jueves, 12 de mayo de 2016

Publicación del libro "Joan Boscà i Almugàver, senyor de Cubelles. Cultura i Renaixement"

El 21 de abril de este 2016 vio por fin la luz el libro Joan Boscà i Almugàver, senyor de Cubelles. Cultura i Renaixement, del que podemos ver la portada. El libro, editado por el Ayuntamiento de Cubelles, localidad del Garraf barcelonés, escrito por Manuel Millán Cascalló y Anselm Cabús Torra, expone el trabajo de investigación sobre el ilustre poeta barcelonés, amigo de Garcilaso de la Vega y quien publicó la obra de su amigo, inédita hasta entonces, junto con su propia obra poética y cumpliendo con la promesa que le hizo a su amigo, que murió unos años antes en su Las obras de Boscán y algunas de Garcilasso de la Vega repartidas en quatro libros, publicadas en 1543 por su esposa, ya viuda, un año después de la muerte de Juan Boscán.

Su fama, no obstante, estuvo en introducir la métrica, temática y modos petrarqueños, y por tanto, la poesía italianizante, ahora Renacentista, y con ellos, el soneto, el verso endecasílabo, la octava real y la canción petrarqueña y con ellos, los tópicos característicos del Renacimiento y el gusto por la imitación y recreación de la mitología y la estética clásicas, griega y romana, siguiendo los consejos de su amigo Navagero y arrastrando a hacer este tipo de poesía a sus amigos Garcilaso de la Vega y Diego Hurtado de Mendoza, a los que siguieron una pléyade de poetas y escritores, como estos, ya renacentistas.

Pero este no es aquí el caso o centro de la investigación (sin que por ello no aparezca este aspecto, pues será uno de los aspectos estudiados en la relación con Cubelles y de los que adquirir un relieve insospechado) sino uno más desconocido para el público general, pues este, como herencia familiar, era también señor del castillo y de la cuadra (en relación al territorio que dependía directamente del castillo) y más tarde también del castillo y cuadra de Gallifa, pedanía dependiente, hoy día de Cubelles y analiza las relaciones entre el poeta-señor y el castillo, población y territorio de Cubelles y el territorio y su dominio y toda la población, estudia las características de tales relaciones y cómo afecta a la población y economía de Cubelles y su entorno durante su vida y, de hecho, durante finales del siglo XV y XVI y también, como se ve reflejado en su obra poética.

La obra es la publicación de la investigación del mismo nombre como Premi d'Investigació local de la vila de Cubelles 2012.

El trabajo, básicamente realizado y redactado por mí, con la colaboración de mi amigo, el escultor y pintor Anselm Cabús, amén de profundizar sobre aspectos históricos, sociales, económicos y culturales, lo hace también sobre la literatura y la mentalidad renacentista y sirve de portavoz de una visión estética para revalorizar el papel del arte, la estética y la concepción del mundo en el mundo actual y por ello cuenta con una segunda parte en donde del análisis del arte renacentista Anselm y yo llegamos a una actualización y renovación de aquellas premisas plasmadas, por mi parte, en poesía, caligramas, dibujo y pintura como en la de Anselm Cabús en pintura y escultura con frutos algunos de ellos avanzados en este blog o en exposiciones de arte.

Esta segunda parte se propone una reactivación del papel del arte en la sociedad actual en una dimensión en la que al papel de la creatividad estética se una el del diálogo continuo, algo que ya fue característico en el Renacimiento y formaba parte de su concepción humanista plasmada en obras como El Cortesano de Baldassare Castiglione y que pretende rescatar igualmente la honradez creativa y la honestidad ética que el humanista tuvo y que correspondía a la característica esencial de su homo mensura para poder fundamentar al hombre como centro de todas las cosas y como medida de su obra. Un hombre honrado como necesidad contrapuesta al hombre mezquino, ambicioso y corrupto que ejemplariza nuestra sociedad.

Un hombre capaz de crear estética y tecnológicamente, interesado en conocerlo todo, ávido de conocimiento de todo tipo, tolerante y analítico, como ya fue el erudito, artista e inventor como viajero que ya fue el humanista renacentista, un hombre analítico, atrevido u osado en el arte pero prudente ante la sociedad y las ideologías que le circundan y que no renuncia al subconsciente y por eso admite y fusiona estéticamente el figurativismo realista y mimético de la Realidad y la Naturaleza con el sintetismo, la abstracción y la metamorfosis creativa de los vanguardismos, que abre las puertas a la recreación estética y no la cierra a ninguna de las posibilidades estéticas ni técnicas que el arte ya ha ofrecido. Razón y forma no tiene por qué ser incompatibles son sensorialidad, con equilibrio ni con descrilibrio, con irracionalismo ni metamorfosis estétética o técnica ni con la liberación del subconsciente. El Arte es y lo es tanto en lo instantáneo como en lo eternizable. El arte es la acción de serse a sí mismo cuando se ejecuta como en la perpetuación de su resultado y como tal, ni debe huir de la academia ni denostarla ni renunciar a la perpetua novedad en su exposición, en su factura o en el análisis de sí misma.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ