Siempre es bueno empezar el año feliz y complacido y cargado de buenos deseos... y más si, encima, ese inicio coincide, como es el caso, con mi onomástica. La blanca paloma de la paz, es un símbolo Universal de la Paz desde que la tradición hebraica hizo que, tras el Diluvio Universal, Noé descubriese tierra con una paloma, quien, volvió a su dueño con una rama de olivo que encontró en tierra firme y, que según esa tradición, reflejaba el fin de las hostilidades de Dios, Yaveh, con la Humanidad con la conclusión del Diluvio Universal y el reencuentro de los seres humanos (y los animales que Moisés había salvado y llevaba en su arca). La tradición cristiana aceptó la tradición bíblica judaica y adoptó la paloma blanca con la rama de olivo en su boca, como símbolo de la Paz, que no es poco...
El hippysmo y la contracultura agregaron, en el 68 el amor, aunque cambiaron de símbolo por el sacado del nuclear... pero ciertamente, la Paz y el Amor son una excelente fusión para la Felicidad y para la tranquilidad ajena a las hostilidades.
A mis deseos de Paz y Amor, y más en estos tiempos agitados que nos ha tocado vivir, con líderes o hostiles como Putin, Lukhashenko, Kim Jong-il, siempre dispuestos a la guerra, y una ristra de Jefes de Estado, dictadores y dados al conflicto, con el racismo y el fascismo desatados y de regreso; los grupos terroristas del yihadismo, el Estado Islámico, la victoria de los Talibanes en Afganistán las catástrofes naturales, incendios, inundaciones, terremotos, volcanes... desatados y satélites del cambio climático que la Humanidad ha provocado negligentemente, la pandemia que, amén de un reguero de muertes directas e indirectas, ha demostrado la fragilidad del Sistema capitalista, de la Sanidad Universal (amén de la insolidaridad) y del comercio internacional, la hambruna... y la estupidez de los negacionistas y conspiranoicos, uno la del propio animal, la paloma, como uno de los integrantes de la serie de animales domésticos, con, como puede verse, un dibujo poemado del mismo, ambos de mi puño y letra:
No hay comentarios:
Publicar un comentario