Tras el largo confinamiento, llegó el desconfinamiento en fases... Desde la fase 0 salimos a andar y devorar Naturaleza y salud por paseos marítimos, campo, mundo rural cercano, bosques... Acompañado de mi Bagheera, echarse a andar casi sin parar fue la constante y el día día de mis mañanas y tardes a pesar de un tiempo enfurruñado dispuesto a frenar tanto desvarío... Cuanto más lejos del casco urbano, el gentío y las mascarillas y guantes que alfombraban el suelo y denunciaban la cantidad de negligentes que nos acompañan, mejor, mucho mejor... Al final de la semana, mis pies pedían el descanso reconfortante al calor soportado más que a la constancia y la longitud del camino... Quitarse el calzado y dejar descansar los pies es el tema central de este mi caligrama local de recorrido, que al caligrama inicial añade el resto del poema a mano...
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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