sábado, 16 de enero de 2016

SOLEDAD, ESPERA

Vacía está la silla en espera de algún inquilino atado al continuo aprendizaje de la vida que haya de mostrar su progreso con la plasmación del conocimiento adquirido. Aprendí a vivir contigo y contigo hice de la experiencia y la vivencia vida en sí mismo... Nadie llenará tu hueco porque nadie ha de ocupar tu lugar pero sí espero ocupar mi vida de mí mismo para que siga siendo mía...

La soledad que habita en los cuerpos que esperan un alma directora para que les dote de la energía de sentirse a sí mismos como entes es el símbolo de esta silla escolar sin habitante que me plasma en uno de mis planos, retrato y reflejo de una urgencia que todos tenemos aunque no seamos conscientes de su percepción. 

En la silla y en el atisbo de las sombras de sus patas se inscribe el poema de este mi pictocaligrama... Comienza por el soporte para apoyar el papel o bloc donde escribir las experiencias que la vida nos exige y sigue el armazón de hierro para llegar al respaldo. Deslízate por el armazón de este para llegar al asiento y esquía por el armazón de su extremidades hasta confundirte con las sombras y hallarás el poema en su símbolo y su enigma. Este poema, este mi poema:

Espero estatua un futuro paciente,
lento, lento caracol que se empecina,
un eléctrico verdugo que, en zigzag
atienda un tiempo estrangulado de rutina,
en seguir tenaz su empeño
y el tiempo lento
fotocopia infinitamente
su condena. Un murmullo asalta el aire
con su vida
que se respira
tenaz
con su hambre feróz.
Pero este anda 
parsimoniosamente
su camino.
No quiere estar alí.
Ha sellado su iniciativa
y la condena de vivirla

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

viernes, 1 de enero de 2016

MARTA, ESTIMADA MARTA

Marta, mi estimada y adorada Marta, mi idolatrada mujer, murió de cáncer de hígado, de un maldito carcinoma hepático, un muy triste 29 de diciembre de 2015 y con él, no sé si también murió mi vida y mi esperanza, pero una parte muy grande mí, sí... Describir mi dolor no sé si será posible en toda su hondura profunda y abismal pero sí os dejaré su imagen, aquella que me enamoró y que, hecha caligrama, reflejaba su imagen juvenil... La que debe de quedar en mi retina antes que la deteriorada imagen devorada por el cáncer... Siempre será bella, deletérea, siempre será mi musa, mi amor y mi vida y nada ni nadie la podrá suplir por los siglos de los siglos... Me deja, eso sí, mis hijos (Oriol y Claudia) y el recuerdo de una vida feliz, feliz como ninguna, que ya nunca volverá... Nunca le podré agradecer tanto amor, tanto cariño y tanta vida... Tanta energía y tanta luz como me dio, tantas sonrisas, momentos e imágenes inolvidables... Marta: 


Vaya con ella el mismo poema de esperanza que le dediqué, entre lágrimas de dolor inmenso y de emoción sin fin prometiéndonos vivir en el infinito:


¡VEN!... ¡LA VIDA ESTÁ AHÍ ENFRENTE!

Como un macizo muro persistente, 
parsimoniosamente avanzas terca
y es el paisaje una prisión con cerca
que asfixia la ilusión continuamente.

Y el cielo es gris, plomizo y recurrente.
Mas yo sé que hay un Sol y está muy cerca,
y un paisaje abierto que se acerca,
que se abre tras el muro de enfrente,

y lo he de traspasar, saltar ahora.
¡Lo haremos juntos!...: Tomaré tu mano
porque ha llegado el momento y la hora

de que encontremos otro nuevo arcano
que sea nuestro y nadie nos lo invente.
¡Despierta ya de tu letargo y vente!

MANUEL MILLÁN CASCALLÓ

No sé si existe vida más allá del horizonte que construimos los dos casi infinito, pero si hay vida, ha de ser contigo y para ti... No tengo más vida que la nuestra que nos abarca como a nuestros hijos y nuestros amigos y seres queridos... para vivir tendré que mantenerte en eterno recuerdo como una luz inextinguible de mis actos, mis emociones y mis sentimientos... Viviré entre sombras, pero la luz de tu recuerdo ha de seguir siendo mi faro, mi norte y todo mi universo...