A veces la tecnología se niega a ser lo que debe y se niega a la imagen y se obceca. Parece que este va a ser el caso. No parece seguro que transporte imágenes y entonces se dedica a tocar... y tocar. Puesto que no me deja caligramar hoy. Dios sabrá por qué, pues poemizaré. El Presente menguante es simplemente un poema que nos habla de la sensación de sentirse diluir y desaparecer en la realidad que nos circunda. Esa sensación de empequeñecer de impotencia, de anonadarse que nos acompaña y que crece a la par que decrece nuestra seguridad, nuestra fe en nosotros mismos y aumenta a la par que decrece nuestra energía y crece nuestra sensación de hastío y de cansancio...:
Toda la negritud te achata y pisa.
Eres la la nada y nada te identifica.
Tus huellas borradas... Todo replica
tu pasado perdido, ya sin prisa.
Avanza hacia el abismo y se alisa.
Perdiendo su relieve. Ya repica
la campana tozuda. Mas salpica
tu conciencia de la memoria rica
que el pasado nutre de pinceladas,
de momentos vividos y de historias
inventadas por mi imaginación.
Corren difuminadas en sus norias
páginas para siempre aletargadas
que van perdiendo así su razón
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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