miércoles, 23 de agosto de 2017

ROSA BLANCA DE PAZ, ESPERANZA Y TOLERANCIA (a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils)

A las víctimas de estos bárbaros atentados como a las víctimas de otros atentados de similares características, vaya esta rosa blanca, un pictocaligrama cuyo diseño y poema, míos, vienen a desear, más allá de mis condolencias y todo mi emocionado afecto a las víctimas, familiares de las víctimas y amigos, un deseo sincero de paz, tolerancia con la esperanza de que la razón se imponga a la barbarie y se defienda la libertad de pensamiento, sentimiento, expresión e ideología y la tolerancia y respeto al distinto y al singular...

La rosa blanca de inocencia para los inocentes y puros, como las víctimas de esta sinrazón, ya es un símbolo en sí mismo de lo que expongo y vaya con ella todo mi afecto, y a él se suma el poema que condensa símbolo y sentimiento:

Si de vuestra sangre inocente
algo ha de surgir
                                                         que sea perenne,
que sea el puro elixir blanco de la paz
y la belleza...
Una rosa de amor que no marchite,
con un perfume embriagador
que a la tolerancia incite
y que no olvide
que la sangre de la Muerte
y de la herida
es también la de la Vida,
y que esta, por serlo, es la más fuerte,
la Rosa del Amor, la de la Paz,
que nunca olvida
y que es, de Barcelona, su verdadera faz

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Y como bien reza el poema, que nunca se borre la memoria de las víctimas inocentes de esta ignominia...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

sábado, 19 de agosto de 2017

AGOSTO, 17 DE 2017. BARCELONA (Crónica del Horror)

Cuando las palabras se bastan y las imágenes sobran, por macabras, el poema explicita mis sentimientos de barcelonés (ahora residente en Cubelles, pero nacido en Barcelona, donde viví cuarenta años), por el horrible y execrable atentado ocurrido en las Ramblas (e intentado repetir, como un diabólico eco en Cambrils) sin necesidad de caligramas. Con este poema, de igual nombre, quisiera expresar mis más sentidas condolencias a las víctimas, familiares y amigos de tan innominable barbarie:

AGOSTO, 17 DE 2017. BARCELONA
Crónica de un horror
I

Herida. Barcelona se conmueve.
La semilla del odio ha desatado
la macabra locura y con su dado
ha elegido las víctimas y mueve

los hilos del horror. La sangre llueve
y se arrastra y vuela y se ha encrespado
mientras ruge la Muerte y se ha cebado
de cuerpos rotos y gritos de nieve

helados de pavor, mientras mil sombras
de fantasmas huyen al laberinto
del Rabal con un asesino impío.

Allí, todos los males que te nombras
surgieron desde un terror variopinto
y convirtieron el dolor en río

MANUELMILLÁN CASCALLÓ



II

Un río humano recorría las Ramblas,
apacible bullicio, febril riada.
Eran casi las 5, perezosas,
y surgió la locura de la Nada,
atropellando los puestos de rosas
y las vidas inocentes
                                                    que a su paso hallaba.

La sinrazón y el odio iban de blanco
y de hierro riguroso...: - ¡Un espanto! -
Un frenesí de muerte no cesaba,
zigzagueando fiero, intransigente,
odio por odio y muerte por muerte...

Y huyó después, fantasma, al laberinto,
dejando tras de sí los cuerpos rotos,
un asesino feroz, convencido,
con su odio ya saciado y venenoso
esparcido en la rambla, sangre y llanto,
un reguero de muerte con su espanto...

A las cinco de la tarde ese redoble
de muerte desatado
quedó sobre la acera,
                                              sangre noble
que el horror nos había arrebatado.
Ese rastro terrible de una fiera,
guiñapos retorcidos sobre el suelo,
frutos de un huracán de fuego y hielo
que huía por las calles,
                                       odio enfermo,
semilla de ponzoñas infernales...

Y Barcelona se hizo grito y llanto
desbordada de dolor desesperado.
Ese redoble de Muerte era miedo,
pánico, desconcierto...:
La ciudad conoció la faz del Diablo
y atónita reconoció
que su rostro era humano
y que como un diablo humano, huyó...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Esperando que jamás se repitan actos como este en parte alguna y que nunca fructifique la semilla del odio, o que, al menos, esta no se extienda como un reguero de pólvora; plantaré una rosa blanca de paz y tolerancia con las espinas del perdón que no el olvido y la esperanza de que la barbarie apague el fuego de la ira con sus brasas de furor y de ignominia...

Yo tampoco tengo miedo ni odio a lo distinto. Amo la libertad, la paz, la tolerancia y la libertad y nadie me cambiará ni cambiará el mundo que defiende que siempre fue mejor amar y perdonar que odiar, reprimir, ocultar y censurar...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ



sábado, 12 de agosto de 2017

TU VIDA ES TU TIEMPO, TU TIEMPO ES TU VIDA

Como dice la marca de este macabro y tétrico, pero veraz reloj, el tiempo y la vida se equiparán para indicar la relatividad del paso del tiempo en su percepción individual. Nuestra vida es el tiempo en que la transitamos y el tiempo transitado conforma nuestra propia vida, como computo, como experiencia, como tránsito y la percepción relativa es la que alarga o encoge la percepción del tiempo como una esencia elástica, lenta en la espera y en la ansiedad de que ocurran los deseos y anhelos o que en la percepción del sufrimiento y lo indiferente, cuando deseamos que acabe o que no exista, lento es en la infancia y en la madurez ante las rutina; rápido, fugaz, eléctrico, frenético ante el disfrute y el goce como en la percepción de la vida ante el tiempo ya vivido cuando alcanzamos la madurez y vivimos el deslizante tránsito de la vejez hacia el abismo de la demencia o del olvido en ella.

Caligrama y poema, poema y caligrama, mi caligrama y mi poema representan la aguja horaria del reloj como el húmero de nuestro propio esqueleto y el minutero como cúbito, radio, carpo y metacarpo y las falanges de nuestro cuerpo como un brazo que recorre el tétrico reloj de nuestra vida... El brazo en su capacidad de flexión y movimiento para toma, en la hemiesfera visible lo que nuestra vida nos da y perderlo, gastarlo en la hemiesfera no visible... Un continuo tránsito de hacerse y deshacer hasta anquilosar su movimiento definitivamente.

La imagen compone la percepción simbológica y al brazo añade los números horarios de la hemiesfera y el poema la convierte en palabras. La marca de nuestro único reloj soy yo y tú y cada uno de nosotros, la vida en sí misma, que coincide con el título de poema y caligrama y refleja nuestra vida como un tránsito por el mundo terrenal...: La Vida y el Tiempo como un ente simbiótico en lo individual, igual en su proceso común para todos los que existen y único y particular para cada uno de los que viven en ese tránsito del ser engendrados, nacer, vivir creciendo y haciéndose y deshaciéndose para morir, completando nuestra vida y nuestro tiempo que se prolonga en la putrefacción del cuerpo hasta su mineralización o/y su inmersión y conversión física en el suelo y sedimento de su entorno, como memoria y recuerdo en quienes compartieron nuestra vida, la memoria que prolongan estos en los que nos su8ceden o la que deja nuestra obra hasta nuestro definitivo olvido...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

martes, 8 de agosto de 2017

EN TU POSO ABISMO

La tradición supersticiosa creyó la leyenda oriental de que en el poso del café se podía leer tu vida. El caligrama es claro. El diseño de la taza de café sobre su plato, el líquido y negro líquido excitante y la cucharilla desde la óptica del que lo toman invitan a sumergirse en él...: MÍRAME... . Te invita a sumergirte en la lectura del poema en un LABERINTO (ENREDADO DE ESPUMAS) en el se sumerge el laberinto de tu FUTURO que se inscribe en el reloj, la esfera el disco y se sumerge en la sima del líquido para dejarse agarrar por la cucharilla...: Beber la vida como un caldo, el excitante café que te invita a vivir la vida y a sentirla plena de gusto y aroma placentero y amargo como el propio café, dejando en el poso cuanto eres en tu aprendizaje y en tu instinto...: ERES TÜ... Tu poso que define lo que encuentras superfluo y hasta que punto mareas tu vida para extractar todo el dulce goce del azúcar o excitante sabor y aroma de beber tu vida degustándola como un placer infinito no exento de amargura... Vivir por el placer de vivir, saboreando, delectándose con ser partícipe de cuanto la vida te ofrece y tú saber adquirir y degustar como un elixir de valor infinito, un goce exquisito... El de vivir a pleno pulmón, a tumba abierta...: ¡VIVIR!

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 7 de agosto de 2017

EN ESTE PUNTO

El pictocaligrama presenta un carro de la compra desbordado de contenido... Sobre él, una saco de dormir liado con una cuerda, Carro y sombra en el suelo aprovechan las sombras para convertir el simbolismo visual en poema, mi poema. La vida es lo que arrastramos (vivencias, emociones, recuerdos, ideales, conocimientos aprendidos, experiencias, goces, dolores, torturas...)... Nosotros somos lo vivido, lo aprendido, lo experimentado... nuestro bagaje adquirido en el transcurso de lo vivido... El carro que nos acompaña, en el que acumulamos lo recibido y extraemos lo usado, lo regalado... Allí donde vamos, nos acompaña... Es nosotros mismos... Desbordado de recuerdos y memorias pero desvencijado del tiempo acumulado y de uso.

El poema se inicia y se lee, como un escrito... De arriba hacia abajo. En los recovecos de la vida se esconden los pedazos de sí mismo, soy el envoltorio que ves (el carro) pero el contenido que lo ocupa de vivencias...

Arrastramos nuestro carro como a nosotros mismos por las infinitas calles de la vida y por los infinitos caminos porque somos uno y esencialmente el mismo.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

domingo, 6 de agosto de 2017

EL CLARO Y MERIDIANO FUTURO

Más allá de que los síntomas estén claros para una locura sin control, un mundo asfixiado y enfermo en el que el egoísmo y ambición sin freno del hombre y la parca visión de futuro del hombre y el entorno de la Naturaleza ninguneada y maltratada instante a instante y palmo a palmo, la realidad de todo ser, vivo y animado, muerto o inanimado y hasta mental es la destrucción y la desaparición. Más aún, todo ser vivo nace sentenciado a la Muerte y Condenado a Vivir. Como reza el poema que encuadra el pictocaligrama. Al nacer, firmamos un contrato en el que consta día, lugar y hora de nuestra sentencia y la Parca la cumple irremisiblemente y sin perdón.

El cráneo sonriente y macabro de la Muerte se explica por sí solo. Nos mira y parece reír sarcásticamente segura de que tú no serás más que un eslabón más de aquellos que se integran en su vasto, dilatado e infinito Reino, en el que habitan todos los que nacieron en cualquier momento y lugar de nuestra Tierra, de nuestro Sistema Solar, de nuestra Vía Láctea y del Cosmos y si le damos forma humana es porque así simboliza más evidentemente nuestros miedos y nuestra convicción de lo único seguro, nuestra muerte y la de todos los que existieron, existen y existirán do quiera que existan y por muy eternizables que nos tornemos...

El poema que lo integra, mi poema, redunda en el contrato que cada uno de los que nacimos firmamos para vivir como quien se apunta a un paraíso soñado, a una película de terror o a ambos incluidos como experiencia antes de volver al punto tácito del que surgimos.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ