Este caligrama representa un grito de ayuda ante la irremisible tentación de los sentidos, un redoble de conciencia que busca su control y en él, sosegar el ánimo, la sensación de vértigo irrefrenable en la caída hacia la rebelión del subconsciente en su ánimo e desreprimir la búsqueda de placeres para combatir la sensación de hastío y de sinsentido del consciente
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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