lunes, 19 de febrero de 2018

ELIXIR DEL TIEMPO IGNORADO

La mejor percepción del tiempo es aquella en la que el tiempo se pierde en la vida y en la vivencia y no se es consciente del tiempo ni de su paso, es el tiempo vivido realmente y el tiempo ganado en vida real, ese es el verdadero elixir de la vida, el del tiempo ignorado.

El caligrama lo representa encerrado en su envase en contraposición al tiempo de hastío como un desierto de vida en el que el paso del tiempo nos agobia y percibimos lo vivido como algo perdido cuando la realidad es todo lo contrario, la vida disfrutada no es consciente del tiempo que ya ha pasado porque es un tiempo disfrutado, vivido de verdad... Puede que su sombra se alargue en la consciencia y que el disfrute que nos lo suministra sea entonces percibido como un frágil soporte en inestable equilibrio (en la imagen del caligrama, la cuchara), pero los placeres degustados, la vida percibida como un placer tiene un valor incalculable. No en vano la sabiduría popular lo recoge como "Que me quiten lo bailado", porque efectivamente, nadie puede quitarte la vivencia, ni siquiera el olvido que, en todo caso, rememorizará el momento y el placer, lo disfrutado y lo padecido, disfrutado y padecido está: vivido y vivencia...

En cuanto al poema que lo integra, se reparte entre las etiquetas de la botella, cerrada para que no se pierda su valioso contenido, y la cuchara, como poso del elixir ya saboreado.

La marca del elixir es título del poema y en cuanto al contenido del poema. El Sol es la fuente de vida, el motor que nos la infunde como la consciencia de esta y de él bebo la vida en sí misma como un elixir de energía... el disfrute no podrá frenar el paso del tiempo y por eso, aunque me sienta plenamente vital, no quedaré mancebo porque no podré evitar que el cuerpo envejezca, ni me haré caracol, porque me seguiré sintiendo vivo y porque, al hacerlo, no viviré a contrapié de lo que la vida me ofrece (la vida hay que disfrutarla, en lo posible, como viene, es decir, carpe diem, aprovecha el momento, la vida como placer cuandoi así se te ofrece y no le busques tres pies al gato. A pesar de que el tiempo corre (el reloj asesino sigue siendo Kronos devorando a sus hijos: el paso del tiempo) y viviendo se va articulando mi destino, que no será otro que la muerte, sí, pero al menos habré vivido y habrá valido la pena vivir lo vivido.

Por eso el poema, mi poema, reza así:
De este elixir de Sol
viviente del que bebo,
no quedaré mancebo
ni me haré caracol
si por beber me pierdo
viviendo con el pie izquierdo.
ESE RELOJ TENAZ 
Y ASESINO
que así se hilvana,
es mi destino

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 12 de febrero de 2018

INQUIETA ACTIVIDAD, ARDILLA

Huyendo del hastío y sinsentido de la cotidianeidad, del hartazgo de la situación política, económica social de mi entorno, hacia la paz horaciana del Beatus ille y más aún hacia el paradisíaco Locus amoenus de la profunda Naturaleza, buscando el aire puro que  niega la asfixia urbana, la Paz, la Libertad, esta la fronda nemorosa de los bosques donde reconciliarme conmigo mismo y con mi entorno y en esa inmensidad serena, la inquietud eléctrica de una ardilla hipnotiza mi mirada por el simple contraste con el entorno y entre ambos hilvanan esa liberación que me devuelve a mi estado más humano y natural...

Un pictocaligrama este, en el que el cuerpo meridiano del esciúrido atrapa el poema, mi poema, que le define y le describe... Es uno más, una tesela más del mosaico que integra ambos tópicos clásico en la eternidad perenne de la belleza salvaje como apacible de la Naturaleza...

Y el poema dice así:
Vivaz, eléctrica, trepando está...
roble, nogal, castaño, encina altiva...
bellota, nuez, en sus manitas ya,
royendo a velocidad activa.

De la rama al troco y al suelo va,
eléctrica pasión, acción más viva,
toda velocidad revelará
un nervio que al mirarla te cautiva.

Cola plumero de belleza pura,
enhiesta o enrollada de elegancia.
En sus manos, atrapada va una piña

que roe con tenacidad, premura
y voracidad siempre ágil constancia,
ardilla laboriosa en su rapiña.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

domingo, 4 de febrero de 2018

VÉRTIGO. PREMONICIÓN

VÉRTIGO. PREMONICIÓN
Manuel Millán Cascalló

Allí donde se aboca el precipicio a la Nada y el cielo muestra ventanas imposibles a la esperanza, cerrada a su futuro nebuloso, un sol de sangre y fuego alumbra el desierto programado donde ya no se impida a la palabra del poder del poderoso ser único altavoz de su ave siniestra y el dedo dictador, bandera y patria, religión de furibundos cristianos talibanes, eterno, imponga, a su capricho, voluntad y mentiras y el horror sea cotidiano fantasma en un mundo de autómatas lacayos donde mi libertad petrificada yazga en su marmóreo mausoleo mientras se agita el péndulo tirano, dictando a voluntad sobre su tierra engañada y encadenada a su capricho tomará cuerpo y verdad esta imagen premonitoria:


DEDO DICTADOR

Tú, autoritario dictador, dictas
señalando, acusador, los penados
de tu ley y tu poder. Señalados
de tu índice inapelable, invictas

obligaciones por demás estrictas.
Y tras el dedo, el rayo, ya implicados
quedan estos, por el orden, marcados,
asignados al deber que les dictas...

Por algo, de dictador y tirano
se reconoce tu gesto tenaz
e imperativo siempre contumaz...

Ese dedo dictador de tu mano,
ese dedo fulminante y tu rayo,
convierten al señalado en lacayo.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Antítesis será de tu rostro de airado perro descerebrado cuyo delirio poblará el desierto de obedientes lacayos, mudos a la Libertad, sordos a la Barbarie y la Injusticia y sellados en la lápida del mausoleo, mis miedos dictarán mis últimas palabras libres antes del vértigo caníbal de tu furia xenófoba surgida del recóndito pozo de tus poros, como cráteres siniestros...: Sangre, sudor y lágrimas (Blood, sweat & tears) labrado en un poema...:

TESTIMONIO ÚLTIMO

Cuando de brumas te amparas, furtiva,
ojos que no ven, celada o delito,
el misterio te acompaña, mosquito,
la duda te acecha y queda cautiva

la conciencia, la sospecha se aviva
de aguijones de un ejército proscrito.
El dolor se expande, haciéndose grito
mientras la herida late combativa.

En el retrovisor de lo vivido
acucian fantasmas que te persiguen
aunque lo niegue el dedo parabrisas.

Los buitres acechan, plantan su nido.
Su sombra acusadora ves: ¡Te siguen!...
Y conoces del terror ya sus premisas...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Inútil testimonio para sordos... Ciegos también están millonarios acólitos que creen que de la sangre contraria surgirá un edén de lujuria todo placer de ángeles delirio...

Y fuese del vaivén, el magma de dolor, semen de muerte, infección letal, martirio... Millonario bosque postrero de futuros esqueletos, antes cuerpos retorcidos, músculos deshilvanados, cuerpos a jirones, vísceras que hieden en su tránsito al polvo definitiva desde el corrupto crepúsculo de carroño presente...

Se extiende desde entonces un árido desierto, reino de los chacales, las hienas y los buitres, en donde se plantan sus nidos entre gritos siniestros y sarcásticas risas los verdugos mentirosos y araneros de los edenes perdidos y las carnes purulentas de los corruptos...

Siquiera quedan ya blancos huesos marfileños de esqueletos esparcidos sino un índice coronel de mano-rostro de pájaro loco con su penacho altivo ya dedo de carne y piel y uña, falange, falangina, falangeta cubierta de carne de lobo humano y un silencio de palabras cercenadas... La única verdad de gran mentira no tendrá negación ni crítica en esta soledad infinita de ultratumba donde hasta sangra el sol por su rostro fatigado en la sin esperanza del sin futuro.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ