viernes, 1 de enero de 2016

MARTA, ESTIMADA MARTA

Marta, mi estimada y adorada Marta, mi idolatrada mujer, murió de cáncer de hígado, de un maldito carcinoma hepático, un muy triste 29 de diciembre de 2015 y con él, no sé si también murió mi vida y mi esperanza, pero una parte muy grande mí, sí... Describir mi dolor no sé si será posible en toda su hondura profunda y abismal pero sí os dejaré su imagen, aquella que me enamoró y que, hecha caligrama, reflejaba su imagen juvenil... La que debe de quedar en mi retina antes que la deteriorada imagen devorada por el cáncer... Siempre será bella, deletérea, siempre será mi musa, mi amor y mi vida y nada ni nadie la podrá suplir por los siglos de los siglos... Me deja, eso sí, mis hijos (Oriol y Claudia) y el recuerdo de una vida feliz, feliz como ninguna, que ya nunca volverá... Nunca le podré agradecer tanto amor, tanto cariño y tanta vida... Tanta energía y tanta luz como me dio, tantas sonrisas, momentos e imágenes inolvidables... Marta: 


Vaya con ella el mismo poema de esperanza que le dediqué, entre lágrimas de dolor inmenso y de emoción sin fin prometiéndonos vivir en el infinito:


¡VEN!... ¡LA VIDA ESTÁ AHÍ ENFRENTE!

Como un macizo muro persistente, 
parsimoniosamente avanzas terca
y es el paisaje una prisión con cerca
que asfixia la ilusión continuamente.

Y el cielo es gris, plomizo y recurrente.
Mas yo sé que hay un Sol y está muy cerca,
y un paisaje abierto que se acerca,
que se abre tras el muro de enfrente,

y lo he de traspasar, saltar ahora.
¡Lo haremos juntos!...: Tomaré tu mano
porque ha llegado el momento y la hora

de que encontremos otro nuevo arcano
que sea nuestro y nadie nos lo invente.
¡Despierta ya de tu letargo y vente!

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

No sé si existe vida más allá del horizonte que construimos los dos casi infinito, pero si hay vida, ha de ser contigo y para ti... No tengo más vida que la nuestra que nos abarca como a nuestros hijos y nuestros amigos y seres queridos... para vivir tendré que mantenerte en eterno recuerdo como una luz inextinguible de mis actos, mis emociones y mis sentimientos... Viviré entre sombras, pero la luz de tu recuerdo ha de seguir siendo mi faro, mi norte y todo mi universo...

1 comentario:

Unknown dijo...

...a mediados de los 90 tuve la gran fortuna de ser alumno del profesor millan . El recuerdo que tengo de él es extraordinario, como persona y como profesor. Personalmente me marco de forma positiva, ver que había otra forma de aprender, resulto gratificante y enriquecedor. Nunca tuve la ocasión o la conciencia de agradecerle todo aquello. Gracias.

Lamento mucho estos difíciles momentos, ojala pudiera decir algo que resultara reconfortante o simplemente pudiera acompañarle respetuosamente..

Jorge esteban