sábado, 10 de julio de 2010

LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO



Amparado en diseño simbólico, poema, dibujo, caligrama, se hermanan en uno para repetirme en la soledad del esfuerzo, uno más, como todos, mi rostro, mi cuerpo que fue y fue dejando de serlo para deformarse a medida que el molino de la vida pierde su ímpetu, quizás su propia esencia, pero así, desnudo ante el tiempo fui primero imagen que huye de sí y explica su impotencia ante sí mismo, corredor de fondo que se hace al vivirse...:

Y al decirse en su carrera se hizo espejo en su poema:

La soledad del corredor de fondo,
allí donde se alargan las distancias,
buscando está indefinidas estancias
que poco a poco van calando en lo hondo.

Querer parar allí, punto redondo,
y no poder...: ma arrastran las fragancias,
el asfalto que alarga las distancias
y estira mi reloj, y no me escondo...

Correr, correr... buscando hasta mi sombra.
Y el viento corre tras de mí y me alcanza,
silbando mientras murmura y nombra

mi sino, vértigo, reloj y danza...
Correr, correr hacia el último abismo
y allí atrapar a mi alma y a mí mismo.

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

y ver fundirse mi imagen pasada, mi poema infinito en un caligrama que me retrata utópico y pasajero, en ese ayer que prolonga mi poema en su constante vértigo vital...

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ





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