domingo, 30 de abril de 2023

CONTRAPUNTO

 Atrapado en la vorágine del Hospital, dibujar se hacía difícil encumbrado e inmovilizado en la cama y sin posibilidades demasiadas de detallar nada en una mesa diminuta pensada para portar la comida que me pudiesen suministrar, por eso los dibujos, sean ilustraciones o caligramas fueron escasos en mis estancias hospitalarias y, luego, mis estancias en casa tampoco ofrecían garantías de durabilidad cuando, varias veces se vieron recortadas en corto espacio de tiempo por la obstrucciones intestinales que me devolvieron a Bellvitge. Esta estancia, desde el jueves 6 de abril, ha sido más amplia y he podido pasar a ordenador cuanto había escrito y dibujado, pero mis rutinas para superar mis carencias musculares tras tiempo inmovilizado tampoco me han dado excesivo tiempo para pasar algunas de mis poesías, dibujos o caligramas a este mi blog. Con Contrapunto, dibujado en la primera estancia en el Hospital, cuando aún el desánimo por las recaídas no había cundido, la única ilustración de todo este período de estancias hospitalarias, se plasma el deseo de calma para reconstruir mi vida con la plasmación de un paisaje imaginado con símiles evidentes de una vida paradisíaca en un lugar ancestral y primario dominado por la armonía con la Naturaleza que bien podría corresponder con un retrato en  acronía del Nilo, Congo... o cualquier río africano, como del Amazonas, Orinoco... Un amanecer, atardecer o anochecer en el que barcas de pescadores o mercaderes transitan por las aguas de un gran río tropical, ya sea yendo a por sus tareas o volviendo de ellas tras haberlas concluido...



Es un paisaje deseado paralelo a la de la calma del Hospital, pero contrapunto del dolor y las dudas que me atenazan en él... Un locus amoenus antítesis del lugar y momento en que me hallo. Por sí mismo, el paisaje se dice y se explica en su sencillez que evidencia la felicidad de las cosas sencillas en armonía con el Mundo que nos rodea que se trasvasa del paisaje natural a la paz que de él se traduce.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

domingo, 16 de abril de 2023

EN EL QUIRÓFANO

 Y para dar veracidad a cuanto he dicho, voy a dar constancia de la primera de mis dos operaciones (aunque la experiencia pueda valer para ambas intervenciones) con la poetización de cuanto vi y cuanto intuyo e intuí, anestesiado en el quirófano, desde que, en la sala, me llevan a este, recibo la anestesia hasta que concluye la operación conmigo en la inopia de cuanto ha ocurrido, pero todos sabemos que ocurre:

Túnel que tobogán a la luz acude.

La suerte está echada a ciencia precisa

y ni azar ni razón tienen hoy prisa...

Hay que dejar que la herida se mude,


y que razón, en cuerpo, nunca dude

de que el camino a la vida se alisa

paso a paso con la salud concisa

para que la salvación toda anude


cuerpo y mente a la sanación soñada...

La oscuridad no tiene nexos ahora,

ni reconoce el espacio ni la hora,


ni la memoria se acuerda de nada.

Despierto entre brumas, fantasmas lentos

que intento ubicar ahora en sus cuentos


sin descifrar aún su encrucijada.

Estoy en un limbo mientras la espada

juega en mi cuerpo mil experimentos...


Tripas, vísceras en juego se avienen,

serpiente en zigzag cercenada y puesta

en la panza asoma como propuesta,

pues los comensales así lo que quieren


y yo, ajeno en la noche, cual me tienen,

dócil, insensible, no doy respuesta...

- ¿Qué sabe el dormido, si no se acuesta,

lo que hilan, lo que cortan, quienes hieren,


si anestesiado vive sin consciencia

la parafernalia de quien opera?...

Si sufre, no da muestra ni se altera


de lo que actúa en el esta ciencia.

Y allí, espadachines sastres sesudos,

tras la sangría, me cosen a nudos.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

domingo, 9 de abril de 2023

A GOLPES DE CONULSIONES ME ACECHAS

 Tras ser operado de una ileostomia por lampadoscopia el 7 de enero del presente 2023, en el Hospital de Bellvitge por un cáncer de recto que me ha llevado a un vaivén de recaídas de las que aún no sé muy bien si estoy recuperado del todo y que suponen tres obstrucciones intestinales, la primera de las cuales urgió de una nueva operación de urgencias, y otras dos más muy dolorosas que han convertido estos meses en un continuo ir y venir de hospitalizaciones y cortas estancias en casa, me encuentro con la traición de la empresa de este blog que me hace firmar unas clausulas poniendo en duda de si todo el material que aquí sale es mío porque es variado y utilizo distintas técnicas combinando poesía, caligramas e ilustraciones (amén de las noticias). Indignado me estoy planteando demandarlos. TODO EL MATERIAL QUE AQUÍ SE EXPONE ES MÍO Y YO SOY SU AUTOR, QUE NADIE LO PONGA EN DUDA. Yo vivo en un entorno limitado pero quienes conviven conmigo y me conocen y me han visto dibujar y escribir saben perfectamente quien lo ha hecho porque me han visto realizarlo. 

Sé muy bien el tipo de mundo en el que estamos. Un mundo que parece exigirte producción como si fuese un publicista dentro de la cadena de consumo a la que yo no pertenezco ni tengo ganas de hacerlo y yo no pertenezco a esa maldita horda de hackers que se dedican a apropiarse de obra ajena, como ya han hecho con la mía, o mal imitarla, sino todo lo contrario, yo soy la víctima de mi propio bien hacer. Estoy francamente furioso porque se haya aprovechado el tiempo en que he estado hospitalizado e imposibilitado de dibujar, que no de escribir (pues sí he escrito en el hospital), para poner en duda nada de lo que publico.

Yo no soy una técnica, yo soy un creador que no se rige por normas ajenas a mis propios conceptos y habilidades y no intento imitar a nadie ni lo he hecho en mi vida. Mi arte es variado y multidisciplinar y siempre fue así. 

Y dicho esto, me decido por publicar uno de los sonetos que escribí en mis largas estancias en el Hospital para dejar palpable la misma y el estado de demacración al que llegué tras la segunda operación y estancia en donde la inmovilidad y la alimentación prolongada con sueros, sin ingestión de líquidos ni de alimentos, me hicieron perder 20 kg, toda mi musculatura y tomar el aspecto cadavérico de un habitante de Matthäussen, aspecto que, todo y haber mejorado, aún no he superado en absoluto (aún ando por 15 kilos menos de cuando ingresé para la primera vez.

Aquí reflejo en un soneto particular la visión de mí mismo y mi estado de ánimo ante mi imagen reflejada en el espeja del cuarto de baño de una de las muchas habitaciones del Hospital que recorrí:

A golpes de convulsiones me acechas,

el grito de dolor a flor de piel,

me aleja de la vida toda miel

mientras de angustias mi mente techas.


Incógnitas me das para las fechas,

en guardia me tienes tan presto y fiel,

sin músculos la carne de papel

que de puro esqueleto ver me acechas.


Un laberinto de dudas me llueves,

que viejo y carcomido ya me veo.

Calvo de pelo, barbado de nieves,


que al verme así, ni yo mismo me creo.

¿Cómo cambian las cosas tanto

que ha poco era placer, ahora es espanto?


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


El poema deja en claro, además, mi inquietud por conocer cuándo se me daría de alta de una tortura que, aunque ahora ya en casa, durará mucho y, por supuesto, desconozco su final.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ