jueves, 9 de octubre de 2008

PROSCRITO


Cuando el dibujo, la imagen predomina claramente sobre el poema, adquiere dimensión plástica visual de dibujo o pintura y se integra a ésta, en calidad de añadido y no de diseño principal de la imagen el caligrama deja de ser tal y se convierte en un PICTOGRAMA CALIGRAMÁTICO. Y tiene mejor cabida en el mundo plástico del dibujo y la pintura que no en el de la poesía, que pasa a ser un integrante o complemento de la primera. Ya no es un poema en forma de dibujo, con forma plástica reconocible o no, sino que es una imagen, un dibujo que incluye un poema en él, integrándose o no al mismo. En este caso, el poema se integra y apoya el volumen de la figura central.

Este pictograma caligramático mío fue concebido como un cuadro para ser expuesto en una sala de exposiciones y no para formar parte de un poemario y forma parte de una serie de caligramas y pictogramas caligramáticos que se integran en la exposición monotemática ROSTRES, que incluyen poemas en castellano, pero también que toman a la figura humana como tema central. El poema está en relación con la imagen, con el retratado o lo retratado, que puede ser, igualmente, una composición relacionada con el hombre y sus actividades sociales, profesionales...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ