Al otro lado del espejo está mi rostro es un caligrama mixto, que integra, en el recorrido del poema dos caligramas locales, el primero inicia el poema con el recorrido pendular de una espada de Damocles, la que determina el inicio del poema (cadáveres hay enterrados bajo el suelo) y representa las obsesiones ocultas, los deseos incumplidos que me atosigan escondidos y recónditos en la memoria. El otro representa una imagen de mujer, una cara que aparece en un espejo. Desvela éste el sentido del poema, los cadáveres son los recuerdos que evocan una mujer desconocida o no, hecha de evocaciones, anhelos y sueños que surgen de mis obsesiones... Allí, el marco revela: La verdad, la mentira hinca su diente en un cabello... y la imagen reflejada aclara... Es una sombra y sueño (parte superior del cabello hasta la curva de la melena). ¿Dónde está tu rostro? (Gira en el mismo sentido. El interrogante compone un ojo y la pregunta recorre la frente y el resto de la melena hasta empalmar con el sueño). Me pregunto y sé (el me completa el ceño siendo la vocal el ojo derecho; pregunto compone el moflete de la cara, la barbilla y el cuello; Yo es la nariz y sé, la boca)... Entre una y otra forma caligramática, el poema recorre su camino: Guillotinando el cuello / tu reloj duda entre un segundo y el siguiente...
Abandonado el espejo, el poema concluye...: Mi antíresis me mira (referencia a la imagen del espejo), mi imaginación delira / y no soy yo quien reposa / sino un rostro de deseo. / La mujer es lo que veo, / pero mi mundo es de hielo (es el espejo que atrapa el rostro del espejo) / y juega conmigo a los dados. / Tiene mi enigma / un negro abismo / donde habita un féretro / con el retrato de mí mismo...
Con ello mi poema, con raíces surrealistas coloca en el deseo la vida y en la vida real, donde mi rostro habita, la muerte en vida.
El poema compone una serie, pues de símbolos con paralelismos entre la antítesis alegórica, la paradoja expresada como amplificatio y el oximoron continuado.
Los caligramas de recorrido, mixtos y los locales son una constante en mi obra. Éste, por ejemplo, es del 2008.
Mi poema completo rezaría así:
Cadáveres hay enterrados bajo el suelo.
Guillotinando el cuello,
tu reloj duda
entre un segundo y el siguiente...:
La verdad se muda
y la mentira busca su diente
en un cabello.
Es una sombra y sueño...
- ¿Dónde está tu rostro? -
Me pregunto y sé..
Mi antítesis me mira,
mi imaginación delira
y no soy yo quien reposa
sino un rostro de deseo.
La mujer es lo que veo,
pero mi mundo es de hielo
y juega conmigo a los dados.
Tiene mi enigma
un negro abismo
donde habita un féretro
con el retrato de mí mismo
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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