miércoles, 24 de agosto de 2011

SIERRA PELADA Y SUS VALLES (PARAJES DEL SOBRARBE EN BIELSA)

El caligrama nos muestra una de las cimas de la Sierra Pelada y su bello valle pirenaico y lindante con la frontera francesa como un homenaje a los bellos parajes Pirenaicos, escogiendo éste como ejemplo de la mucha belleza que allí se guarda. Es una exaltación al lugar y su belleza y, con el a la extasiante hermosura de la naturaleza agreste y salvaje de estos parajes. Éste como cualquier otro, todos igualmente bellos, equiparados en su hermosura aunque distintos en su forma...: ¡Todos magníficos!....

El poema que articula el paisaje, también mío, comienza por la estampa en sí misma, su relación con sus habitantes humanos y animales como historia acumulada para después, ubicarlo en su lugar concreto en el mapa, señalando su belleza divina, su paz y cómo fusiona distintas estampas según la estación del año y según la presencia o ausencia de sus impresionantes tormentas... Y reza así:

Montaña arriba, entre verdín y roca,
la frontera es un fantasma invisible
que recorre las aristas, sinuosa,
del Alto Pirineo inaccesible,
donde vacas y rapaces escriben
la plácida pureza de una estampa
primorosa escrita por las hadas,
escrita por pastores, montañeros,
estraperlistas, alimañeros,
cazadores y recios leñadores,
contrabandistas y hasta bandoleros
que conocen las chovas piquigualdas,
los rebecos y águilas y los osos
y los ya desaparecidos lobos.

Sierra Pelada, en el túnel de Bielsa.
Su valle y las escarpadas laderas...
desfiladero al Norte y, escalando,
el valle de Pinarra, su ibón negro,
el valle de Barroso y praderías...
El pico de algún dios enamorado
esculpió este paraje en unos días
que buscaba un jardín para su cielo
y mezclando roca, pasto, nieve y hielo,
nos dejó este edén del tiempo olvidado...

Sobrarbe al Sur; al Norte, Francia, umbría.
Paredes que subían a su reino
y lo tocaban con sus pétreos dedos
conformaban la bella poesía
como un caligrama de etérea imagen...
Estética celeste del paisaje,
ya todo belleza y hermosura
del tiránico y colorido Sol.
Los verdes y el celeste azul, verano;
del níveo blanco a los inviernos fríos,
de siempre, nubes de tu faz oscura,
la tormenta que a todos aterró,
el afilado acero de ventisca...:
De la paz a tus arrebatos cabríos,
voluble y caprichosa como las divas
y espléndida en tu voz impresionante
de tus montes de presencia altiva,
de tus empinados valles, detonante...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

No hay comentarios: