miércoles, 26 de agosto de 2020

ANSIEDAD

Volvamos a la poesía pura y llana. En el momento convulso que vivimos, la duda alimenta la ansiedad... La ansiedad crece de la misma duda que da la falta de seguridad allí donde nada es seguro y todo es resbaladizo... El Sistema se tambalea, la Naturaleza se precipita al desastre y la pandemia actúa como carcoma... Parece que todo se ha construido sobre el barro y que no dejaba de ser un espejismo... La Verdad absoluta es el hecho y el hecho es que el Mundo se desmorona... La búsqueda de la certeza generada por la duda es el temor y a este sigue el dolor y, sobre todo, la ansiedad por asirse a una tabla de salvación para nuestra vida y para nuestras propias convicciones y nuestra idiosincrasia. A esa ansiedad corresponde la ansiedad de la que habla el poema y, oculta en ella, se agitan los fantasmas pasados y presentes que socavan el abismo de la incertidumbre  que siempre habitó en mis convicciones sobre el Mundo y la Realidad...:


Timbres de alarma con sus convulsiones,

eléctrico carrusel que todo agita.

Huye el gas, la chispa junto a la espita

amenaza terribles explosiones


Asfixia. Falta el aire... Predicciones

temen que aceche una sombra maldita,

una desgracia temida y no escrita

que siempre acorrala tus emociones.


La sospecha se agranda, la razón

lucha para no hacer sangrar la herida

que ha llenado de carcoma tu vida


y acelera tozudo el corazón.

Buscar la seguridad en la certeza,

mas todo da vueltas en tu cabeza.


MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

lunes, 24 de agosto de 2020

PATÉTICOS PRESAGIOS

 


Alimentado por la neurosis de la pandemia y a la que se suman el cambio climático y el calentamiento global, la neurosis se formula en una patética imagen surreal, una imagen poemada o glosada a modo de pregunta sobre una Tierra encaminada a la desertización y la muerte del Planeta que habitamos. 

Una árbol  que presenta una mano plagada de ramas, muchas de ellas estilizaciones dramáticas de manos, una botella convertda en rama que, con el árbol-tenedor entroncan o sugieren raíces  comunes con nuestros desperdicios, en un paisaje patético y estepario... desnudo... Hasta el Sol es una bombilla encerrada en sí misma que desprende luz artificial...

Las imágenes sugieren el dramatismo a partir de los elementos identificables sin que se pueda identificar lo concreto.

Si mi imagen surreal intimida patetismo, mi poema que glosa la imagen no menos... Tras una pregunta retórica que introduce en la reflexión, destruida la rima, mímeis de la propia destrucción de la Realidad construida, surgen las imágenes poéticas, las metáforas para conseguir una formulación narrativo parabólica que describe la imagen dibujada... La sugerencias dramáticas son evidentes, pero su traducción se abstractiza... como se abstractiza el presagio de lo terrible, lo que nuestra realidad actual sugiere:

¿Por qué el Sol
apresa el fuego en el cristal
ahorcado del ardiente carrusel 
de la Vía Láctea?

Enterrado, asoma el Árbol de la Vida.
La mano de su Madre, Gea,
asoma más allá de sus raíces
y es árida la tierra
y esqueléticas las ramas penitentes.
El abrigo de hojas ya no está.
El tiempo lo arrastró en un huracán...
Los dedos, retorcidos de dolor,
saben que la vida se les huye
y hay un tenaz caníbal con hambruna
que asoma del ardiente corazón
que vive en el arcano
de su piel rocosa y su epidermis
que se alza más allá de su ataúd.

Ni hormigas ni cigarras
ni hombres audaces y ambiciosos.
Pronto nada ni nadie quedará
para adorar al Sol desde su hamaca
y el Sol, voraz, no dejará 
ni espacio
a la Luna y su misterio.

Sólo silencio y tiempo eterno
y un árido paisaje sin fin
y algún árbol, espectro moribundo.
Un espacio que se retrata sin palabras,
que va sepultando, impertérrito
las huellas de la vida que lo habitó
durante millones de años y de vidas 
que el Tiempo sin sentido

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

De alguna manera, el poema describe a la perfección la imagen de mi imagen poemada.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ


jueves, 6 de agosto de 2020

LA VIUDAmientras la belleza

Este meridiano caligrama representa una mujer de cierta edad, una viuda que contempla su soledad y el paso de los años ante su visión, desnuda ante el espejo. Contrasta la penumbra de la soledad que la rodea, como un grito de alerta al ver el paso de los años reflejado en su cuerpo, que, a pesar de mantener su belleza, no esconde arrugas, ni canas, senos caídos y su viudedad magnifica el tiempo y la soledad para marcar la nostalgia del alegre pasado perdido y un cuerpo marchito que se encamina hacia una vejez inexcusable.

Si mi imagen refleja claramente lo dicho, mi poema, lo certifica:

Nostalgia.
La dama, abandonada,
recuerda, triste,
su pasado feliz
y lo añora.
El presente,
la desnuda de soledad.
Vive en las sombras
se marchita.

Tristemente
escribo en mi rostro
los días amargos 
que me diste...
¿Por qué te fuiste?
¿por qué?...
Y cuando a la deriva
me dejaste,
LA TRISTEZA me abraza
y me siento desnuda
sin ti
y ya nunca volviste,
amor...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ