Pictocaligrama, el poema, mi poema, se inserta sobre el dibujo de un volcán con claridad meridiana. Mi diseño utiliza sombras grises en varios tonos, negras y el rojo, amarillo-anaranjado y marrón castaño para el fuego, la lava y las cenizas, magnificando el dramatismo y la espectacularidad de la erupción como un fenómeno natural dicotómico, de la destrucción del paisaje y la vida surgirá un nuevo paisaje y una renovación del suelo que generará nueva vida y un suelo con más nutrientes y renovados...
La Naturaleza enlaza la catástrofe, la agonía y el dolor de la vida para regenerar orografía, estratigrafía, suelo y la propia vida... Todo un símbolo de la fuerza de la Naturaleza y poder de destrucción para generar vida.
Si la imagen recoge la catástrofe, las armas de destrucción, la agonía por asfixia de una lava que desciende con parsimonioso deleite letal como una apisonadora que se suma a la asfixia para acabar con todo lo que encuentra a su paso, amén de reflejarnos un espectáculo visual único, el poema, mi poema enlaza el reflejo cataclísmico de la erupción con su poder regenerador, vital para la vida en la Tierra.
El poema se expande por la nube de gases sulfurosos y letales y se expande desde el cráter como llava que desciende por las laderas del como volcánico, aplastando la vida pero regenerando el suelo para que sea potenciador de la nueva vida que vendrá. Y dice así:
Tú construyes, tú destruyes,
al latido magmático
de las entrañas mismas de la Tierra.
CORAZÓN TERRESTRE
Surges tú, zumo de vida y muerte.
A buscar la Muerte vas,
sepultando vida,
asfixiando sueños,
pero de ella ha de surgir
un mundo nuevo
que ha de resurgir de sus cenizas.
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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