El caligrama es una representación simbólica de la pasión amorosa. El poema empieza por las llamas, prosigue por los troncos, pasa al suelo, a la izquierda de la hoguera, para pasar a la derecha de ésta, acabando entre los troncos mediales y el suelo entre el tronco medial y el más bajo de la derecha, y en él se puede leer:
Ardo. Mi corazón,
en llamas,
busca pozos en tu cuerpo,
tornados de pasión,
donde verter mi lava.
En tus ojos de espejo,
mi atónito reflejo,
amor y eco,
te miro y sé que tú me amas.
Lo veo cuando tu mirada
clava tus ojos en mí,
y recatados, me dicen que sí,
sin soltar palabra,
pero, ávidos,
mantienen la mirada
y yo no puedo resistir.
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
en llamas,
busca pozos en tu cuerpo,
tornados de pasión,
donde verter mi lava.
En tus ojos de espejo,
mi atónito reflejo,
amor y eco,
te miro y sé que tú me amas.
Lo veo cuando tu mirada
clava tus ojos en mí,
y recatados, me dicen que sí,
sin soltar palabra,
pero, ávidos,
mantienen la mirada
y yo no puedo resistir.
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
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