De nuevo la reflexión existencial entreteje, en este caligrama de recorrido, el sentido esencial de la existencia como la de una negación de uno mismo en la imposibilidad de regentar la vida salpicada de hastío y monotonía... La sensación de huirse para serse en la negación de cuanto existe y de mi propia existencia...
Caligrama, poema y reflexión se fusionan en un contenido donde el interrogante se integra en la clave del mismo. Con aspecto surreal de greguería el poema que lo integra, mi poema, dice así:
Me preparo a dormir.
Quiero que se borre el mundo todo.
Roto... Me falta un pie
y mi cuerpo no existe...
Soy un fantasma cojo
e invisible que nadie ve
y se resiste a ser incógnita.
Al menos ves mi zapatilla... siniestra...
La diestra
creo que se durmió en un ataúd
con una Llave maestra.
Siquiera arrastro mi condena
con bola de hierro y cadena
ni luzco sábana blanca
de nazareno en pena...
Soy un fantasma a medias
y eso me hace más fantasma
¿No crees?
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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