OSCURO PRESAGIO es un caligrama simbolista que muestra claramente la encrucijada entre
el surrealismo, el existencialismo y la contraculturalidad ecologista y crítica contra el Sistema en clave vanguardista que caracteriza el poemario
Ciudad entre la bruma impertinente (en la que aparece en su
La ciudad, monstruo que todo lo devora). Una superposición de símbolos en diversos estratos de interpretación tanto en su imagen como en la letra del poema que lo compone. Así, en su imagen, una mujer desnuda en perspectiva inclinada (la cabeza aparece más próxima que el el torso y brazos y el abdomen, alejándose, nos conduce hacia los muslos, las piernas y los pies), claramente figurativa, se ofrece a dos figuras sintetizadas de hombres, sin pormenorización ninguna, caminantes hacia ella. Poco más allá, la línea horizontal y simple del paisaje se recorta y adivina entre las figuras y, de paso, divide el espacio entre la tierra donde descansan las figuras humanas y el firmamento. En la tierra, las figuras humanas de carecen sombra alguna (o son contorno, como la mujer, o son diseño completo, como los hombres), una línea, síntesis de una grieta del terreno, una agrupación en dos alineaciones de piedras son los únicos elementos visibles. En el firmamento, tres grandes gotas de sangre ocupan la parte más superior, de ellas, el número de ellas nos desliza hacia una Luna menguante, unida al Sol, por una espada, un rayo solar, y bajo ambas figuras, dispersas nubes, 3 también, una de ellas, la central, claramente un corazón.
En esta primera visión, el carácter simbólico aparece ya claramente expresado. Los símbolos del cielo y la desproporción entre el tamaño de la mujer desnuda obligan a ello. La clara lectura de los símbolos del firmamento rebelan claramente tal carácter. Las gotas de sangre nos dicen lo que son por sí mismas, de la misma manera que entre la Luna y el Sol puede leerse
La Luna una espada de Sol y en las nubes continúa la simbolización:
la parte (nube de la izquierda, en referencia a la espada de luz que parte del Sol que alcanza la Luna),
corazón (nube central)
de hada (nube de la derecha), en referencia a la composición de la Luna y a su carácter mágico e hipnótico. En resumidas cuentas, el firmamento muestra a éste en el ocaso solar, cuando nace la noche y su reflejo es la roja sangre crepuscular...
La Mujer postrada, imán de los hombres, sensualidad, sexualidad, procreación, Madre Tierra, inmensa ante sus hijos, los atrae hacia sí. Su inmensidad y su sensualidad oculta la lectura global y su interpretación. La Mujer, se funde con la Naturaleza y se hace una misma cosa, es en realidad un macizo rocoso, la misma Madre Tierra, como la grieta el camino de los dos hombres
y lomas las piedra que vemos, la lectura del poema nos acerca a la interpretación definitiva:
OSCURO PRESAGIOGotas de sangre
3
La Luna, una espada de Sol,
la parte,
corazón de hada...
El horizonte será la misma muerte.
Tú, un mar postrado,
te ofreces...
Montañas de placer
cálido y verde,
muslos de piedra,
dorso vergel
postra al hambre voraz.
El hombre vuelve a ti
una y otra vez,
mas sus dientes de metal
nos hieren
engañados por la carnívora ciudad.
Naturaleza hirviente,
el paisaje reposa.
Yo soy su herido amante...
Enanos ambiciosos te acechan...
El diente voraz del capital.
Harán de ti un páramo de muerte,
un desierto de avaricia.
La vida será una piedra silente,
humo en la inmensidad se pierde
MANUEL MILLÁN CASCALLÓYa hemos observado la composición de los versos que aparecen en el firmamento. Un sólo verso entrecortado compone la línea cortada del horizonte (
El horizonte será la misma muerte) y éste se identifica a sí mismo mencionándose. Pasa luego a la mujer: Siguiendo la cara y el contorno de la pierna derecha (inferior a la izquierda en la imagen ), donde podemos leer:
Tú, un mar postrado (frente, nariz, labios y babilla, cuello y hombro con antepecho), para seguir en la clavícula y sombra sobre los senos con
Te ofreces... Continúa con
Montañas de placer cálido y verde, muslos de piedra en senos, tórax, abdomen, muslo anterior, pier y pie anterior de la pierna derecha. Prosigue con
dorso vergel postra al hombre voraz en espalda, glúteo, parte trasera del muslo pierna y parte inferior del pie. Luego prosigue en la pierna izquierda (superior en el diseño), en muslo y pie,con
el hombre vuelve a ti una y otra vez. Sigue en el brazo y mano derecha, donde puede leerse
mas sus dientes de metal nos hieren engañados por la carnívora ciudad.
Los siguientes versos se localizan en el cabello,
Naturaleza hirviente, el paisaje reposa. Pasa después al cuello y coleta con
Yo, soy su herido amante... Las dos figuras de hombre componen
Enanos ambiciosos te acechan... Vuelve a la coleta con
El diente voraz del capital. Prosigue en la grieta que es un camino con
Harán de ti un páramo de muerte, un desierto de avaricia. Para acabar con las lomas que son también piedras, con
La vida será piedra silente, humo en la inmensidad se pierde. Con ello el poema revela
su paradoja y vaticinio sobre la muerte paulatina de la Naturaleza a manos del hombre y, de paso, encuentra con ello su nexo con la ciudad.
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ