Un caligrama de recorrido implica la mezcla del poema puro con elementos o partes caligramáticas, telegramáticas o caligramas propiamente dichos, como este caligrama en el que recorrido, y caligrama se funden dando a estos últimos sentido simbólico de senaciones, desde la caída al pozo de su inicio (letras mayúsculas y criptogramas para la caída y la palabra POZO dándose forma a sí mismo), la espada que habla de sí misma (CON ESPADAS DE IRA), o la copa de vino llena que implica la forma en cómo se ahoga o se intenta difuminar la amargura en alcohol (sino la dulce sensación, en el borde de la copa, de una generosa copa de tinto vino, formando la copa, que transporta , hasta la T es la el tallo de la copa y la A su pie o base, ese sabor celeste de placer divino, conformando el vino tinto en sí mismo). La frase, NO QUIERO RECORRER ESE CAMINO, en mayúscula y en el centro hace de límite entre el primer recorrido y el segundo y también de línea que separa la suma de la primera parte, de su resultado, que no es otro que la segunda.
Mi poema quedaría así:
ABCES KIGO
AL POZO de la amargura
y rompo los silencios
CON ESPADAS DE IRA,
que son desolación, premura,
la daga que aguda y clavada expira
por no encontrar el sabor del gozo
y sí el del pesar que delira...:
NO QUIERO RECORRER ESE CAMINO
sino la dulce sensación
de una generosa copa de tinto vino
que transporta
ese sabor celeste de placer divino
al paraíso del deleite soñado,
al plato donde se hibridan los sabores
y trazan hadas voladoras los olores
que viajan al lugar añorado
donde vuelves a ser un niño
feliz, feliz, jugando a ser pájaro risueño
que pía y pía libre y sin dueño
por el cielo azul de ensueño
donde todo alcanza lugar y aliño
para ser promesa premio de tu empeño,
placer de los placeres liberado,
razón por la que vives confiado
recorriendo un mundo infinito y halagüeño
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
Se resume pues un viaje de huida a los placeres para borrar los horrores, los errores de la realidad
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