jueves, 11 de agosto de 2022

¡DIOS. CUANTO MÁS ME ACERCO, MÁS ME INCLINO A LA DUDA!

 Combinación caligramática de imagen sincrética superpuesta tres veces, acercándose cada vez más al foco de quien lo refleja, que muestra en la síntesis de la iglesia de Santa María de Cubelles, especialmente el campanario (pero también el resto del edificio) con el poema que en él se inscribe y que muestra mi poema, en donde se refleja el paso del tiempo en tres instantes en diagonal, desde el más lejano y erecto, al intermedio, con ligera inclinación a la izquierda y con el más cercano, definitivamente inclinado a la derecha...

El diseño muestra el dinamismo en diagonal en visión temporal. El más lejano inicia la secuencia y muestra el edificio completo el visión imposible: la torre frontal cuando el edificio está enfocado desde la antítesis de la imagen real (dejando la torre justamente al lado contrario de lo que estaría en la realidad), es el paso del tiempo desglosado en dos, girando alrededor de la torre, mostrando al edificio como se vería desde la plaza del mercado. 

La visión central de la torre y el edificio, sincretizaria una visión natural, la que mostraría desde el carrer Major, con ligera inclinación hacia la izquierda.

La más cercana, vuelve a los imposibles. Inclinados hacia la derecha, la torre de campanario y el edificio en planta en la misma posición, acercándose al foco de visión, ha perdido la puerta pero no las escalera (así se vería si subiésemos desde el Paseo de Narcís Bardají. 

El poema, mi poema, que completa mi imagen de recorrido que incluye el tiempo jugando con visiones concretas, flashes de cuatro instantes diferentes, juego con la estructura óptica, empieza por la iglesia más cercana, continúa por la central, pasa a la más cercana y acaba saliendo de la imagen, tras aclarar la disociación entre realidad espacio temporal y la impresión subjetiva de esta. Tras dejar claro que es imposible que la Realidad frene esta última en sus tres impresiones, acaba, fuera de la imagen planteando la subjetividad como una incógnita hija de la percepción fusionada de la emotividad, la carga cultural de la consciencia en el momento de la percepción y la encrucijada de espacio-tiempo en que se produce el proceso, cuya resolución solo podría desentrañar el propio subconsciente momentáneo.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ



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