Este mi pictocaligrama, mío en diseño, factura y poema, representa una sala de Arte, una pinacoteca, en su entrada para explicar y describir qué es el Arte y cómo se hace realmente Arte simbolizado por la sala que lo contiene.
El título del pictocaligrama está en la entrada de la misma como si fuera el mismo nombre de la Sala. De la Sala muestra la puerta de entrada y, desde ella, se atisba el contenido parcial de la misma.
El poema, mi poema, describe cómo nace el Arte desde la inspiración del artista hasta hacerse obra y, una vez modelada, construida, precisa de la recepción de un espectador que lo convierta en verdaderamente Arte al hacerlo suyo y llenarlo con sus propias evocaciones sugeridas por la obra artística, sin el cual, el nacimiento del Arte no existiría...
Y el poema que simboliza se plasma, en el orden en el que se menciona, en las líneas de separación de las piedras de la fachada exterior (comienza por las horizontales y prosigue por las verticales), en el marco de la puerta, en el murete que encierra las invisible escaleras que, a la izquierda, bajan a un sótano, sigue por la pared de la sala (con dos cuadros) y acaba en el suelo de la entrada.
Y reza así:
El Arte está en tus manos,
en tu mente como impulso
y surge por sorpresa, un pulso;
allí donde miras y lo sientes.
No es lo que ves, más son sus fuentes
las que sugieren a las musas
y tus manos, ya sin excusas,
lo hacen tuyo, y ritmo y manos,
versos, dibujos, relatos,
o quizás, modelos la arcilla,
y el que sea complicada o sencilla,
es cosa que camina en tus zapatos.
Y plasmado ya, busca su sitio,
su tiempo, su momento y receptor.
Otra cosa es quién hace de tambor
para que la música llegue
a aquellos que hacen Arte
con tu Arte, allí despegue
la pura creación de recrearte.
Porque el Arte es más Arte
si llega a crearse en un espectador
que se extasía y vuela
y tu obra se ilumina con su reflector
y se esculpe nuevamente
donde el soporte es la mente
volando, creación definitiva.
Ya degustada, es obra viva.
Arte surgido plenamente.
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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