martes, 7 de junio de 2022

CONEJO SILVESTRE

 Diseño o dibujo poemado, mi dibujo y mi poema van aparte como complemento e ilustración mutua por un motivo nada banal. La descripción de la especie, su valor en la estructura natural terrestre imprescindible la supervivencia de muchos de los hábitats de clima templado, templado-cálido o templado-frío son de una trascendencia poco visible para un hermoso, gracioso y simpático animal que también tiene un gran peso en la economía doméstica no solo de esos hábitats, sino mundial. Trascendencia en la alimentación, pieles, instrumentos de percusión y hasta como soportes de escritura (ahora ya en desuso) y también como mascota. El resultado de este valor unido a la descripción física y caracterológica da un poema tan excesivamente extenso, con todo merecimiento, que es imposible inscribirlo en el modesto tamaño del cuerpo de un conejo, aunque, como este, sea adulto y es por ello que solo puedo presentar el poema como ilustración del dibujo y el dibujo como ilustración del poema.

Un simpático y prolífico animal soporte de buena parte de la cadena alimenticia de la fauna salvaje carnívora de tamaño mediano, muy dado a compartir campos, bosques y sobre todo zonas de cultivo en los que habita el hombre y concentraciones humanas que por ser muy prolífico puede adquirir marchamo de plaga para la economía humana y para el hábitat si extinguen sus numerosos depredadores.

Mi diseño, es como en mi suele ser característico, figurativo y realista para equipararse a su propósito de representar al conejo silvestre como especie y no como una mascota que tiende a equiparse con un peluche viviente (Valor que no corresponde al del poema). Se trata de un ejemplar adulto (también con el mismo propósito). Y su representación, en mi mano, es esta:

 

El poema, mi poema, tras una presentación física afectiva de un conejo corriendo a saltos, pasa directamente a resaltar su explosiva fertilidad que le confiere ese valor de pieza de caza preferente para los cazadores naturales de un amplio espectro de hábitats, y lo que esto supone para sustentar la variabilidad zoológica de las mismas, y cómo afecta esa fertilidad a la relación de la fauna con el hábitat.

Pasa después a una descripción física más detallada, su vida en madrigueras laberínticas y su preferencia por huir de las horas de máxima luz solar, apostando por atardeceres, vida nocturna y amanecer hasta primeras horas de la mañana. Y reza así:

Como una graciosa bola de pelo,
vas dando saltitos por la campiña.
Campo abierto, presa de rapiña, 
tu condena por tu constante celo.
Ser prolífico es también cadena.
Bocado principal del predador, 
preferida en todo tu alrededor
has de ser, pues, fácil comida o cena, 
de carnívoros, mamíferos medianos,
de aves rapaces grandes y serpientes
de buen tamaño y afilados dientes
o de fuertes venenos meridianos.

Largas orejas para estar siempre atenta,
nariz en constante movimiento,
pardo agrisado pelaje, instrumento
de tu camuflaje que patenta
tu natural y común apariencia.
Cobijado en el laberinto oscuro
de tus alambicadas madrigueras,
casa común, armada de paciencia,
a que la luz se atenúe esperas,
sabiendo complicado tu futuro,
pues tu horario es el de los cazadores
y eso alimenta tus grandes temores.
Pero tú eres la fuente que sustenta
a tus cazadores que limitan
que tu amplia prole los campos devaste.
Así los campesinos ni se irritan
porque seas, para ellos, su gran lastre.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


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