La imagen y el dibujo se complementan y aunque el poema incluye caligranmas locales de recorrido, como la caída o el péndulo, más que un caligrama es un dibijo poemado. De alguna manera el poema describe el dibujo y el dibujo posee una personalidad propia.
Volvemos a un dibujo lineal y sintético en paralelismo a la propia sociedad que vivimos que vive deprisa, vacía la vida de contenidos, acumula imágenes, rostros de sí mismo y se encamina a la soledad de los individuos y el suicidio en vida. Sin levantar el rotulador del papel, la línea designa dos rostros de rasgos sintéticos y poco definidos, uno en visión inclinada y frontal, en perspectiva florentina y otro, de espaldas pra huir tras los hombros a la cara y torso desnudo y de este a un cuerpo que camina hierático y marcial, desnudo y en transformación de un androide para caer, en vértigo en tres nuevos rostros cada vez más pequeños.
Es una reflexión sobre la vida reflejada con una sucesión de rostros que huyen de sí mismo. Del pensamiento frontal de la juventud a la inserción en la sociedad, el Sistema que nos hace volver la espalda a nuestros proyectos y caminar desnudos perdiendo nuestra identidad en el tránsito hacia el automatismo que la sociedad desea mientras va arrojando en un vértigo sin fin todos nuestros rostros, nuestas facetas para ser tan sólo cuerpos obedientes, desembarazados de todos nuestros pensamientos y momentos proscritos.
El poema, mi poema, complementa la visión y presenta al hombre mirándose a sí mismo y reconociendo ese proceso paulatino de alienación con la que el sistema nos convierte en obedientes corderitos, en autómatas hipnotizados para cumplir el absurdo de nuestras rutinas, viviendo la continua negación de sí mismos para ser enigmas, pozos vacíos de los que sólo eres capaz de huir por sí mismos. Del hombre que es capaz de construirse a sí mismo, el hombre actual reconoce al hombre que paulatinamente se destruye para sumirse en el letargo de los mansos corderos esperando su sacrificio definitivo a manos del sistema.
Por eso, el poema reza así:
Detrás de tu mirada enigma
está el reloj de tu vida,
el álbum de retratos con tu firma.
Quisieras dar la espalda,
huir de ti al infinito,
pero allí también vive la Nada
y en el violín de tu grito,
desafinado y agudo,
al pozo de tu vida
C
A
E
S
Desnudo estás,
¡desnudo!...
Y ante ti mismo,
como un androide
caminas
hacia el abismo.
Tornillo de vorágine...
¡Deliras!...
Se estirará el reloj
estrangulando segundos.
El péndulo dirá
entre el SÍ y el NO
tus rostros y tus mundo.
Deformes morirán aquí y allá
buscando una salida
que solo en su negación existe...
Las líneas de tu vida deshiciste
buscando tu verdad.
Tu vida ya ya es un chiste
apartado de tu origen... ¡Mirate!
Tus ojos extasiados están ciegos,
ya solo quedas tú en la negación de tu cielo
ESTÁS SOLO ANTE TI... ¡RESISTE!
MANUEL MILLÁN CASCALLÓ
