jueves, 14 de noviembre de 2019

CORDÓN UMBILICAL

El caligrama muestra un cargador de móvil. Conformado por mi diseño y mi poema aludiendo a la importancia excesiva, la dependencia absoluta que ha representado este avance tecnológico, cargado, sin duda de virtudes, pero también de una dependencia absoluta que anula la reflexión, la capacidad intelectiva y la voluntad de los usuarios hasta la estupidización absoluta...

El cable de conexión se ha convertido en una soga que asfixia la voluntad del usuario y le arrastra a la banalización de la Realidad en aras de una conexión prioritaria con la sociedad tal que le arrastra al consumo, a la anulación del libre albedrío, a no discriminar la información recibida, a la sobreinformación, a la pérdida de criterio de enjuiciamiento, pero sobre todo a la escaparatización de su vida en un mundo en el que, para existir, lo importante es la continua presencia renunciando a la esencia e idiosincrasia de uno mismo. Una originalidad estúpida e irracional, un desmedido afán de protagonismo, una mímesis de aquello que triunfa o esta de moda, lo desborda y malea todo haciendo de un útil, un verdugo y, esencialmente, un medio ideal para la estupización de masas.

Como si se tratara de un imán en su minarete, el móvil, alimentado por las redes sociales, internet, facebook, WhasApp y compañía ha convertido al móvil y cuanto muestra en un Alá al que se le rinde culto sin sospechar la nonada, la aniquilación de la personalidad que produce en los usuarios...

Diseñó de imagen y poema confluyen en esta definición.

Así reza el poema que lo integra, mi poema:
Por esta soga nos unimos al Sistema
y cargamos las cadenas del ahora,
y con esta soga nos marcan la hora,
nuestros gustos como nuestro lema
plasmado en la luz de una pantalla
hipnótica que en nuestra vista estalla

de mágicos propósitos banales
y nos habla en boca de conocidos,
parientes, amigos, desconocidos...
siempre con mensajes subliminales...
Teléfono micrordenador, 
es ya nuestro invisible torturador.

Adictivo: WhatsApp, redes sociales,
facebook, twitter, internet, GPS...
una comunicación ya sin cese...
Esponjas de información, ventanales
de cuanto, sin filtro, se nos aboca.
Lo que nos dice, va de boca en boca

sin juicio moral, sin pudor ninguno,
sin discriminar verdad o mentira,
realidad o ficción que delira...
Es un tótem de todo lo oportuno
que se nos muestra sibilinamente
para atar al Sistema nuestra mente.

Amazon, wallapop... cuenta bancaria, 
bitcoins,paypal... y dinero de viento,
publicidad continua, webs sin cuento,
wikipedia, venta hipotecaria,
navegadores del infierno y cielo,
fuego, cemento, asfalto y hielo.

Tú también estás en venta de datos
y ni siquiera te enteras de quién
los mira y los usa para su bien,
ni cuáles serán sus oscuros tratos,
pero es seguro que el poder los sabe
y que de todos saben cuanto cabe...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

De paso, el poema delata el uso que hacen organizaciones criminales, estafadores y, sobre todo, los poderes fácticos (politicos, económicos, comerciales..) con nuestros, con la ignorancia de que los poseen, cuántos y quiénes, ni mucho menos qué hacen con ellos y, por supuesto, sin nuestra aquiescencia. 

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