El caligrama representa una ciudad futura, la construcción de un edificio allí donde la mano del hombre ha destruido el paisaje y es sólo un inmenso desierto de soledad en donde sólo habitan edificios en construcción y grúas como gigantes estatuas de nuestra ambición sin límites anquilosadas en una infinita inmensidad sin almas... NI hombres, ni animales, ni plantas... un retrato de nuestra estupidez presente que camina hacia un futuro sin futuro... Hasta la sombra de la esquelética grúa se alarga tétrica y nefasta en una vastedad de nada y de sin vida, un ataúd
para el inmenso nicho de nuestra muerte con la propia grúa como cruz de la lápida con su epitafio colectivo para la estupidez humana.
El caligrama forma parte de Epílogo: Ciudad entre la bruma impertinente de mi poemario con idéntico nombre al que sigue al signo de igual.
para el inmenso nicho de nuestra muerte con la propia grúa como cruz de la lápida con su epitafio colectivo para la estupidez humana.
El caligrama forma parte de Epílogo: Ciudad entre la bruma impertinente de mi poemario con idéntico nombre al que sigue al signo de igual.
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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