lunes, 24 de enero de 2022

LORO GRIS O YACO

Aquí presento, a modo de pictograma caligramático, de dibujo y diseño como poema, míos, esta ave que, en su momento hizo las veces de primer transistor de la humanidad, el conocido loro gris o yaco, el loro parlanchín característico de los piratas... Ave inteligentísima y empática, inseparable de su amo y, a la vez, empática imitadora de toda clase de sonidos, entre otros, el lenguaje humano en cualquier lengua que se le proponga...


Este loro, de buen tamaño y longevo, fácilmente domesticable, pero que precisa de constante atención y cariño y a la que se debe educar casi como un niño, es un ave frugívara tropical y ecuatorial, característica del África selvática.

Mi imagen, mi diseño, lo muestra libre, sobre su propia jaula, de una forma dicotómica, ya que todo el poema, mi poema, se inscribe en la jaula, dejando al animal libre de letra alguna, obligado por dos motivos, reconocer plenamente la figura del ave y no complicar excesivamente la lectura del poema. De paso, adquiera, la disposición, un sentido simbólico, dejando al ave en lo que es suyo, y al lenguaje humano, ajeno de origen al animal, en lo que se le impone y añade como conocimiento, en el útil que facilita tal imposición, la jaula.

El poema, describe al animal física y psicológicamente, su hábitat y costumbres, sus capacidades y todo aquello que lo identifica... Y reza así:

Loro, lorito gris, de piratas compañero.
En su hombro, parlanchín, recuerda mil batallas
y discursos, canciones de todas las tallas,
imitando, fiel, a su dueño pendenciero.
Y puede imitar todas las voces, timbres, sonidos,
gruñidos, estruendos, pitos como alaridos

y trinos que, a sus oídos, llegan con constancia,
este ave bella de curvo y muy agudo pico.
Trepadora, ágil, bulliciosa como mico
y, como este, en los árboles tiene su estancia

y su comida: frutos, hojas, semillas...
Tropical, selvática africana, su inteligencia
y gran empatía, asombran, son su esencia.
Y se acostumbra a su amo de mil maravillas.
Requiere tanta atención como un niño
y, como a él, se le puede educar con cariño.

Pico negro, cara blanca, gris plumaje,
cola roja, chillona, curiosa, inquieta,
bailarina y bullanguera, nunca está quieta
y su memoria mimética son su equipaje.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

 

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