Caligrama, sin más, sencillo y meridiano y fácil de leer. La imagen presenta una farola con dos cámaras y su sombra y tres barras de andén y, al fondo, los bloques de edificios que se ven, en visión frontal y sentado en un banco de la estación.
La lectura es sencilla, tanto por la escritura básicamente en mayúsculas como por la disposición.
Comiéncese en la farola, de arriba a abajo y sígase en su sombra en el suelo. Pásese a los edificios y prosígase de arriba a abajo por las distintas barras de andén...
El poema es meridiano en su lectura y en su relación con el título y con el dibujo, retratando la espera en el andén de la estación a las tres de la tarde y bajo un sol de justicia y lo demás, se dice solo:
Asfixiado de calor,
en el banco espero.
Es mediodía, tengo hambre.
Ardiente está el verano de 2020.
Escribo mi soledad en este andén solitario...
Son las tres de la tarde de un julio ardiente.
SOL Y SOL Y SOL...
LA ESTACIÓN ARDE
Huyen los trenes hacia el infinito.
El tiempo está adormilado
y el espacio se diluye de calicha.
Espero tu destino
que es el mío
pero tu tren se retrasa.
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
Siguiendo las pautas de los vanguardismos iniciales, como en el futurismo, el dadaismo, el ultraismo... cada verso del caligrama corresponde a una frase y a un verso del poema... Y este hace hincapié en el calor asfixiante y en como este agranda la sensación de soledad y de espera y, en definitiva, de agobio ante un tren que, perezoso, parece no querer llegar a la estación...
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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