sábado, 31 de diciembre de 2011

CORAZÓN DE ÁFRICA

El caligrama conjuga el dibujo propiamente dicho, que ocupa el marco de una selva africana talada y quemada parcialmente par ser reutilizada en agricultura de roza, con el caligrama propiamente dicho, que distribuye mi poema por la mujer, negra subsahariana y básicamente enclavada en el corazón de África (básicamente, Ruanda, Burundi, El Congo o Zaire, Uganda, Tanzania y Kenia) que camina bolsa en mano y buena parte de los árboles (todos los enteros y muchos de los talados). Un suelo de cenizas y una bruma de fondo completan el marco, para, en conjunto, imagen y poema, representar el dolor del continente más humillado y expoliado, más pobre y más dolorido (y eso que, desgraciadamente, no es precisamente el único). 

El poema, mi poema, recorre y denuncia, de una forma lírica, pero descarnada y sin tapujos, todos los dolores de África y muy especialmente los del África negra: hambre o hambrunas, sobreexplotación, guerras, desertización, tiranías, abuso de los mercados globales, la herencia colonial, la dependencia abusiva de las metrópolis, la desnaturalización de las culturas autóctonas... y un laguísimo etcétera. Adquiere un tono de lamento en donde abundan las imprecaciones y las preguntas a la razón insufrible de su inhumana y extrema situación. Y reza así:

ÁFRICA.¿Quién plantó en ti las semillas
de la guerra?. ¿Quién quemó este vergel?
¿Quién sembró aquí árboles de dinamita
y arrancó los bosques y sembró la ira
con mil tratados de humo y papel?
¿Quién cambió los bosques por agricultura
y los dejó yermos y después muertos?
¿Quién mató tu Naturaleza y tu cultura
y dejó los poblados desiertos?
Corazón de Ruanda,
alma de Burundi,
tránsito hacia Uganda,
desde Bujumbura hasta Vitshumbi
y desde Kampala hasta Kigoma.
Tanzania y Congo te verán morir
desde Kigali hasta Goma.

¿Cuántos muertos se necesitan para abrir los ojos?.
¿Cuántos genocidios como el de los hutu?
¿cuánta hambruna tendrán que resistir?...
¿Cuántos tiranos y cuántos Mobutu?.
¿Cuántos desalojos?
¿Cuántos niños esqueléticos
y locos armados
y militares protegidos?...
¿Cuántos sufrimientos tendrán que vivir?...:
Tiranos frenéticos
locos desalmados,
despiadados forajidos,
mercenarios sin entrañas y descerebrados.
Patriotas apátridas con un arma de fuego
y las tribus vecinas con la vida en juego...
¡¿QUIÉN CAMBIÓ TU ABUNDANCIA POR HAMBRUNA?!
¿Quién quemó tus selvas para obtener campos desahuciados?
¿Quén se jugó tu belleza a los dados?
¿Quién descubrió tu riqueza inoportuna?...:
diamantes de sangre, petróleo de miseria,
oro que convirtió tus tierras en basura,
esmeraldas y coltán para la histeria...
Allí la codicia se apresura
y las vidas se venden como ganado,
al mejor postor y al más desalmado.
¡ÁFRICA, UN DOLOR QUE NUNCA ACABA,
UNA INJUSTICIA QUE CRECE CON LOCURA
Y EN TODAS PARTES SOCAVA
EL CORAZÓN DE LA AMBICIÓN Y DE LA ENVIDIA!
Y mientras el poderoso blanco adinerado
que especula con tus materias primas,
sus ganancias acrecienta hasta el infinito,
ve tus sufrimientos con desidia
y esconde de la denuncia todo escrito,
mientras el propio africano vive proscrito
en su propia tierra y en su casa.
Africa va sembrando de sangre y veneno
sus tierras diezmadas y la gente que vive y la que pasa
y ve impasible, cambiar sus climas...
Ve crecer el desierto, morir la sabana;
arruinarse lo inocente y lo bueno,
crecer la miseria y la desgana
y emigrar las tribus y el ganado
y dejar las ciudades y el poblado
hasta que la Muerte arramble con todo
y nos deje sólo arena, sangre y lodo.

Ni siquiera tu fauna, perseguida,
sobrevivirá a esta hecatombe ya anunciada.
África, toda ella será una estampida
que, a su paso, dejará una nube polvorienta
que dejará tras de sí una enorme Nada,
una tierra moribunda, quemada y sedienta
donde no podrá sobrevivir ninguna forma de vida
y una piel carcomida en sus entrañas,
llena de excavaciones tamañas
que, lo que fueron minas, serán simas profundas
que conectarán con el mismísimo infierno.
Reptarán alimañas inmundas
y monstruos salidos del averno...
Ni rastro de la vida que hoy la habita,
ni rastro del dolor que en ella grita...
Sólo un inmenso Sahara árido y muerto,
sin riqueza ni plantas ni oasis incierto

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


domingo, 18 de diciembre de 2011

AL OTRO LADO DE MI SPEJO ESTÁ TU ROSTRO

Al otro lado del espejo está mi rostro es un caligrama mixto, que integra, en el recorrido del poema dos caligramas locales, el primero inicia el poema con el recorrido pendular de una espada de Damocles, la que determina el inicio del poema (cadáveres hay enterrados bajo el suelo) y representa las obsesiones ocultas, los deseos incumplidos que me atosigan escondidos y recónditos en la memoria. El otro representa una imagen de mujer, una cara que aparece en un espejo. Desvela éste el sentido del poema, los cadáveres son los recuerdos que evocan una mujer desconocida o no, hecha de evocaciones, anhelos y sueños que surgen de mis obsesiones... Allí, el marco revela: La verdad, la mentira hinca su diente en un cabello... y la imagen reflejada aclara... Es una sombra y sueño (parte superior del cabello hasta la curva de la melena). ¿Dónde está tu rostro? (Gira en el mismo sentido. El interrogante compone un ojo y la pregunta recorre la frente y el resto de la melena hasta empalmar con el sueño). Me pregunto y sé (el me completa el ceño siendo la vocal el ojo derecho; pregunto compone el moflete de la cara, la barbilla y el cuello; Yo es la nariz y sé, la boca)... Entre una y otra forma caligramática, el poema recorre su camino: Guillotinando el cuello / tu reloj duda entre un segundo y el siguiente...

Abandonado el espejo, el poema concluye...: Mi antíresis me mira (referencia a la imagen del espejo), mi imaginación delira / y no soy yo quien reposa / sino un rostro de deseo. / La mujer es lo que veo, / pero mi mundo es de hielo (es el espejo que atrapa el rostro del espejo) / y juega conmigo a los dados. / Tiene mi enigma / un negro abismo / donde habita un féretro / con el retrato de mí mismo...
Con ello mi poema, con raíces surrealistas coloca en el deseo la vida y en la vida real, donde mi rostro habita, la muerte en vida. 

El poema compone una serie, pues de símbolos con paralelismos entre la antítesis alegórica, la paradoja expresada como amplificatio y el oximoron continuado.

Los caligramas de recorrido, mixtos y los locales son una constante en mi obra. Éste, por ejemplo, es del 2008.

Mi poema completo rezaría así:
Cadáveres hay enterrados bajo el suelo.
Guillotinando el cuello,
tu reloj duda
entre un segundo y el siguiente...:
La verdad se muda
y la mentira busca su diente
en un cabello.
Es una sombra y sueño...
- ¿Dónde está tu rostro? -
Me pregunto y sé..
Mi antítesis me mira,
mi imaginación delira
y no soy yo quien reposa
sino un rostro de deseo.
La mujer es lo que veo,
pero mi mundo es de hielo
y juega conmigo a los dados.
Tiene mi enigma
un negro abismo
donde habita un féretro
con el retrato de mí mismo

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ



sábado, 10 de diciembre de 2011

EL POZO DE LA AMARGURA

Un caligrama de recorrido implica la mezcla del poema puro con elementos o partes caligramáticas, telegramáticas o caligramas propiamente dichos, como este caligrama en el que recorrido, y caligrama se funden dando a estos últimos sentido simbólico de senaciones, desde la caída al pozo de su inicio (letras mayúsculas y criptogramas para la caída y la palabra POZO dándose forma a sí mismo), la espada que habla de sí misma (CON ESPADAS DE IRA), o la copa de vino llena que implica la forma en cómo se ahoga o se intenta difuminar la amargura en alcohol (sino la dulce sensación, en el borde de la copa, de una generosa copa de tinto vino, formando la copa, que transporta , hasta la T es la el tallo de la copa y la A su pie o base, ese sabor celeste de placer divino, conformando el vino tinto en sí mismo). La frase, NO QUIERO RECORRER ESE CAMINO, en mayúscula y en el centro hace de límite entre el primer recorrido y el segundo y también de línea que separa la suma de la primera parte, de su resultado, que no es otro que la segunda.

Mi poema quedaría así:
                                     ABCES KIGO
AL POZO de la amargura
y rompo los silencios
CON ESPADAS DE IRA,
que son desolación, premura,
la daga que aguda y clavada expira
por no encontrar el sabor del gozo
y sí el del pesar que delira...:

NO QUIERO RECORRER ESE CAMINO

sino la dulce sensación
de una generosa copa de tinto vino
que transporta
ese sabor celeste de placer divino
al paraíso del deleite soñado,
al plato donde se hibridan los sabores
y trazan hadas voladoras los olores
que viajan al lugar añorado
donde vuelves a ser un niño
feliz, feliz, jugando a ser pájaro risueño
que pía y pía libre y sin dueño
por el cielo azul de ensueño
donde todo alcanza lugar y aliño
para ser promesa premio de tu empeño,
placer de los placeres liberado,
razón por la que vives confiado
recorriendo un mundo infinito y halagüeño

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

Se resume pues un viaje de huida a los placeres para borrar los horrores, los errores de la realidad