La casualidad ha querido que uno de mis caligramas se haya convertido en un documento histórico. En un viaje de placer, con mi mujer y unos amigos, a principios de julio de 2013 me llevó a la Isla de La Palma, La Isla Bonita de las Canarias (todas preciosas), Interesados por la orografía, entre otras cosas, de la isla, su fauna y su vegetación , (tanto la laurisilva como los platanares), buscábamos con placer y obsesión toda su naturaleza volcánica; el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, la Cumbre Nueva, con el Roque de los Muchachos y su observatorio astronómico y el espinazo de la Cumbre Vieja, con todas sus bocas volcánicas, y entre ellas, cómo no, el Teneguía. Precisamente recorriendo el espinazo de la Cumbre Vieja nos allegamos a la boca del Volcán de San Juan y a la del Brigoyo, y desde esta última, desde allí retraté y dibujé la Cumbre Vieja a la que dediqué un caligrama que refleja la zona precisamente en erupción, por lo que, el mismo documenta la zona cómo era antes de la misma, y ya entonces, el caligrama deja ver claramente cinco bocas entonces taponadas... (y es posible que sean más):
Una en primer término, otra, tras ella, a su derecha,; al lado de esta, algo más atrás y a la izquierda, una más grande, ligeramente partida, tras esta, una más en un montículo y una más, casi imperceptible, al fondo y en el centro.
Esto de muestra que ya era un enjambre que comenzaba en el volcán de Brigoyo, muy cerca del borde de la inmensa Caldera de Taburiente, y seguía, en un espinazo o carena hasta concluir, como punto más meridional, en el volcán de Teneguía, al Sur de la Isla y próximo relativamente a la población de Fuencaliente (que daba a la vertiente Oeste, cuando el Teneguía daba al Este).
Con un plano de la zona, en la Guía del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, creo identificar que el volcán en el primer plano debía de ser el Volcán de San Juan, y tras él, a su derecha, el Volcán de la Barquita, y, tras este y a si izquierda, la Montaña del Caldero, tas este, entre ambos, la Montaña de los Charcos. El Tahuya es menos visible, pero el que asoma al fondo, es el Cráter de Hoyo Negro...
Había nubes (que se observan a la izquierda), que no son volcánicas, pero al Este, el día estaba despejado.
Probablemente la zona en la que residíamos, en una casita alquilada para la ocasión, en una urbanización, ya entonces rodeada de colada de lava litificada, cercana a El Paso, pueda haber sido amenazada por la colada de lava actual, si no ha sucumbido a ella, lo cual sería una grandísima pena.
En cuanto vi las imágenes del volcán me vino a la cabeza esa casita y esas vacaciones y muchos lugares que visité y que ya no existen. Una verdadera pena. Pero aquí queda este documento hijo de la casualidad.
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