sábado, 28 de marzo de 2020

GRANDES EXPECTATIVAS

Viajemos en el Ferrocarril de la Esperanza, en estos tiempos que corren tan dados a la narcosis del confinamiento, y planifiquemos un futuro cierto. En la estación la confluencia de la espera, en la paciencia, y la agitación de la llegada y la partida... Ahora, la puerta del convoy nos tienta a entrar, acogedora y no hay nadie allí, ni en el vagón, ni en la estación... Es el momento, es tu tren... ¡Instálate
y déjate vivir en el trayecto de las sugerencias que te ofrece y vive... mientras fluye el recorrido, el alud de imágenes para evocar vivencia e hipnotizarte hacia ese sueño... Es el lugar, es el momento y vive...:
 

El pictocaligrama, mi pictocaligrama fusiona la imagen de un tren con las puertas abiertas a una estación tan vacía como el propio vagón, es la Estación de la Esperanza... y te invita ha tomar el mando de ti mismo y a instalarse en el vagón del convoy que ha de llevarte al futuro, al destino que tu hayas decidido por esperado, por imaginado, por soñado como perfecto...: ¡Móntate!... ¡No lo dudes!... Y haz tuyo tu futuro...

El poema, mi poema, fusiona el mismo contenido centrándose en la estación de un tren como nexo entre el lugar y el momento de tu vida en que estás con el futuro que te espera donde vayas... tanto si es donde se halla la estación y es el lugar de tu destino, como si es el tren el vehículo que te ha de llevar a ese destino prometedor de esas grandes expectativas... y reza así:

Abierta está la puerta a la esperanza
y dentro y fuera vive al mismo tiempo,
ruleta de fortuna viaja presto
si en el vagón va dentro de su panza

y en la estación, vaivén de la esperanza
que huye o viene alegre con el viento
buscando el ancla de su barco nuevo
en la ciudad que ha de marcar su danza.

Y en el marasmo arde la marabunta,
hormigas o cigarras, fuego y hielo,
eléctrico bullir que todo junta

y funde en movimiento cielo y suelo.
Lo mismo en ida y vuelta está el futuro.
De Sol a Sol, de luz hacia lo oscuro,

en la estación el nexo que contempla
pasar el tren, la vida, el tiempo mismo,
la lejanía une y el abismo
niega y el tránsito feroz templa,
conoce el vértigo como el letargo,
la inquietud, la paciencia y lo amargo
como la alegría y la larga espera.
Un alto en el camino y, sin embargo,
el nexo entre invierno y primavera...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

No hay comentarios: