Este meridiano caligrama representa una mujer de cierta edad, una viuda que contempla su soledad y el paso de los años ante su visión, desnuda ante el espejo. Contrasta la penumbra de la soledad que la rodea, como un grito de alerta al ver el paso de los años reflejado en su cuerpo, que, a pesar de mantener su belleza, no esconde arrugas, ni canas, senos caídos y su viudedad magnifica el tiempo y la soledad para marcar la nostalgia del alegre pasado perdido y un cuerpo marchito que se encamina hacia una vejez inexcusable.
Si mi imagen refleja claramente lo dicho, mi poema, lo certifica:
Nostalgia.
La dama, abandonada,
recuerda, triste,
su pasado feliz
y lo añora.
El presente,
la desnuda de soledad.
Vive en las sombras
se marchita.
Tristemente
escribo en mi rostro
los días amargos
que me diste...
¿Por qué te fuiste?
¿por qué?...
Y cuando a la deriva
me dejaste,
LA TRISTEZA me abraza
y me siento desnuda
sin ti
y ya nunca volviste,
amor...
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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