje urbano, dominado por el hombre para sobrevolar los campos y definitivamente los montes y peñas de la alta montaña para sentir a pleno pulmón es Libertad incompatible con la, polucionada,  rutinaria, tediosa y asfixiante vida urbana:

Volar sobre l'aspre paisatge humà.
L'immòbil ramat d'edificis pasturant
atrapat per camins i carreteres
de negra asfalt i per camps freds con àrids,
farcits de plàstics i llaunes oxidades
per fugir cap a la Llibertat de la Natura.

Planejar sobre el paisatge immens i obert
sense fi com un àliga real
de vol solemne i silenci absolut,
observant-ho tot, contemplant la bellesa
de la infinita planície, on juguen
les aigües parsimonioses dels rius calms;
els roquissars de les altives montanyes
on els rius saltarins d'agües cristal·lines
transiten angostos congosts de murs
impossibles i plens de verals umbrívols,
els imponents penya-segats i els boscos
atapeïts d'arbres gegants d'un vert
hipnòtic i volar i volar com àngel
que surca la pau, lliure, el concert
de la veritable bellesa de la Terra.

L'elixir de la vida és contemplar
allò que la Natura ens ofereix,
sentir el silenci per comprendre-ho
tot, per així estimar-ho i gaudir-ho,
per menjar-ho i beure-ho amb plaer
sibarita, aquesta eterna obra d'Art
que el temps i l'espai, amdós, ens regalen
per fusionar el temps i el sense temps
en un mateix instant del sense fi

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

El poema propone pues, en un vuela una escapada de angustiosa rutina del hastío y superficialidad urbana a la Libertad, la Paz, la Belleza y la Pureza que la contemplación de la Naturaleza agreste ofrece por sí misma en su hipnótica visión y en la degustación de su belleza y paz inmensas. Una huída de la urgencia para encontrarse a sí mismo en armonía con el espacio incontaminado que nos dio la vida y al que debemos nuestro origen y nuestra esencia primigenia y con ella, la Libertad que perdimos camino del egoísmo, la comodidad y la superficialidad del mundo que nos hemos construido creyendo acercarnos hacia la supuesta perfección cuando en realidad nos construíamos la prisión que acaba asfixiándonos sino acaba siendo también la causa de nuestro propio exterminio con la de nuestro propio entorno y la del Planeta entero.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ