viernes, 25 de diciembre de 2020

¡FELIZ NAVIDAD!... ESPEREMOS

 En estos tiempos que corren, agobiados de oleadas consecutivas de esta pandemia que nos hemos ganado a pulso por nuestra negligencia creciente como acumulada, el deseo supera con mucho a la esperanza real mientras el mundo conocido se descompone a marchas forzadas y agoniza tanto en las sociedad humanas y estados como en la Naturaleza enferma y agotada de tanta sobrexplotación y tantos detritus... La sociedad capitalista ha demostrado ser una quimera en su estabilidad y en su globalidad. Lo que parecía asentado, férreo e incontrovertible ha resultado ser endeble y quebradizo como todo lo que el hombre crea a pesar de su complejo de  Dios por la tarde y cae como un ídolo de barro y como todas las civilizaciones históricas anteriores que creyeron ser también invencibles... Así este poema mío se encuadra en esta encrucijada donde se cruzan las dudas y los miedos con los buenos deseos y la esperanza de acabar con esta pesadilla... Algo difícil en una sociedad negligente e incontrolable tanto en los poderosos como en las masas poblacionales...:

Un rayo de esperanza cruza el firmamento

aunque perduran los rayos y truenos

sobre el cielo atormentado...


¡Tengamos fe y convicción!.

Un día aparecerá el Sol.

¡Yo sé que aún existe!


Cobijado está tras las tinieblas

del delirio. Asoma en sus fronteras

con luz ardiente de vida.


Asoma la claridad por las rendijas

y promete devolvernos la alegría

perdida tras los barrotes


de esta condena transitoria.

¡A ver si cambia la historia

y nos devuelve la fiesta!


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

domingo, 13 de diciembre de 2020

EVOCANDO EL PASADO (IMAGEN)


 Complementando la visión anterior, aquí está la imagen origen del poema Evocando el pasado. Una imagen sugerente y simbólica dibujada por mí a tinta china y plumilla con sombra de rotulador gris.

El escenario es real pero es evocado en un cruce de actualidad y rememoración del pasado.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


EVOCANDO EL PASADO

 Con un dibujo poemado sugerido por estos días de otoño invernal que nos dejan los primeros días de diciembre de este amargo 2020, continúo la visión de la Naturaleza desbocada y añorante de un pasado dominado por su mano. Un demonio que el hombre ha roto durante siglo y milenios de vivir solo pensando en sí mismo y aprovechando un Planeta cuya riqueza, cuyo clima, cuyos hábitats y cuyos habitantes salvajes, animales, plantas y clanes humanos, creía inagotables e indestructibles. 

La visión de la imagen, mi dibujo, retrata, en la fuerza de la Naturaleza, en la beldad de su contemplación, la evocación de un pasado en consonancia con ella, cuando empezó nuestra domesticación de cuanto nos rodeaba y de nuestra economía aprovechando cuanto la Naturaleza nos ofrecía. En el punto de humanización preciso que conduce, vertiginosamente hasta nuestro presente y nuestra consciencia de que el camino sin retorno que entonces comenzamos tímidamente nos ha llevado a la destrucción de todo y de todos cuando la ambición nos hizo perder todas las mesuras y respetos con los que comenzamos el camino de lo que llamamos el progreso.

La imagen presenta una atalaya, una plataforma de madera, que haciendo de embarcadero y lugar de pesca improvisado, que asemeja uno de aquellos palafitos neolíticos donde sobrevivían muchas de las civilizaciones iniciales del Neolítico. Y tal como lo retrato en imagen, lo poemo en verso...:


Como quien vuelve atrás en el tiempo, el viento

azota, bruma, frío, humedad,

y arrastra furioso y sin piedad

el látigo voraz de las lluvias, su esperpento


y los relojes locos, su brújula pierden

y rememoran estampas del pasado.

Los ríos feroces se han desbordado

y los pantanos, lagos y lagunas se ciernen


sobre las tierras embarradas de la ribera,

que, anegadas, árboles náufragos muestran

a merced de la corriente impetuosa.


Otoño es una furia desbocada y certera.

Nubes y nieblas, casas y bosques secuestran

presos del agua furibunda y vertiginosa.


Como surgida de antaño, una plataforma

de madera desafía las aguas donde se remansan.

Y cerca de las tierras donde, barrosas, descansan

las aguas mientras esculpen en arcilla su horma,


erigen un palafito de pesca improvisado.

Una atalaya que otea el gran espejo cristalino

del pantano bordeado de colinas de un zaíno

crisol umbrío por las nieblas difuminado.


Un madero con sedal ahorca un pez arcano

oculto entre la corriente y se intuye

la lucha feroz por la supervivencia.


Así fue en el Neolítico lejano

y asím se asemeja el presente reconstruye

lo que antaño fue común vivencia.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

jueves, 10 de diciembre de 2020

ÁRBOL DESHOJADO: OTOÑO ETERNO

 Volvamos a la Naturaleza para mostrar este pictocaligrama de un árbol milenario de hoja caduca, deshojado por los vientos de otoño, de este otoño triste de pandemia, y con él un paisaje sinónimo de los momentos que vivimos. Un páramo de vegetación escasa, triste y de aspecto anodino y gris casi de moribundez, pero, sobre todo, de cansancio:


Un árbol representación del paso del tiempo y la supervivencia ante un clima y un espacio adverso y tenaz que conlleva el hastío, la soledad y la desolación. 

Imagen y poema convergen en la descripción del árbol milenario y en esa sensación de tenacidad, hastío, monotonía y narcosis ante una realidad terca y sin alicientes:

Así es el poema que lo integra:
El tronco retorcido, inmenso, viejo
del árbol milenario, deshojado
está, de otoño, calvo y sin amparo.
Su cuerpo, torturado, no está muerto.

Otoño se llevó sus hojas... Viento
y viento... Ni alfombra éste le ha dejado,
Ni hojarasca, ni frutos desplomados
como rastro del tiempo (feroz, fresco

y caducado...), a sus pies, da testimonio
vital... Un espectro es ya que tirita
de escarcha o de fuego solar, se abrasa.

Son sus noches y sus días de corcho
narcoléptico y sestea y dormita
en el páramo desierto. En su casa...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Esa sensación de que el tiempo, cuando se prolonga, duerme a quien lo vive, lo sufre y lo soporta y sueña y dormita incapaz de ser consciente de que existe o un duerme un sueño eterno sin saber dilucidar la Realidad del delirio y la pesadilla... Un tiempo ya sin referencias y un espacio brumoso más allá de donde alcanza su visión fija como un retrato panorámico perpetuo.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


domingo, 22 de noviembre de 2020

TIGRE

Y siguiendo con los caligramas y pictocaligramas dedicados a animales salvajes, en la serie de Asia no podía faltar  el predador terrestre más característico, el Tigre. Aquí, aunque el representado sea un Tigre de Bengala, el felino del género Pantera se presente como genérico de todos los tigres aún supervivientes, todos asiáticos:


La imagen de un tigre de Bengala al acecho de su presa en la noche  de la selva bengalí en donde su característico rayado sobre el dorado anaranjado de su piel es un magnífico traje de camuflaje para la caza de este enorme felino predador, solitario y feroz cuyos machos, de mayor tamaño que las hembras, suelen alcanzar los 300 kilos.

Si la imagen del pictocaligrama retrata al animal de manera irrefutable, el poema, mi poema, inscrito en las rayas de la mitad trasera, lo describe genéricamente en un soneto clásico:

Taimado estás tú, mímesis a rayas,
siempre al acecho, cazador felino,
en la selva asiática, tú, asesino,
visitas arrozales y avasallas.

Tu furia en el ataque cuando estallas, 
cazador feroz, garras de molino,
que aunque dorado, puede ser albino
y el rugido brutal que no te callas...

son tu sello de rey de cazadores.
Fuerza y agilidad. - ¿Qué gran belleza! -
no empañan tus pestilentes hedores.

Sigilo en el acecho, gran destreza,
colmillos como sables acerados
son tus otros bienes más preciados.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ 

jueves, 12 de noviembre de 2020

ELEFANTA Y SU RETOÑO

 Insistimos en los pictocaligramas dedicados a la fauna. Aquí, una elefanta pasea con su bebé en la sabana africana:


La imagen es clara y meridiana. La manada está, pero no aparece en la imagen, pero sí en el poema, mi poema que glosa la fidelidad y el amor de esta especie hacia sus crías como a todo el clan, que queda demostrada con la existencia natural de cementerios de elefantes, al que vuelven para recordar a sus antepasados perdidos y el poema glosa este cariño y cuidado, explicando también que la manada es de hembras y crías y adolescentes cuando los machos, más virulentos, solo se unen a ella durante el período de celo y el coito, tras luchar entre ellos para ser el semental...:

Con su hijo se pasea la elefanta

y lo lleva en pos, sabana adelante

con toda la manada de garante

protector, que a todo enemigo espanta.


Si la intimidas, la manada canta,

barrita con esa trompa oscilante,

en alto y curva, un trombón triunfante

que se oye en la sabana impresionante.


Todas las hembras protegen la cría,

la amamantan si la madre, cansada,

no puede alimentarla en tal momento.


No hay machos en el clan, no hay empatía.

Se fueron en el coito y, para nada,

intervienen en la crianza sin cuento.


Míralos, madre y retoño, felices.

¡Cómo mamá la pasea orgullosa!

Y esta, asida por el rabo, gozosa,

la sigue protegida de deslices.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ.

jueves, 5 de noviembre de 2020

CAMELLO

 Y volviendo a las series de animales que habitan la Tierra, tenemos este caligrama de un camello asiático de los que habitan Bactriana y el Desierto de Gobi...:


Cuyo poema le describe como claro habitante de desiertos asiáticos:

Navegando entre las olas doradas,
allí donde el calor crea espejismos
y el día y la noche son extremismos
y las vidas están amenazadas,

habitas tú en reducidas manadas
con tus extraños equilibrismos:
curva de cuello, montañas y abismos,
tu lomo, y vaivén columpio en tus zancadas

al par de tus patas en movimiento
y esa mirada de altivo desprecio
que escupes al primer enfrentamiento,

colman, en la aridez, todo tu desprecio.
Por algo reyes, emires, sultanes
y mercaderes te tienen en sus planes

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


lunes, 2 de noviembre de 2020

NOCHE DE DIFUNTOS, DÍA DE TODOS LOS SANTOS

 


Tradición española, tradición catalana, la noche de difuntos exigía y exige boniatos (o moniatos) y, sobre todo, castañas con su copita de moscatel, a la que, el día de Todos los Santos, sumaba los panallets, con base de mazapán, o patatas, y piñones y huesitos de santo de mazapán, a los que pueden sumarse guindas rojas y verdes, coco, café, chocolate... en forma de bolas, setas, cilindros, tartaletas... Castañas asadas y boniatos asados llenan los finales de octubre y todo noviembre para calentar la frialdad de un otoño avanzando a invierno y la tradición, el día de Todos los Santos, de la visita al cementerio, como, la noche de difuntos, ir al teatro a ver el Don Juan Tenorio de José Zorrilla...

Aquí, en este dibujo, esta vez sin poema, exento, aparecen representados todos esos manjares que representan la tradición de tales día señalados en Cataluña.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ 

viernes, 30 de octubre de 2020

COR I ÀNIMA DE LA VILA DE CUBELLES

 


El título ya es suficientemente claro. Si algo identifica a la villa de Cubelles, es, Junto a la casa Travé, es castillo de los marqueses de Alfarrás, que fue del poeta renacentista Juan Boscán Almogáver, y la iglesia de Santa María, especialmente, su campanario, desaparecida ya la Térmica, con su chimenea... La ciudad en la que vivo desde 1994 y que acoge las cenizas de mi fallecida mujer Marta y la que ha visto crecer y madurar a mis hijos. ¡Qué menos que glosarla en aquello que es símbolo de su memoria!... Y así lo hace este pictocaligrama, retratándolos en imagen, Castillo y Campanario de la iglesia, y en mi poema que lo integra...:

Al cor viu de la vila de Cubelles

sobre un puig ja d'antic habitat,

on els ibers van posar el seu poblat,

i sobre la vila romana feta estelles,


menys les termes, que feien de costelles

d'un cos vell pel llarg temps martiritzat,

els medievals van formar la ciutat...

Un petit enclau sota les estrelles.


El puig murallat protegia el poble

i, al cim, és de llei, tenia el castell

i l'església con a puntals del noble


poder i del seu més clar aparell.

El castell, reformat, encara és viu,

De l'església antiga queda l'arxiu.


Es va fer de nou i conserva el nom

de Santa Maria i el campanar,

s'ha tornat, de la vila, en el seu far,

símbol de Cubelles, per a tothom.

És el dit qu'ens assenyala el blau cel,

com ´és habitual al cristià model...


Castell, campanar i església, el cor

d'un cos que batega pel pas de la història

i dona imatge a la seva memòria.

Ells posen el temps; la vila, el color.

Sán la imatge de la Cubelles immutable

i són, de la història, nexe indispensable.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

viernes, 9 de octubre de 2020

LIEBRES, CAMPO ABIERTO

 

Liebres, otro milagro de la Madre Naturaleza. Este lagomorfo veloz, pariente del conejo o la cobaya, no es un roedor, como muchos creen por mucho que roa los tallos de las plantas que devora... ágil, rápido, inteligente y sagaz que suele amargar a sus perseguidores con sus raudas carreras en zigzag, lo que a menudo le hace salvar la vida y dejar con un palmo de narices a sus predadores.

A diferencia del conejo, la liebre, más grande, estilizada, de mayores orejas y patas más largas, no depende de la economía rural humana, por lo que no es en los campos donde se la encuentra, si no en zonas salvajes, sean de campo abierto, sotobosque o bosque, aunque comparte con su pariente sus hábitos nocturnos.

La imagen es clara y el poema que las describe y glosa se halla distribuido  por sendas liebres, comenzando por la que está en plano superior, más lejano, y concluyendo por la más cercana y dice así:

Atenta estás a todos los peligros.
Largas orejas, aguzado oído,
ojos avizor, todo por ti medido
y si ataca el enemigo que, hambriento,

sigue tus pasos y aprecia tu carne,
huyes a la carrera, siempre atento,
y trazas un zigzag de experimento
para cansar a tu perseguidor.

Tan rápida es, que solo el galgo puede
alcanzarla a veces y, aún así,
más de uno cae agotado por ti
y tu rauda carrera y tu valor.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

martes, 6 de octubre de 2020

LA PAZ Y BELLEZA QUE NOS ALIMENTA

 Dedicado a mi amiga Cesca (Francesca Calaf), poetisa y pintora amiga inseparable de paseos y caminata por paisajes naturales (playas, bosques, jardines), calles, exposiciones, terrazas, eventos, catas de vinos,  declamaciones de poemas charlas sobre Arte y libros (novelas y poemarios) y del poemario Kairós, coautora, de poemas e ilustraciones, que, a pesar de su edición, vio anuladas (al menos por el momento) todas sus presentaciones y exposiciones por culpa de la pandemia del COVID-19, con todo mi cariño y buenos deseos...: Este pictocaligrama cargado de símbolos e incógnitas que quizás solo ella debe de conocer (pues no deja de ser un deleite privado que obra en una libreta dedicada a todos aquellos artistas, principalmente pintores, que han sembrado su vida dejando una huella imborrable, de lo cual yo le estoy inmensamente agradecido):


En la imagen de mi pictocaligrama se pueden observar, en un amplio paisaje despejado, dos grandes árboles y, en primer plano, un jilguero volando... Algunas rocas, árboles desperdigados, rocas (muchas recubiertas de césped), una liebre sentada, diversas matas y, a lo lejos, antes de que la llanura concluya en un abismo, bosques en lontananza.

Todo el poema, mi poema, se integra en el árbol en primer término... Observado este, el tronco es una cabeza (y cuello) de un ciervo, un venado macho, que acumula en sus astas, en sus candiles. convertidas en ramas, todas las hojas (y, ningún fruto)... En segundo término, otro árbol cuyo tronco contiene la imagen de una mujer desnuda, la mujer... El árbol posee escasas hojas, pero frutos identificables como ciruelas o melocotones... en todo caso, dulces, carnosos y deliciosos...

La liebre, detenida, parece observar el gran árbol centenario de tronco de cabeza de venado... 

Árboles y matojos desperdigados y césped  pueblan la llanura de aspecto estepario hasta los bosques... como una esperanza asequible que espera a los paseantes como a los animales, domésticos o salvajes que por la llanura circulen...

El jilguero, en primer plano, vuela en libertad, como un ángel, buscando espectadores, como el ciervo, y alimento conque alimentar a su nidada.

Jilguero y Venado macho en la berrea, parecen buscar la hembra en que fructifique su semilla, pero su semilla es simbólica, emotiva, sensible... La perpetuación de su obra estética, escrita en poemas, ilustrada en caligramas, ilustraciones, dibujos, pinturas... La imaginación vuela aérea como su poesía buscando la evocación de una espectadora, de una artista que la comparta. 

También berrea el ciervo buscando idéntica espectadora artista, pero este, enraizado en la tierra es ya materia con soporte físicamente perceptible en lo táctil como en lo visual (la imagen, la ilustración)...

La receptora existe, enraizada a la tierra y generosa en sus frutos (la mujer que es árbol con frutas), pero los árboles son otros y su dulzura y armonía serenas se alejan del dramatismo esencial del venado) y son más asequible al picoteo caprichoso del jilguero...

La liebre también es ella, inatrapable, sagaz y libre... que observa el patetismo en la distancia...

En lontananza, la Naturaleza que les atrae, los bosque, pero el abismo que limita su libertad...

La imagen se ve complementada por el poema que nos acerca a las vivencias y emociones compartidas, esas que nos aúnan en un nexo común inquebrantable que sobrevive al tiempo que transcurre y al espacio que localiza y refleja la amistad en todo aquello que nos une:


A la meva estimada Cesca


Umbrío bosque nos acoge en paz...

Contemplar la belleza natural 

no tiene precio: placer celestial

que no precisa llevar antifaz...


La hipnosis se refleja en tu faz...

Con tu cámara, atrapar esa sal,

querrías... navegas con tu acal

el río de la hipnosis más voraz.


Cuerpos, rostros, espectros, encuentras

esculpidos en los troncos dormidos

de los árboles viejos, centenarios...


Por sus huecos y recovecos entras

y reconoces todos sus latidos,

y sientes y evocas sus escenarios.


Nuestras perras, como nosotros, gozan

de esta Naturaleza al fin salvaje...

Las sensaciones son nuestro equipaje,

donde nuestras emociones retozan


como en nuestros ojos se esbozan

las vivencias que crea el paisaje...

y nos sumimos en el oleaje

de la hermosura mientras se alborozan


nuestros espíritus, vivos al fin.

Y este maná que degusto contigo

es, por siempre, el regalo que nos ata.


Tú has sido y eres también mi confín.

Por eso tu compañía bendigo,

pues tu creación, la mía desata.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

 


 

domingo, 13 de septiembre de 2020

TREN HACIA LA NEGRITUD PERPETUA

 


Este mi caligrama, claro caligrama, con influencias de la poesía visual, pertenece a mi poemario inédito Metrópolis (1988-1989), inédito, y claro precedente de mi poemario Ciudad entre la niebla impertinente. Su innegable bis simbólica, presenta un tren saliendo de un túnel y muestra innegables aspectos de la alienación urbana de un mundo devorado por la sociedad capitalista y de consumo. 

Tras atravesar el túnel (la negra obertura bucal lo denuncia como denuncia a los urbanitas desposeídos de personalidad, destino y hasta de otras ilusiones que no sean las del propio consumo y acumulación de bienes).

Las vías sobre las que circula nos muestran la acumulación de rutinas que, mediante el trabajo, suponen, alimentadas por la negación de sí mismo que supone la obediencia al Sistema) ese tren que viaja irremisiblemente hacia la negación de sí mismo y su supresión como persona con el dolor que ese proceso supone y que el tren denuncia en toda su carcasa. 

Hasta el paisaje incide en denunciar la soledad creciente de un hombre diluido en la muchedumbre hasta alcanzar su nonada.

El uso de las mayúsculas equivale al grito de dolor que muestra el individuo, el tren, que se encamina hacia la cibernetización de los integrantes de la sociedad para ser asimilados al Sistema.

El caligrama es de 1989, redundando en que la denuncia de tal alienación es una constante en mi poesía, como demuestra esta obra de mis primeros poemarios con rasgos netamente vanguardistas.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


martes, 1 de septiembre de 2020

CALDERÓN (BALLENA PILOTO)

 


Volvamos nuestros ojos sobre uno de mis temas preferidos, la Naturaleza y centremos  en los resultados de la polución atmosférica y la alteración del Medio Ambiente, con el calentamiento global y el cambio climática que ataca a nuestro clima sí, a nuestras condiciones ambientales, al clima, pero sobre a la fauna y flora que nos acompaña y sobre todo, nos sufre y, en este caso en nuestro ambiente marítimo más cercano y concreto el mediterráneo y atlántico. 

Muchas, sino la gran mayoría, son las especies abocadas a la extinción ante la contaminación continuada y brutal de nuestras costas como del mar abierto. Entre ellas, algunas mayormente desconocidas par la gran mayoría de la población. Entre ellas los cetáceos (ballenas), que nos son más exclusivas y habitantes de mares templados. Destaca entre estas, el calderón común o ballena piloto, habitante hasta ahora habitual del Océano Atlántico y del Mar Mediterráneo.


Mi caligrama va dedicado al cuidado y salvación de esta especie de ballena que, a pesar de su gran parecido con el cachalote, este también odontoceto, es un delfínido de tamaño considerable (5 a 6 metros los machos y de 3 a cuatro metros las hembras) caracterizado por la gran protuberancia rostral, en forma  de olla o caldero y que ha sido acompañante de navegantes en grandes manadas, gustando de acercarse y guiar a la embarcaciones que surcan estos mares... Animal pacífico e inofensivo, a pesar de su intimidador tamaño, se alimenta de peces, pulpos, calamares, jibias...

Los calderones o ballenas piloto sufren el calentamiento global, la contaminación de las aguas y el vertido de combustibles y plásticos y el exceso de embarcaciones las hiere y las desorienta, siendo una de las especies que, por este motivo, embarranca en las playas... y es precisamente una de las especies más afectadas por este motivo...

Mediante la imagen que muestro de un calderón macho, el poema representa un SOS para el cuidado y salvación de esta especie. Comienza con una caracterización muy genérica del animal y su afabilidad para concluir con el SOS para su dramático y necesario cuidado. Y dice así:

A la sombra de sus hermanas mayores,

el calderón surca los mares templados.

Odontoceto de dientes moderados.

Parecen cachalotes, mas menores.

Cinco metros intimidadores.


Mas no es peligroso

                                 este coloso

que nunca produjo altercados.

Es un delfín chato,

atlántico y mediterráneo,

gregario y entusiasta espontáneo

y para marinos, acompañante grato...


Por eso es la ballena piloto,

conductora de nautas y navegantes

y hasta de marinos mercantes.

Devora peces, pulpos, calamares...

y actual víctima de la polución

que abunda en las playas de nuestros lares

donde a menudo embarranca aturdido

si va solo, perdido, o si está herido.


No perdamos nuestra única ballena,

modesta pero clara,

que ya escasea y es rara...:

¡Sería toda una pena!


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ



miércoles, 26 de agosto de 2020

ANSIEDAD

Volvamos a la poesía pura y llana. En el momento convulso que vivimos, la duda alimenta la ansiedad... La ansiedad crece de la misma duda que da la falta de seguridad allí donde nada es seguro y todo es resbaladizo... El Sistema se tambalea, la Naturaleza se precipita al desastre y la pandemia actúa como carcoma... Parece que todo se ha construido sobre el barro y que no dejaba de ser un espejismo... La Verdad absoluta es el hecho y el hecho es que el Mundo se desmorona... La búsqueda de la certeza generada por la duda es el temor y a este sigue el dolor y, sobre todo, la ansiedad por asirse a una tabla de salvación para nuestra vida y para nuestras propias convicciones y nuestra idiosincrasia. A esa ansiedad corresponde la ansiedad de la que habla el poema y, oculta en ella, se agitan los fantasmas pasados y presentes que socavan el abismo de la incertidumbre  que siempre habitó en mis convicciones sobre el Mundo y la Realidad...:


Timbres de alarma con sus convulsiones,

eléctrico carrusel que todo agita.

Huye el gas, la chispa junto a la espita

amenaza terribles explosiones


Asfixia. Falta el aire... Predicciones

temen que aceche una sombra maldita,

una desgracia temida y no escrita

que siempre acorrala tus emociones.


La sospecha se agranda, la razón

lucha para no hacer sangrar la herida

que ha llenado de carcoma tu vida


y acelera tozudo el corazón.

Buscar la seguridad en la certeza,

mas todo da vueltas en tu cabeza.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 24 de agosto de 2020

PATÉTICOS PRESAGIOS

 


Alimentado por la neurosis de la pandemia y a la que se suman el cambio climático y el calentamiento global, la neurosis se formula en una patética imagen surreal, una imagen poemada o glosada a modo de pregunta sobre una Tierra encaminada a la desertización y la muerte del Planeta que habitamos. 

Una árbol  que presenta una mano plagada de ramas, muchas de ellas estilizaciones dramáticas de manos, una botella convertda en rama que, con el árbol-tenedor entroncan o sugieren raíces  comunes con nuestros desperdicios, en un paisaje patético y estepario... desnudo... Hasta el Sol es una bombilla encerrada en sí misma que desprende luz artificial...

Las imágenes sugieren el dramatismo a partir de los elementos identificables sin que se pueda identificar lo concreto.

Si mi imagen surreal intimida patetismo, mi poema que glosa la imagen no menos... Tras una pregunta retórica que introduce en la reflexión, destruida la rima, mímeis de la propia destrucción de la Realidad construida, surgen las imágenes poéticas, las metáforas para conseguir una formulación narrativo parabólica que describe la imagen dibujada... La sugerencias dramáticas son evidentes, pero su traducción se abstractiza... como se abstractiza el presagio de lo terrible, lo que nuestra realidad actual sugiere:

¿Por qué el Sol
apresa el fuego en el cristal
ahorcado del ardiente carrusel 
de la Vía Láctea?

Enterrado, asoma el Árbol de la Vida.
La mano de su Madre, Gea,
asoma más allá de sus raíces
y es árida la tierra
y esqueléticas las ramas penitentes.
El abrigo de hojas ya no está.
El tiempo lo arrastró en un huracán...
Los dedos, retorcidos de dolor,
saben que la vida se les huye
y hay un tenaz caníbal con hambruna
que asoma del ardiente corazón
que vive en el arcano
de su piel rocosa y su epidermis
que se alza más allá de su ataúd.

Ni hormigas ni cigarras
ni hombres audaces y ambiciosos.
Pronto nada ni nadie quedará
para adorar al Sol desde su hamaca
y el Sol, voraz, no dejará 
ni espacio
a la Luna y su misterio.

Sólo silencio y tiempo eterno
y un árido paisaje sin fin
y algún árbol, espectro moribundo.
Un espacio que se retrata sin palabras,
que va sepultando, impertérrito
las huellas de la vida que lo habitó
durante millones de años y de vidas 
que el Tiempo sin sentido

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

De alguna manera, el poema describe a la perfección la imagen de mi imagen poemada.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


jueves, 6 de agosto de 2020

LA VIUDAmientras la belleza

Este meridiano caligrama representa una mujer de cierta edad, una viuda que contempla su soledad y el paso de los años ante su visión, desnuda ante el espejo. Contrasta la penumbra de la soledad que la rodea, como un grito de alerta al ver el paso de los años reflejado en su cuerpo, que, a pesar de mantener su belleza, no esconde arrugas, ni canas, senos caídos y su viudedad magnifica el tiempo y la soledad para marcar la nostalgia del alegre pasado perdido y un cuerpo marchito que se encamina hacia una vejez inexcusable.

Si mi imagen refleja claramente lo dicho, mi poema, lo certifica:

Nostalgia.
La dama, abandonada,
recuerda, triste,
su pasado feliz
y lo añora.
El presente,
la desnuda de soledad.
Vive en las sombras
se marchita.

Tristemente
escribo en mi rostro
los días amargos 
que me diste...
¿Por qué te fuiste?
¿por qué?...
Y cuando a la deriva
me dejaste,
LA TRISTEZA me abraza
y me siento desnuda
sin ti
y ya nunca volviste,
amor...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

miércoles, 29 de julio de 2020

JULIO ARDIENTE. ESPERA EN LA ESTACIÓN


Caligrama, sin más, sencillo y meridiano y fácil de leer. La imagen presenta una farola con dos cámaras y su sombra y tres barras de andén y, al fondo, los bloques de edificios que se ven, en visión frontal y sentado en un banco de la estación.

La lectura es sencilla, tanto por la escritura básicamente en mayúsculas como por la disposición.

Comiéncese en la farola, de arriba a abajo y sígase en su sombra en el suelo. Pásese a los edificios y prosígase de arriba a abajo por las distintas barras de andén...

El poema es meridiano en su lectura y en su relación con el título y con el dibujo, retratando la espera en el andén de la estación a las tres de la tarde y bajo un sol de justicia y lo demás, se dice solo:

Asfixiado de calor,
en el banco espero.
Es mediodía, tengo hambre.
Ardiente está el verano de 2020.
Escribo mi soledad en este andén solitario...
Son las tres de la tarde de un julio ardiente.
SOL Y SOL Y SOL...
LA ESTACIÓN ARDE
Huyen los trenes hacia el infinito.
El tiempo está adormilado
y el espacio se diluye de calicha.
Espero tu destino
que es el mío
pero tu tren se retrasa.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Siguiendo las pautas de los vanguardismos iniciales, como en el futurismo, el dadaismo, el ultraismo... cada verso del caligrama corresponde a una frase y a un verso del poema... Y este hace hincapié en el calor asfixiante y en como este agranda la sensación de soledad y de espera y, en definitiva, de agobio ante un tren que, perezoso, parece no querer llegar a la estación...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

miércoles, 22 de julio de 2020

PROPERA PARADA: ART ESTACIÓ

El Museu del Ferrocarril de Catalunya, en Vilanova i la Geltrú como Conmemoración de su 30 aniversario celebra la exposición Propera Parada: Art Estació, cuyo tema principal son las estaciones de tren. Para ello, su comisaria de exposiciones, Susana Segura del Val, con el aval de la dirección del Museo y l'Associació de Socis i Col·laboradors del Museu (SiC). Una exposición de arte de todo tipo (pintura, escultura, diseño gráfico-ilustración, poesía-pictocaligramas, composición conceptual y fotografía), ha convertido al grupo CREACubelles, asociación de artistas de Cubelles, al cual pertenezco, en el protagonista artístico de la exposición, junto con March Zapiraín como artista invitada.

La exposición se presenta en la Nau Panorámica del Museo (Construida en 2019) y presenta una obra variada. La inauguración de dicha exposición se celebró el pasado 18 de julio de 2020 y se prolongará hasta el 13 de septiembre de 2020.

Una sala de iluminación natural y con mucha claridad que presenta la obra del grupo CREACubelles, que constituye el grueso la obra de la exposición Propera Parada: Art Estació, con obra de los siguientes integrantes del grupo: 
- Pere Casanovas, pintura 
- Arantxa Campos, pintura y escultura
- Karin Eppendahl (Sketch), pintura
- Ester Pérez, Presidenta de CREACubelles, pintura
- Mª José Collantes, pintura
- Josep Oliva, pintura
- Nacho Vizcaíno, diseño gráfico e ilustración
- Juan Masip, autor del cartel de la exposición, diseño gráfico-ilustración
- Manuel Millán Cascalló (Manolo Millán), pictocaligramas y poesía
- Virgilio Serna, escultura
- Nico's, composición conceptual
- Arantxa Manrique, papel maché
- Carles Castro, fotografía.

No son todos los integrantes del grupo, pero sí la gran mayoría.

La obra básicamente se centraba en situaciones y escenas propias de una estación de ferrocarril o relaciones del ferrocarril con la cultura, la sociedad actual, estaciones actuales y estaciones abandonadas y la distopía futura, así como ferrocarriles...

Junto al grupo, la pintora hiperrealista March Zapiraín, artista invitada, presentaba tres obras bajo el título común Estació d'enllaç

pictocaligramas de Manuel Millán Cascalló

Pictocaligramas de Manuel Millán Cascalló en la exposición

Pictocaligramas de Manuel Millán Cascalló junto a obra de Karin Eppendahi (Sketch)

Por lo que a mí respecta, tres fueron los pictocaligramas presentados: No pierdas tu tren de la esperanza, Despedida en el andén y Un cop de timó (Espera a l'andana), todos ellos compuestos y presentados como pictocaligrama con su respectivo poema.


No pierdas tu tren de la esperanza de Manuel Millán Cascalló


Despedida en el andén, Manuel Millán Cascalló


Un cop de timó (Espera a l'andana), Manuel Millán Cascalló

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


sábado, 11 de julio de 2020

PROXIMAMENTE EN TODA LA TIERRA

El caligrama representa un futuro probable y próximo de una humanidad convertida en cibernética donde la mascarilla, un a careta antigás se ha incorporado a la anatomía humana.

No es en sí una distopía premonitoria innovadora, ya que relatos, cómics, películas de ciencia ficción han abundado en esta posibilidad cada vez más factible y próxima. De momento ya vamos con mascarilla y no es improbable que sea para siempre. ¡Felicidades!, ya lo hemos logrado como hemos llegado a llenar el mundo de mierda por doquier y ya sabemos que somos un cáncer que, de ser inventado por un dios, sería como modo de acabar con la Tierra tras convertir la vida en obsoleta. ¡Menos mal que Dios y todos los dioses los inventamos nosotros a nuestra imagen y semejanza porque si no, sería un cenutrio o sino un malintencionado caprichoso!.

En fin. Poema aparte, que redunda en lo ya expuesto, la imagen presenta, como en un pase de modelos, el modelo para hombre y mujer, dando por sentado que las variantes de género quedan formalmente incluidas en los modelos genéticos origen...:


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

miércoles, 8 de julio de 2020

UN COP DE TIMÓ (ESPERA A L'ANDANA)


Formando parte de la exposición parte de la exposición que el Museu de Ferrocarril de Vilanova i la Geltrú dedica al grupo CREACubelles, al que pertenezco, con obra de sus integrantes y temática dedicada a las estaciones de ferrocarril, cuya inauguración será este próximo 18 de julio de 2020. Cada uno de nosotros expondrá tres obras con tal temática. Por mi parte es la tercera y última de las tres, que muestro en mi blog (las otras dos son No pierdas tu tren de la esperanza y Despedida en el andén). Como las otras dos, se trata de un pictocaligrama en el que diseño de dibujo y poema son también míos (como ocurre en todos mis caligramas).

Si en el primero, un hombre corría desesperado el andén, desesperado, para poder subir al tren de la esperanza, el segundo, una pareja de jóvenes enamorados (hombre y mujer) despidiéndose en el andén, está vez es una mujer sola en el andén. Su soledad se intensifica ante un paisaje desolado y árido y la ausencia de persona alguna en el andén ni en el del sentido contrario. 

Solo un pájarillo, dulcifica la escena mostrando el doble simbolismo de la inocencia y la esperanza de la mujer.

En la mujer, junto a los dos maletas, la expresión melancólica viene magnificada con una vestimenta de invierno. No es ya una joven sino una mujer hecha y derecha que busca en el tren, como azar, una espita de esperanza para cambiar el rumbo de su vida (queda en la incógnita si huye del hastío, de su familia, de la falta de expectativas o de los malos tratos o de todos ellos, pero mi poema lo aclarará). Es pues una huida hacia adelante, hacia la esperanza de una nueva vida que la haga feliz, pero si huye de su vida, no cabe duda que también huye de sí misma y su pasado para ser presente y futuro.

El contraste en tre luces y sombras refuerza el patetismo, pero la postura tranquila de ella, el pajarillo y el fondo del paisaje, contrarrestan este dándole una sensación apacible que avala la decisión de la mujer, que deja al azar el convoy y la estación de parada. El primero que venga por ese andén y la parada que le dé buenas sensaciones, porque, al fin y al cabo, ha decidido empezar de cero solo contando con lo que es ella misma, lo que sabe, lo que puede y lo que vale... Una decisión arriesgada por tajante, pero, se deduce que imprescindible para vivir feliz y satisfecha con ella misma.

El poema, mi poema, esta vez en catalán, reza así:

Malenconia del seu rostre mirant
l'infinit.
Els seus ulls blaus en una nit
on es perd el seu passat tot buscant
deus, herois que tu vas inventar,
aixequen mil fantasmes de fum
que vol per sempre oblidar
i es deixa seduir per la llum.

Asseguda a l'andana del tren
esperes algun convoi qualsevol.
Per fí t'has decidit a aixecar el vol
i gaudir del que la vida et pren:
vida mateixa i il·lusió per viure...
Prou d'homes propietaris de tu,
que mai t'han estimat de veritat,
de regalar el teu somriure
a amants infidels només del teu cos nu,
d'obeir amos i caps negrers que t'han amargat
l'existència i d'amigues aprofitades
i plenes de malícia que donen garrotades
oer l'espatlla i ordeixen mentides
de tots els calibres i mides.

Amb un T10 de cinc zones espero
amb la roba i el portàtil en dues maletes
el primer convoi que arribi a l'andana.
- El meu ànim adolorit modero
evitant totes les desfetes
que han aparegut com una sardana
tot ballant en el meu cap mareja
de dessabors.
Ho dono tot per acabat.
Vaig en busca de la vida i els colors,
de la Llibertat i de mi mateixa.
L'atzar decideix sense queixa
el convoi i l'estació
i la resta, la posso jo... -
Diu decidida la noia asseguda a l'andana...:
La seva voluntad ho demana
i ha decidit el millor.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

En paralelo a la imagen, al poema y a su propio contenido, el poema recorre de la tercera persona, en la primera estrofa, a la segunda persona, en la segunda estrofa, para concluir, en la tercera estrofa, en la primera persona, sugiriendo la toma de decisión que se resume como propia y la mejor en los dos últimos versos (a modo de colofón del recorrido y del pictocaligrama en sí mismo)

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ



lunes, 29 de junio de 2020

MAYO ARDIENTE DE DESCONFINAMIENTO

Mayo junieaba de Sol ardiente al principio del confinamiento. Un Sol atroz que junio ocultaría. Tras los paseos perrunos, al fin se podía andar largo trecho por el Paseo Marítimo y podías sacarte la mascarilla si no había aglomeraciones de gente, pero era un placer poder estirar las piernas y pronto salir a pasear al campo y la montaña de los alrededores.

Este caligrama de recorrido que alterna caligramas locales, uso visual de la grafía mayúscula y poemas a la usanza clásica, refirió en su momento esa solana que nos acompañó en mayo para volver a una primavera de tiempo inestable, tormentas y chubascos en junio.

El Sol y los paseos alimentaban la esperanza del fin de la cuarentena que la guarricie de las masas contradecía con aglomeraciones en paseos, terrazas e invasiones de playas y paseos y alfombras de mascarillas y guantes por doquier, campo y bosque incluido. Todo el mundo se lanzó a hacer deporte corriendo, en bicicleta, surfing... y largas caminatas para rehacer figura y salud atrofiadas. Renacía un cierto aire de liberación más que de Libertad:


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

martes, 23 de junio de 2020

DESCANSO DOMINICAL

Tras el largo confinamiento, llegó el desconfinamiento en fases... Desde la fase 0 salimos a andar y devorar Naturaleza y salud por paseos marítimos, campo, mundo rural cercano, bosques... Acompañado de mi Bagheera, echarse a andar casi sin parar fue la constante y el día día de mis mañanas y tardes a pesar de un tiempo enfurruñado dispuesto a frenar tanto desvarío... Cuanto más lejos del casco urbano, el gentío y las mascarillas y guantes que alfombraban el suelo y denunciaban la cantidad de negligentes que nos acompañan, mejor, mucho mejor... Al final de la semana, mis pies pedían el descanso reconfortante al calor soportado más que a la constancia y la longitud del camino... Quitarse el calzado y dejar descansar los pies es el tema central de este mi caligrama local de recorrido, que al caligrama inicial añade el resto del poema a mano...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 22 de junio de 2020

DESDE LA NOSTALGIA

Desde la nostalgia del confinamiento llueven los recuerdos de tiempos pasados y los espectros añorados de los placeres perdidos. Así nos lo muestra este mi caligrama que representa una mujer desnuda surgida de mi juventud perdida:


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

jueves, 11 de junio de 2020

DESPEDIDA EN EL ANDÉN

 

Mi último caligrama, un pictocaligrama, pertenece a la serie Estación de la esperanza. La imagen de dos jóvenes amantes besándose apasionadamente en el andén de la estación juega con la simbología, con la ambigüedad y con la necesidad de, imprescindiblemente, fijarse en los detalles y en el poema.

Una perspectiva clara, con el tren a la derecha de los amantes que deja el atisbo de la población al fondo y a la derecha, las vías, al fondo, alejándose de la estación hacia la infinito y la maraña de cables eléctricos.

De que son dos jóvenes enamorados no hay duda y el amor es el claro símbolo vital del apasionamiento como motor de nuestras vidas, que cifrado en los jóvenes amantes añade a tal perspectiva la de la esperanza de una convergencia en una futura vida en común con el amor como motor vital. La simbología es clara a ese respecto y por ello los amantes abandonados a su pasión, ocupan el centro de la imagen como también el amor es, el eje común de sus vidas en ese nosotros que funde el espacio en el mutuo y elimina en el mismo el Tiempo y lo eterniza en el amor mismo, desembaranzándose de otro entorno y el tiempo contemporáneo, cifrado en el tren parado que espera comenzar prontamente su marcha hacia un destino de esperanza para quienes viajen en el convoy... Así es, el beso apasionado niega otra visión que la del ser amado y otro tiempo que el del amor representado en el beso apasionado...

El juego entre la ambigüedad y la concreción es compartido por imagen y poema. Los amantes se besan, pero... ¿es una despedida, un recibimiento o un beso previo al común viaje?... La ambigüedad de la imagen surge de los elementos componentes y de la equiparación de resultados en cualquiera de las tres opciones porque la pasión amorosa del ardiente enamoramiento haría actuar a los amantes de la misma manera en cualquier de las tres situaciones?... La ambigüedad es premeditada y busca esa equiparación deliberadamente en la subjetividad de la primera impresión para dejar que la mente reflexione y deduzca objetivamente la situación a partir de los detalles que nos dan la concreción...

La imagen nos muestra un cielo claro en el que las farolas no están encendidas... No es la noche ni la madrugada ni el anochecer... No ha casi gente en en el andén... por lo que no es una hora punta precisamente... y la claridad y ausencia de nubes es clara...: mañana o mediodía y la manga corta sugiere finales de primavera, verano o principios de otoño... Solo se ven tres personas y tan solo en las que están en primer plano podría pensarse que pudieran ser una pareja, sin que pueda solucionarse el dilema. La mujer de espaldas va en la  misma dirección que el hombre y va adelantada respecto a él. La mirada hacia atrás y hacia su derecha y probablemente hacia abajo nos dejan la incógnita de si va acompañado de alguien... ¿un niño para nosotros invisible, una maleta, alguien que le llama?... pero mira en la dirección del tren... El otro hombre, va solo, pero se encamina a subir en el tren... Si ha bajado alguien del tren, ya ha salido del andén o ha bajado o baja por el otro lado al andén donde está el edificio de la estación... En todo caso, el tren no está en el momento inmediato de llegada a la estación...

Los pasajeros que acompañan a la pareja y el andén escogido, no el principal, sugieren que todos los pasajeros se proponen subir al tren... la pareja de amantes o uno de ellos, también... No es pues un recibimiento...

Ambos amantes llevan mochila, pero ella lleva un maletín, cartera en bandolera y solo hay una maleta, que está más próximo a ella... de esta manera, los detalles de la imagen sugieren que es ella la que se va y él quien la despide ya que, si no hay despedida ni recibimiento podrían estar ya dentro del convoy... pero quizás la hora de partida no es inmediata y la pareja puede apurar el tiempo de despedida de ambos de la estación... 

Lo dicho, la ambigüedad de la imagen es provocada, no dejando cerrada en la imagen ninguna de las tres posibilidades.

El poema, mi poema, es inequívocamente preciso en detallar sensaciones evocativas y en aclarar que ell es quien se va y él quien la despide como arma para demostrar que una imagen no siempre vale más que mil palabras y que esas palabras son imprescindibles para aclarar la imagen... También es intencional, una forma de decir que la palabra nunca es prescindible, y menos para hacer declaraciones de intenciones, sensaciones evocadas, reflexiones y formas de pensar...

Así reza el poema componente:

Tren
Convoy de fondo... parado...
Jóvenes enamorados en el andén
¡Besándose!...
                                               ¡Besándose!...
El Mundo es un  espacio borrado,
el Tiempo mismo se ha anulado...
Fundidos, los amantes, abrazados,
han reventado los candados...
Ella se va... Se irá... aunque no quiera.
Desbocado,
el amor no tiene espera
ni sabe hablar de costado...
De frente... escancia su sabroso vino.
La llama arde con puñal fueguino.
Repta la lengua húmeda en el ser amado.
La distancia es un enemigo insaciable
que el amor no ha de dejar que hable...
ni su embrujo mentiroso y asesino...
¡Siempre y Todo!
¡Nunca y Nada!
¡Te irás pero te irás conmigo!...
¡Te irás pero te quedarás aquí!...
¡Di que me quieres, di!...
¡Y que mi pasión no se perderá contigo
lejos de nuestro mundo y de ti!.

Como la hiedra, me fundiré a tu torso
reptando por tu piel,
devorando tu mente,
dueño de tu memoria fiel.
Tu perfume, tu rostro, tu calor... simiente...
el tacto de tu cuerpo sinuoso
reptaré como serpiente...:
Conmigo quedará tu poso
en tu mochila, en tu maleta,
en tu bolso... que este beso
no acabe nunca y suba contigo al tren...
en el tránsito a tu destino, asceta
que contempla la belleza sin peso
en el extasiado vaivén
del tránsito a tu destino
y quede contigo en él.
Te esperaré siempre, Amor sin fin,
que eres mi sustento, 
mi maná, mi pastelito de miel
y la esencia de mi aliento...

Rodeados de tu equipaje,
fundidos en este beso apasionado,
este ha de ser mi adiós, emocionado...:
¡QuE tengas buen viaje, amor!...
te deseo desconsolado...
AMOR,
AMOR...
¡Que tengas buen viaje!...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

El poema no solo acalara que es ella quien se va sino también que lo hace por largo tiempo... dejando otras puertas abiertas...: Se va a vivir a otro lugar o vuelve donde vive habitualmente... Se va de vacaciones... Acaban las vacaciones y es la despedida de un amor de verano...

La poesía sugiere, rellena tú el guión inacabado...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

  

viernes, 5 de junio de 2020

PUBLICACIÓN DEL POEMARIO "KAIRÓS"

 

Ya está editado y publicado el poemario Kairós obra conjunta mía, Manuel Millán Cascalló, y de la también poetisa, pintora e ilustradora vilanovina Francesca Calaf i Soler. Un poemario que representa un cruce entre la poesía y la imagen en pintura de Francesca Calaf i Soler. Publicación de la editorial sevillana o hispalense Punto Rojo Libros.

Poemario y obra de Arte, confronta la percepción reflexiva y la lírica sobre el Tiempo, ya sea el Tiempo concreto de la vivencia, ya sea, por el contrario, el de la perennidad y la eternidad del Sin Tiempo desde la contraposición dialéctica de dos visiones antagónicas, la de Francesca Calaf, la mía como caligramista y poeta, que resultan ser, simbióticamente complementarias.

Ambos utilizan el castellano y el catalán en sus poemas, pero todos los poemas son únicos e individuales y, por lo mismo, autónomos. No hay repeticiones, ni traducciones idiomáticas. En cambio, sí transmiten, en bastantes de ellos el poema en imágenes o la imagen en poema.

Francesca Calaf representa la sencillez reflexiva, tendente a la síntesis y a la abstracción plasmática, mientras que, por el contrario, Manuel Millán Cascalló, representa la complejidad detallista, la voracidad y minuciosidad reflexiva y la crítica.

A nivel de imagen. La pintura de Francesca Calaf converge, en la simplicidad, la figuración y la abstracción. Simplicidad de colores y sincretismo simbólico en el que abundan árboles y plantas,  en general, relojes y la figura humana... incorpora las letras sin conformar palabras y el collage... Negros, sepias, verdes, blancos, grises... unifican su paleta de colores...

Por el contrario, Manuel Millán Cascalló... Yo, practico el caligrama en sus variedades de caligramas (incluyendo la figuración en letra impresa), pictocaligrama y pictograma caligramático, predominando estos dos últimos. Todos hechos a tinta de rotulador calibrado, el negro es el color dominante en su combinación con el blanco, pero se añaden sombras en grises, el uso del sepia, incluso en escritura y, en dos casos, llega a la policromía, incorporando el azul y hasta el rojo y el amarillo... Lo mismo podemos decir del juego de símbolos. El Tiempo, Kronos, se representa por medio de relojes como se traduce en bailarinas, compases, molinos, helicópteros, rodillos y llega a convertirse en un tornado... Es el tiempo caníbal y concreto, que paralelizado a la vida puede traducirse en la suma de todos ellos y el tiempo ser un huracán o un tornado que nos arrastra, convertirse en una copa, o traducirse en vivencias pasionales o reflexivas... Cuando el tiempo se eterniza, el Sin Tiempo prefiere los árboles milenarios o los paisajes naturales y no faltan las críticas sociales, como el del mar infestado de basura y desperdicios... Aunque predomina un figurativismo realista, no faltan elementos surrealistas, tanto en poemas como en imágenes y hasta la explícita representación del movimiento como bis del tópico clásico del Tempus irreparabilis fugit...

Tanto como la imagen, la poesía de Francesca Calaf abunda en el uso del Haiku japonés, una reflexión filosófica en una frase dispuesta en tres versos, dos heptasílabos y uno pentasílabo que no busca para nada la sonoridad de la rima. Lo que no son Haikus, son poemas de métrica y rima libres, en los que predomina un lenguaje sencillo caracterizado por la sensibilidad emotiva y sensitiva con gran poder evocativo... La métrica y la rima son una excepción en su poesía, y cuando lo hacen adquieren un cierto cariz lúdico... Reflexión y emoción son sus pilares.

Mi poesía, por el contrario, caracteriza un lenguaje generalmente complejo, aunque no faltan poemas de un lenguaje más sencillo con claras implicaciones surrealistas... Es una poesía cargada de figuras de todo tipo, hiperrreflexiva, hipercrítica, profunda, minuciosa y detallada, que confronta poesía clásica, en sonetos, cuartetos, serventesios, silvas, sextas rimas, sextetos... con métricas monométricas o bimétricas... frente a otros de métrica y rima más libre pero en la que la rima, consonante o asonante, siempre existe.

Además de poemario, cuya distribución puede depender de los propios autores, como de la editorial en librerías, también existe en versión digital en PDF

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ