lunes, 22 de junio de 2015

ADÁN Y EVA

ADÁN

Sin el rotulador del papel, de la síntesis se su cuerpo al sinuoso poema, ambos míos, y buscando una sencillez meridiana en donde diseño corporal y poema se complementan como este Adán desnudo, como su poema, se complementa con Eva, uno y otro se definen como cuerpos sometidos a la dictadura de un Sistema insensible que castra a sus individuos formantes hasta convertirlos en meras carcasas andrógenas que deambulan sin apenas reconocerse como seres incompletos incapaces de alcanzarse jamás a sí mismo en cualquiera de las continuas platonizaciones que proyecta para jamás alcanzar, desnudándose a sí mismo hasta alcanzar la nada sugerida y obligada por la rutina y la urgencia,

Adán es un ser frustrado, un títere al servicio de esa urgencia que solo será consciente de su fracaso cuando atisbe el profundo abismo que el mismo cavado día a día a continuas negaciones de sí mismo hasta comprender que su único sentido fue pasar hasta alcanzar su propia negación, su propia nada en el olvido de sí mismo... puedes seguir a su derecha el poema:

Hoy, que todo sintetiza 
la estatua de mi cuerpo,
descubro las líneas del fracaso.
Un monigote soy,
que de mí mismo
asume el garabato de mi caso
y la profundidad de mi abismo.

Hoy sé que ser un hombre es esto:
Repetir y repetirse
en un latido continuo,
y extinguirse
dejando el hueco 
de tu olvido.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Simbolizado está el fracaso de uno mismo hasta descubrirse desnudo, vacío y sin futuro ni esperanza, un monigote, un garabato como todos prescindible que se pierde en la multitud millonaria de los seres sin sentido, olvidados de sí mismos y del mundo que los construye día a día, inseguros, prescindibles y anodinos, todo lo más reflejos de estereotipos cuyo valor real es, fue, siempre ha sido y será ninguno, dispuesto a ser roca, polvo y un montón de huesos sin nombre ni apellidos en la memoria colectiva del mundo que nos construyó para ser nada.

EVA

Eva se ató a su cuerpo para atraer a Adán y conseguir de él lo que quería, pero pronto supo que su poder también había sido su perdición. Su cuerpo la convirtió en esclava del hombre y de sí misma. Siquiera ahora, cuando sabe que ha de huir de la objetualización sexual que su cuerpo hipnótico desprende, sabe prescindir de él. Ha aprendido a alejar al hombre y a hacerse valer en sus ideas, en sus gustos y en su libertad, y ser mucho más que un cuerpo bello, pero sigue presa en su cuerpo. Ella misma destaca su belleza aunque sea para sentirse bien y bella y deseable, a los otros y a sí misma. A pesar de lo que diga, ella misma esculpió, pintó y decoró su cuerpo para sentirse no solo bella, sino mujer y ahora le cuesta reconocer que su mayor enemigo está en ella misma. Esclava de las modas, de los caprichos, sigue atada a un espejo en donde siquiera quiere verse como es, sino como un ser platónico de belleza inalcanzable ni retenible... También es un títere del Sistema y de alcanzar ser invisible y liberada de su cuerpo, alcanzará también la misma negación que el hombre arrastra. Su mayor virtud es la resistencia y la perseverancia...:

Siguiendo la imagen de los cánones estéticos,
construyeron para mí este sarcófago sinuoso,
mas atrapada estoy en él, y es belleza
imán lo que se muestra,
pero teatro de este juguete maniquí.
Es el pago infinito de la imagen de mi cuerpo

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Víctima del instante y de su afán de protagonismo por ser el eje del mundo y de su mundo, tendrá que empequeñecer para alcanzar la idiosincracia del hombre y sabrá que será también esclava y un títere del sinsentido que a todos nos atrapa y podrá sumirse en el olvido que nos iguala a todos cuando alcanzamos el final del camino.

domingo, 21 de junio de 2015

PALMERA II (y PALMERA)


No es la primera palmera que convierto en caligrama, pero aquella primera glosaba una sensualidad sinuosa que huía de las brumas de una ciudad que nos atrapa en su hastío atado a la rutina y el sinsentido de una vida convertida en pura inercia del mecanismo de una sistema que nos devora y nos anula. Aquella entrecruzaba las tentaciones de una sinuosa serpiente y era un grito hacia la tentación, el gozo y el deleite, cuando esta, clara en los versos de su tallo-columna, como aquella se hacía deliberadamente laberíntica, es un grito de dolor que brota de las raíces hasta el claustro celeste de sus ramas. No voy a comparar sus versos, bastará con compararla a la PALMERA de La ciudad entre la bruma impertinente para comprobar la distancia entre la afinidad de diseño y la diametral diferencia de mensaje para demostrar el peso del instante en el símbolo y su asociación al mundo sensible que lo provoca.

PALMERA I

Aumenta el tamaño y acude a la letra para comprobar la distancia entre dos mensajes polarmente opuestos asociados a un mismo símbolo y ambos, caligrama y poemas, surgidos de una misma mano, la mía, aunque con 9 años de distancia y un contexto abismalmente distinto solo unificable por medio de la bruma del tiempo que cubría aquella ciudad de hastío y esta de dolor y grito

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

EVA, ANGÉLICA, ÍGNEA, ETERNA...


Esta Eva, sin duda caligrama, es todas las evas y ninguna concreta, un infinito colectivo que lo mismo podría encajar con una mujer mediterránea, nórdica, eslava, germánica, hindú, africana, amerindia, indonesia, papú, china, coreana, árabe, esquimal... es todas y ninguna concreta, es blanca como puede ser negra, cobriza, amarilla... pero es madura, equilibrada y sinuosa y, de ser una donna angelicata, podría ser ingenua y vital, pero nunca adolescente e infantil, porque es mujer en todos los sentidos y pudiera o no ser madre y esposa y viuda y divorciada y prometida y separada... No renunció a la vida ni a la Tierra, ni a los placeres mundanos para perseguir entelequias celestes, ni cayó de un guindo y se enamoró de un fantasma de cuento (aunque cuando lo hizo y lo sintió o siente, seguro que lo sintió perfecto y sobrehumano como ninguno, sea hombre o mujer, lo somos, lo fuimos ni lo seremos nunca) y puede ser ejecutiva, profesora, dependienta, obrera de una fábrica, minera, conductora de camiones, agricultora, pastora, locutora, cocinera, camarera, stripper, enfermera, doctora, jueza... no tiene edad concreta, ni rostro definido (salvo el que tú le pongas), y ser decente, indecente, amoral, escéptica, atea y hasta beata, pero es mujer, hipnótica, sinuosa y definida y su tendencia sexual pudiera ser cualquiera como su religión, su tendencia en hábitos, gustos, ropas, su oficio, su pensamiento y su color preferido... Cuando se canta a la mujer y no se piensa en una concreta, todas pueden pasar por ese estatus, poseerlo y abandonarlo por otro venerable, tan digno de elogio como este, pero patentemente distinto y distintivo.

Non hay truco en el poema que lo conforma. Fija el rostro en las cejas, los ojos, la boca, el perfil de la cara, el cabello, las sombras como quien acaricia su cuerpo y con él la belleza implícita y magnética que posee y añade tus sentidos para hacer de mi poesía la tuya propia... Así podrá ser esa mujer todas las mujeres como la que adoras, seas hombre o mujer, pero, sobre todo humano, sensible, sensitivo y definitivamente, lírico

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

viernes, 5 de junio de 2015

CANGURO


La imagen del caligrama (más exactamente un pictocaligrama) es clara, un canguro en imagen con un poema que le describe en su esencia por sus características de identificación social como geográfica (y esa es la razón de que se inscriba al MUNDO, poemas de identificación y adscripción geográfica, étnica y medioambiental de todos los lugares del mundo, dentro del poemario Mundo, demonio y carne). El poema aprovecha las sombras que dan volumen al animal y su contorno para describirse como su descripción y su carácter de mamífero ancestral, la de su entorno, la identificación geográfica y estatal con Australia y su idiosincracia, como con su carácter simbólico en la hembra, de madre cuidadora y vigilante amatísima de sus crías, buscando en uno y otro su descripción e identificación lírica.

El poema que lo compone, mi poema (como mi caligrama), reza así:

A saltos, a grandes saltos, recorro
el espasmo de la huida en latidos
mientras mis sueños siguen aún dormidos,
ajenos a la urgencia y el socorro.

Desde el pasado, dinosaurio corro,
mamíferos de tiempos detenidos.
Abolidos los huevos con sus nidos,
llevo mi propio bolso con su forro

y en él, un futuro aún quebradizo,
en este balcón saltarín que es su abrigo.
En esta ancestral tierra de hechizo

retrato su paisaje, sumo y sigo
a saltos sobre el tiempo detenido,
mi cola equilibrio en su tendido.

La tierra me subyuga en su pradera,
y en los bosques de eucaliptus, la hierba...
Un verde mar quisiera en el desierto, 
mas las acacias, buenas guerrilleras,
la presencia de herbívoros enerva
y ahuyentan al peligro más incierto.

Callitris, malaleucas, casuarinas
con buenos compañeros de mis juegos,
cual los manglares, trampas sibilinas
donde son ineficaces mis ruegos.

A Australia como nadie represento.
Columnas tengo por patas traseras, 
largas, fuertes y potentes y ligeras:
Un resorte son, mi trono y mi asiento
y mis cortos brazos son dinamita.
Mi cabeza a la de la cierva imita
y mi marsupio da fama de madre,
la nurse perfecta, la cuna andante,
con mecedora y columpio ambulante
hacen que, en el símbolo, todo cuadre
si soy hembra amorosa y vigilante.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


El paisanaje, sea de hombres o animales o de plantas, identifica el paisaje donde vive y así se hace un mundo propio y distintivo al que identifica por la simbiosis de un territorio con los pobladores que lo identifican y así, en la identidad, componemos ese mundo en el que la humanidad con sus intereses egoístas y ambiciones pone el demonio y la carne por el que lo modifica a sus intereses. Esa es el sentido de la descripción de los mundos del mundo terrestre para llegar al hombre y a la humanidad que lo altera y lo destruye inconsciente o conscientemente.