lunes, 29 de junio de 2020

MAYO ARDIENTE DE DESCONFINAMIENTO

Mayo junieaba de Sol ardiente al principio del confinamiento. Un Sol atroz que junio ocultaría. Tras los paseos perrunos, al fin se podía andar largo trecho por el Paseo Marítimo y podías sacarte la mascarilla si no había aglomeraciones de gente, pero era un placer poder estirar las piernas y pronto salir a pasear al campo y la montaña de los alrededores.

Este caligrama de recorrido que alterna caligramas locales, uso visual de la grafía mayúscula y poemas a la usanza clásica, refirió en su momento esa solana que nos acompañó en mayo para volver a una primavera de tiempo inestable, tormentas y chubascos en junio.

El Sol y los paseos alimentaban la esperanza del fin de la cuarentena que la guarricie de las masas contradecía con aglomeraciones en paseos, terrazas e invasiones de playas y paseos y alfombras de mascarillas y guantes por doquier, campo y bosque incluido. Todo el mundo se lanzó a hacer deporte corriendo, en bicicleta, surfing... y largas caminatas para rehacer figura y salud atrofiadas. Renacía un cierto aire de liberación más que de Libertad:


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

martes, 23 de junio de 2020

DESCANSO DOMINICAL

Tras el largo confinamiento, llegó el desconfinamiento en fases... Desde la fase 0 salimos a andar y devorar Naturaleza y salud por paseos marítimos, campo, mundo rural cercano, bosques... Acompañado de mi Bagheera, echarse a andar casi sin parar fue la constante y el día día de mis mañanas y tardes a pesar de un tiempo enfurruñado dispuesto a frenar tanto desvarío... Cuanto más lejos del casco urbano, el gentío y las mascarillas y guantes que alfombraban el suelo y denunciaban la cantidad de negligentes que nos acompañan, mejor, mucho mejor... Al final de la semana, mis pies pedían el descanso reconfortante al calor soportado más que a la constancia y la longitud del camino... Quitarse el calzado y dejar descansar los pies es el tema central de este mi caligrama local de recorrido, que al caligrama inicial añade el resto del poema a mano...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 22 de junio de 2020

DESDE LA NOSTALGIA

Desde la nostalgia del confinamiento llueven los recuerdos de tiempos pasados y los espectros añorados de los placeres perdidos. Así nos lo muestra este mi caligrama que representa una mujer desnuda surgida de mi juventud perdida:


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

jueves, 11 de junio de 2020

DESPEDIDA EN EL ANDÉN

 

Mi último caligrama, un pictocaligrama, pertenece a la serie Estación de la esperanza. La imagen de dos jóvenes amantes besándose apasionadamente en el andén de la estación juega con la simbología, con la ambigüedad y con la necesidad de, imprescindiblemente, fijarse en los detalles y en el poema.

Una perspectiva clara, con el tren a la derecha de los amantes que deja el atisbo de la población al fondo y a la derecha, las vías, al fondo, alejándose de la estación hacia la infinito y la maraña de cables eléctricos.

De que son dos jóvenes enamorados no hay duda y el amor es el claro símbolo vital del apasionamiento como motor de nuestras vidas, que cifrado en los jóvenes amantes añade a tal perspectiva la de la esperanza de una convergencia en una futura vida en común con el amor como motor vital. La simbología es clara a ese respecto y por ello los amantes abandonados a su pasión, ocupan el centro de la imagen como también el amor es, el eje común de sus vidas en ese nosotros que funde el espacio en el mutuo y elimina en el mismo el Tiempo y lo eterniza en el amor mismo, desembaranzándose de otro entorno y el tiempo contemporáneo, cifrado en el tren parado que espera comenzar prontamente su marcha hacia un destino de esperanza para quienes viajen en el convoy... Así es, el beso apasionado niega otra visión que la del ser amado y otro tiempo que el del amor representado en el beso apasionado...

El juego entre la ambigüedad y la concreción es compartido por imagen y poema. Los amantes se besan, pero... ¿es una despedida, un recibimiento o un beso previo al común viaje?... La ambigüedad de la imagen surge de los elementos componentes y de la equiparación de resultados en cualquiera de las tres opciones porque la pasión amorosa del ardiente enamoramiento haría actuar a los amantes de la misma manera en cualquier de las tres situaciones?... La ambigüedad es premeditada y busca esa equiparación deliberadamente en la subjetividad de la primera impresión para dejar que la mente reflexione y deduzca objetivamente la situación a partir de los detalles que nos dan la concreción...

La imagen nos muestra un cielo claro en el que las farolas no están encendidas... No es la noche ni la madrugada ni el anochecer... No ha casi gente en en el andén... por lo que no es una hora punta precisamente... y la claridad y ausencia de nubes es clara...: mañana o mediodía y la manga corta sugiere finales de primavera, verano o principios de otoño... Solo se ven tres personas y tan solo en las que están en primer plano podría pensarse que pudieran ser una pareja, sin que pueda solucionarse el dilema. La mujer de espaldas va en la  misma dirección que el hombre y va adelantada respecto a él. La mirada hacia atrás y hacia su derecha y probablemente hacia abajo nos dejan la incógnita de si va acompañado de alguien... ¿un niño para nosotros invisible, una maleta, alguien que le llama?... pero mira en la dirección del tren... El otro hombre, va solo, pero se encamina a subir en el tren... Si ha bajado alguien del tren, ya ha salido del andén o ha bajado o baja por el otro lado al andén donde está el edificio de la estación... En todo caso, el tren no está en el momento inmediato de llegada a la estación...

Los pasajeros que acompañan a la pareja y el andén escogido, no el principal, sugieren que todos los pasajeros se proponen subir al tren... la pareja de amantes o uno de ellos, también... No es pues un recibimiento...

Ambos amantes llevan mochila, pero ella lleva un maletín, cartera en bandolera y solo hay una maleta, que está más próximo a ella... de esta manera, los detalles de la imagen sugieren que es ella la que se va y él quien la despide ya que, si no hay despedida ni recibimiento podrían estar ya dentro del convoy... pero quizás la hora de partida no es inmediata y la pareja puede apurar el tiempo de despedida de ambos de la estación... 

Lo dicho, la ambigüedad de la imagen es provocada, no dejando cerrada en la imagen ninguna de las tres posibilidades.

El poema, mi poema, es inequívocamente preciso en detallar sensaciones evocativas y en aclarar que ell es quien se va y él quien la despide como arma para demostrar que una imagen no siempre vale más que mil palabras y que esas palabras son imprescindibles para aclarar la imagen... También es intencional, una forma de decir que la palabra nunca es prescindible, y menos para hacer declaraciones de intenciones, sensaciones evocadas, reflexiones y formas de pensar...

Así reza el poema componente:

Tren
Convoy de fondo... parado...
Jóvenes enamorados en el andén
¡Besándose!...
                                               ¡Besándose!...
El Mundo es un  espacio borrado,
el Tiempo mismo se ha anulado...
Fundidos, los amantes, abrazados,
han reventado los candados...
Ella se va... Se irá... aunque no quiera.
Desbocado,
el amor no tiene espera
ni sabe hablar de costado...
De frente... escancia su sabroso vino.
La llama arde con puñal fueguino.
Repta la lengua húmeda en el ser amado.
La distancia es un enemigo insaciable
que el amor no ha de dejar que hable...
ni su embrujo mentiroso y asesino...
¡Siempre y Todo!
¡Nunca y Nada!
¡Te irás pero te irás conmigo!...
¡Te irás pero te quedarás aquí!...
¡Di que me quieres, di!...
¡Y que mi pasión no se perderá contigo
lejos de nuestro mundo y de ti!.

Como la hiedra, me fundiré a tu torso
reptando por tu piel,
devorando tu mente,
dueño de tu memoria fiel.
Tu perfume, tu rostro, tu calor... simiente...
el tacto de tu cuerpo sinuoso
reptaré como serpiente...:
Conmigo quedará tu poso
en tu mochila, en tu maleta,
en tu bolso... que este beso
no acabe nunca y suba contigo al tren...
en el tránsito a tu destino, asceta
que contempla la belleza sin peso
en el extasiado vaivén
del tránsito a tu destino
y quede contigo en él.
Te esperaré siempre, Amor sin fin,
que eres mi sustento, 
mi maná, mi pastelito de miel
y la esencia de mi aliento...

Rodeados de tu equipaje,
fundidos en este beso apasionado,
este ha de ser mi adiós, emocionado...:
¡QuE tengas buen viaje, amor!...
te deseo desconsolado...
AMOR,
AMOR...
¡Que tengas buen viaje!...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

El poema no solo acalara que es ella quien se va sino también que lo hace por largo tiempo... dejando otras puertas abiertas...: Se va a vivir a otro lugar o vuelve donde vive habitualmente... Se va de vacaciones... Acaban las vacaciones y es la despedida de un amor de verano...

La poesía sugiere, rellena tú el guión inacabado...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

  

viernes, 5 de junio de 2020

PUBLICACIÓN DEL POEMARIO "KAIRÓS"

 

Ya está editado y publicado el poemario Kairós obra conjunta mía, Manuel Millán Cascalló, y de la también poetisa, pintora e ilustradora vilanovina Francesca Calaf i Soler. Un poemario que representa un cruce entre la poesía y la imagen en pintura de Francesca Calaf i Soler. Publicación de la editorial sevillana o hispalense Punto Rojo Libros.

Poemario y obra de Arte, confronta la percepción reflexiva y la lírica sobre el Tiempo, ya sea el Tiempo concreto de la vivencia, ya sea, por el contrario, el de la perennidad y la eternidad del Sin Tiempo desde la contraposición dialéctica de dos visiones antagónicas, la de Francesca Calaf, la mía como caligramista y poeta, que resultan ser, simbióticamente complementarias.

Ambos utilizan el castellano y el catalán en sus poemas, pero todos los poemas son únicos e individuales y, por lo mismo, autónomos. No hay repeticiones, ni traducciones idiomáticas. En cambio, sí transmiten, en bastantes de ellos el poema en imágenes o la imagen en poema.

Francesca Calaf representa la sencillez reflexiva, tendente a la síntesis y a la abstracción plasmática, mientras que, por el contrario, Manuel Millán Cascalló, representa la complejidad detallista, la voracidad y minuciosidad reflexiva y la crítica.

A nivel de imagen. La pintura de Francesca Calaf converge, en la simplicidad, la figuración y la abstracción. Simplicidad de colores y sincretismo simbólico en el que abundan árboles y plantas,  en general, relojes y la figura humana... incorpora las letras sin conformar palabras y el collage... Negros, sepias, verdes, blancos, grises... unifican su paleta de colores...

Por el contrario, Manuel Millán Cascalló... Yo, practico el caligrama en sus variedades de caligramas (incluyendo la figuración en letra impresa), pictocaligrama y pictograma caligramático, predominando estos dos últimos. Todos hechos a tinta de rotulador calibrado, el negro es el color dominante en su combinación con el blanco, pero se añaden sombras en grises, el uso del sepia, incluso en escritura y, en dos casos, llega a la policromía, incorporando el azul y hasta el rojo y el amarillo... Lo mismo podemos decir del juego de símbolos. El Tiempo, Kronos, se representa por medio de relojes como se traduce en bailarinas, compases, molinos, helicópteros, rodillos y llega a convertirse en un tornado... Es el tiempo caníbal y concreto, que paralelizado a la vida puede traducirse en la suma de todos ellos y el tiempo ser un huracán o un tornado que nos arrastra, convertirse en una copa, o traducirse en vivencias pasionales o reflexivas... Cuando el tiempo se eterniza, el Sin Tiempo prefiere los árboles milenarios o los paisajes naturales y no faltan las críticas sociales, como el del mar infestado de basura y desperdicios... Aunque predomina un figurativismo realista, no faltan elementos surrealistas, tanto en poemas como en imágenes y hasta la explícita representación del movimiento como bis del tópico clásico del Tempus irreparabilis fugit...

Tanto como la imagen, la poesía de Francesca Calaf abunda en el uso del Haiku japonés, una reflexión filosófica en una frase dispuesta en tres versos, dos heptasílabos y uno pentasílabo que no busca para nada la sonoridad de la rima. Lo que no son Haikus, son poemas de métrica y rima libres, en los que predomina un lenguaje sencillo caracterizado por la sensibilidad emotiva y sensitiva con gran poder evocativo... La métrica y la rima son una excepción en su poesía, y cuando lo hacen adquieren un cierto cariz lúdico... Reflexión y emoción son sus pilares.

Mi poesía, por el contrario, caracteriza un lenguaje generalmente complejo, aunque no faltan poemas de un lenguaje más sencillo con claras implicaciones surrealistas... Es una poesía cargada de figuras de todo tipo, hiperrreflexiva, hipercrítica, profunda, minuciosa y detallada, que confronta poesía clásica, en sonetos, cuartetos, serventesios, silvas, sextas rimas, sextetos... con métricas monométricas o bimétricas... frente a otros de métrica y rima más libre pero en la que la rima, consonante o asonante, siempre existe.

Además de poemario, cuya distribución puede depender de los propios autores, como de la editorial en librerías, también existe en versión digital en PDF

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ